Nadie lo vió calzarse las botas esa noche,
nadie lo escuchó salir por la puerta desvencijada,
nadie le habló cuando bajó las escaleras
con el mundo sobre sus hombros...
nadie lo escuchó salir por la puerta desvencijada,
nadie le habló cuando bajó las escaleras
con el mundo sobre sus hombros...
Nadie, le dijo que diera la vuelta a la izquierda,
nadie le gritó, le cruzó el camino,
le quitó el peso de la espalda,
le abrió el camino entre las sombras.
nadie le gritó, le cruzó el camino,
le quitó el peso de la espalda,
le abrió el camino entre las sombras.
Nadie le tomó el pulso acelerado,
nadie le bajó los humos de los ojos,
nadie le limpió las lágrimas de los labios,
nadie se percató del agujero en su cabeza,
nadie lo espera hoy.
nadie le bajó los humos de los ojos,
nadie le limpió las lágrimas de los labios,
nadie se percató del agujero en su cabeza,
nadie lo espera hoy.
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