sábado, 21 de junio de 2008

18 Meses

Ramón Cotarelo
Ese es el tiempo máximo que las autoridades pueden tenerte chapado por mera decisión administrativa si eres un "ilegal", un "sin papeles" extracomunitario. Es verdad que tienes derecho a recurrir en demanda de una revisión judicial de tu caso, pero ésta sólo se hará "lo antes posible" y no en el plazo máximo de 72 horas que proponía una enmienda de las muchas rechazadas ayer en el Parlamento Europeo. O sea, que la policía puede darte una patada y echarte del país y, para cuando llegue un auto judicial, puedes llevar año y medio retornado a tu adorable tierra natal

Con la llamada directiva de la vergüenza las autoridades comunitarias dicen que pretenden "garantizar los derechos de los inmigrantes", como reza la foto de más arriba, que he sacado de la página web del Parlamento europeo. ¿Qué derechos? ¿El de libertad de circulación, el de habeas corpus, la inviolabilidad del domicilio, el acceso a la justicia, etc? Esta doblehabla orwelliana está afianzándose en la Unión Europea. ¿No señalaba hace poco la señora Marjeta Cootman, ministra eslovena de Trabajo e impulsora de la directiva de las sesenta y cinco horas que ésta: "ofrece protección para los trabajadores y trabajadoras y flexibilidad en la ordenación del tiempo de trabajo"? Igual que la directiva sobre el retorno de los inmigrantes ilegales: una garantía para ellos. Creo que la Comisión anda buscando alguien que la ilustre sobre esa magnífica idea de hacernos pagar también por las llamadas de móvil que recibimos. Se acabó la peste de los mòviles en las cabinas de los trenes y el asiento contiguo en el autobús. Porque, con semejante ideaza, la gente utilizará mucho menos el móvil y mucho más la red, cosa que ahora no sucede. Lo dicho, una ideaza que habría que extender a todos los demás clientes: si, al pasar, el frutero te ofrece un kilo de pimientos, aunque digas que no ya le debes un porcentaje del precio; si una gitana te ofrece la buenaventura, al oírla, ya estás en deuda con ella. Y (¿por qué no?) el sello de las cartas que lo pague el que las reciba; sí señor. De acuerdo con la doblehabla, la medida podría justificarse diciendo que, de este modo, se facilita el trabajo al sector publicitario que es uno de los que tienen más "tirón" del PIB.

Los dieciséis eurodiputados socialistas españoles que votaron a favor de la directiva de la vergüenza tienen el honor de compartir voto con el Partido Popular europeo y el grupo Unión por la Europa de las Naciones aun más de derechas. Se salvan algunos, escasos, dirigentes, como José Borrell o Raimon Obiols, pero los otros síes socialistas son un baldón al que ya se ha ido acercando el PSOE al abstenerse nuestro representante en la votación de la directiva canalla de las sesenta y cinco horas.
Lo anterior, como derecho al pataleo. Viene ahora pensar en qué se dice, si es que se va a decir algo. Corre por la red una convocatoria a una huelga general creo que para el próximo quince de julio. No estaría mal: la primera huelga general montada en la red y una huelga verdaderamente internacional. ¿No somos los europeos los destinatarios finales de esa norma en protección de las garantías de los trabajadores? Bien podemos ser los europeos quienes demos una respuesta unitaria a la agresión del capital. Y, de paso, metemos lo de los inmigrantes.

jueves, 12 de junio de 2008

De conejos y elefantes



En la actualidad no resulta raro justificar la ignorancia. Es la tónica de nuestra época. Da lo mismo que da igual. Un elefante puede ser transformado en un conejo. Todo es cuestión de perspectiva, basta con una definición pragmática. Así, el único representante perteneciente a la familia de los lepóridos del genero ortalagus color gris o pardo en su estado salvaje con cabeza ovalada, ojos grandes de hasta tres kilos de peso y pudiendo medir unos 60 centímetros pierde estas características inherentes a su condición para transformarse en un “mamífero de cuatro patas, colmillos prominentes, orejas grandes, cola corta y color gris”. Sin mas propiedades que las enunciadas se considera una definición aceptable para los tiempos que corren. Es parte de una razón pragmática. El conocimiento entra en la mediocridad del saber. La enseñanza de mínimos provoca el aletargamiento de los sentidos, sobre todo el común, hasta adormecer la capacidad de raciocinio. Ya no podrá resultar extraño acudir a los parques zoológicos y oír vehementemente exclamar a padres y niños frente a la estancia de los elefantes “miren que hermoso este conejo gigante”. Es mamífero, tiene cuatro patas, colmillos prominentes, orejas grandes y cola corta. Y si existen conejos enanos, ¿por qué no conejos gigantes? Así, el mayor mamífero sobre la Tierra, de trompa musculosa, gran cabeza, cuello casi inexistente, perteneciente a la orden de los proboscidios, con un peso de más de cuatro toneladas y que llega a medir según sea asiático o africano entre 2.5 y cuatro metros de altura se equipara por arte de birlibirloque en un conejo descomunal. Para los defensores de las definiciones de mínimos y del todo vale debe ser humillante esta comparación. Con lo sencillo que resulta unificar todos los mamíferos bajo cualidades comunes. Un mismo orden, una misma familia, un mismo genero. Total son mamíferos, no hay diferencias.


Si trasladamos este argumento a la definición de conceptos sociales y al debate político, el problema adquiere dimensiones catastróficas. Con ello trato de subrayar la idea presente en algunos intelectuales, autodefinidos de izquierda, asesores de gobiernos, disque progresistas, que minimizan y restan importancia teórico en favor de una práctica dicen que apegada al terreno y los hechos. Hay que ir a lo concreto. Para dichos militantes de lo inmediato, cualquier tipo de situación donde se plantee pensar antes que actuar es ya una herejía. Un absurdo. Se cae en un mundo de abstracciones sin vínculo con el trabajo político. Preocuparse por ello, retrasa la lucha y los objetivos del movimiento contra el sistema. Es una pérdida de tiempo. Supone malgastar esfuerzos. Para que preocuparse en las definiciones y en el significado de las palabras. Al imperialismo no se le estudia, se le combate. Y si por algún menester hay que conocer sus entrañas mejor que lo hagan quienes estén autorizados para ellos. Gurús. Llegar a la vulgarización y a la mala caricatura. Una formula de acortar el camino hasta no saber cuál era el itinerario, dónde se quería llegar, ni cuáles eran los problemas planteados. Es decir se abandona el programa, el proyecto, la alternativa, el socialismo, la lucha por la liberación, la democracia, la autonomía. Todo con el proposito inmediato de subrayar la muerte del capitalismo hoy mismo. Bueno, tal vez para mañana y como mucho para la próxima semana. En definitiva, cualquier cosa es mejor que reflexionar sobre lo que se hace y cómo se hace. Pensar en ello retrasa la revolución.


Por este motivo es necesario reivindicar el rigor en la definición de los conceptos y las categorías. Restarle importancia a esta demanda es desligar la lucha teórica de la lucha política. La izquierda debe construir un lenguaje para interpretar el mundo y apropiarse de la realidad. Si no somos capaces de recrear la alternativa desde abajo, recuperando la centralidad de la política, las opciones y las agendas quedan en manos del orden dominante y del poder hegemónico. Nos vemos atrapados en sus redes. Obligados a vivir su mundo. Si no tenemos palabras propias, nuestras experiencias son vividas desde la dominación y la alienación. Como sujetos castrados dentro del mercado, el capitalismo del siglo XXI no se verá cuestionado. La lógica contrasistémica conlleva recuperar la ciudadanía política y la sociabilidad democrática desde principios éticos. No es posible la recuperación de espacios de libertad social, justicia e igualdad sin romper el lenguaje de la explotación y la colonialidad del saber.


Si en la actualidad la derecha gana la batalla por enunciar y construir la realidad, es el momento de revertir el proceso y enfrentarnos al problema. Desde hace tiempo se impone una flacidez teórica. Una indolencia intelectual. Se trata de una dejación. Da igual que los gatos sean blancos o negros, lo importante es cazar ratones. Si es así, los conceptos y las categorías no se distinguen. Basta con tener un pensamiento nuboso y miope, capaz de entrever perfiles. Muchos han picado el anzuelo y han tragado el cebo. Defensores a ultranza de conceptos como gobernanza, gobernabilidad, liberalización, reforma del Estado, biocombustibles o sociedad de la información no son conscientes de su condición de loritos repetidores. Declaman y repiten palabras minuciosamente elaboradas por fábricas de conceptos de la derecha neoconservadora en Estados Unidos y en menor medida en Europa occidental. Son consumidores compulsivos de teoría anglosajona y se sienten cómodos aceptando sus fundamentos teóricos. En otras palabras, son parte del sistema, por ello, los integra, los financia. Es una izquierda compatible, sumisa a la cual se puede financiar. Es una parte de su mundo. Comparte su lenguaje y su cosmovisión. La lucha teórica es parte de la lucha política. Una imagen no vale más que mil palabras. Mil palabras constituyen una imagen. La guerra por la palabra está servida. De ello dependen la lucha por la liberación socialista, democrática y anticapitalista.

martes, 10 de junio de 2008

Fútbol Perpetuo


Ignacio Ramonet
Le Monde Diplomatique

Va a ser un mes futbolero. En Suiza y Austria comienza, el 7 de junio, la Eurocopa. Dieciséis selecciones nacionales se enfrentan, en 31 partidos, hasta la final del domingo 29 en Viena, en el remozado recinto Ernst Happel (antiguo Estadio Prater, usado durante la Segunda Guerra Mundial como campo de detención de judíos austríacos...).

Austria espera la llegada de entre 1,5 y 2 millones de visitantes. ¡Un incremento del 25% de su población! Poca cosa sin embargo, comparado con los quince mil millones de telespectadores que verán la competición en sus receptores (1). Esa colosal masa de consumidores constituye Eldorado que muchos codician. El fútbol se ha convertido en un espectáculo de pantalla. Pertenece menos al mundo del esfuerzo físico que a la esfera de la cultura de masas. Sus estrellas son las personalidades mediáticas más universales. En el reciente Festival de Cannes, el "futbolista del siglo" Diego Maradona -a quien el cineasta Emir Kusturica ha consagrado un documental- ha sido el "divo" más aplaudido.

Y Ken Loach, uno de los más prestigiosos directores cinematográficos (ganó en Cannes la Palma de oro en 2006 con El Viento que agita la cebada ), está realizando, con otro jugador mítico, Eric Cantona, una película sobre los hinchas del Manchester United, vencedor de la última Liga de Campeones.

El fútbol es más que un deporte. Como dicen los sociólogos, es un "hecho social total". Traduce la complejidad de una época. Seduce por sus reglas sencillas. Por su combinación de talentos individuales y de esfuerzo colectivo. Es una metáfora de la condición humana. Con más perdedores que ganadores. Donde no todo es épica. Los más afanosos, como en la vida, no siempre ven sus esfuerzos recompensados. Hay reveses de fortuna, fullerías, injusticias. A menudo también malos tragos y desesperación.

Asimismo, es una alegoría de la guerra (o de la lucha por la vida). Su terminología lo delata: "atacar", "defender", "disparar", "contratacar", "resistir", "fusilar", "matar", "vencer", "derrotar". Ver un partido puede provocar ansiedad, estrés... y hasta infartos.

Es también el deporte político por antonomasia. Se sitúa en la confluencia de cuestiones contemporáneas como la pertenencia, la identidad, la condición social, e incluso -por su carácter victimario y místico- la religión. Con sus graderíos abarrotados, los estadios se prestan a los ceremoniales nacionalistas y a los rituales identitarios o tribales que desembocan a veces en enfrentamientos entre seguidores fanatizados.

Algunos califican al fútbol de "plaga emocional" o de "peste delirante". Otros siguen considerando que es el deporte-espectáculo más fascinante. Aunque no ignoran sus lacras que la globalización ha agravado. Porque ésta enardece la pasión por el dinero y valoriza sobre todo los aspectos económicos.

A propósito de la Eurocopa, los patrocinadores (bebidas, ropa deportiva, automóviles, etc.) han pagado más de 400 millones de euros. Y los derechos de difusión por televisión y telefonía móvil, adquiridos por 170 países, se han vendido por más de mil millones de euros. La FIFA dispone de un presupesto superior al de un país como Francia, y espolea el proceso de liberalización económica del fútbol.

Adidas, Nike, Puma y Umbro inundan el planeta con sus mercancías-fetiche: botas, camisetas, balones, fabricados en las zonas más empobrecidas del mundo, por obreros sobreexplotados, y vendidos a precio de oro en los países ricos. Una camiseta deportiva, que cuesta en España unos 75 euros, equivale a tres meses de sueldo de un niño-trabajador de la India. El fútbol deja ver así las contradicciones y las explotaciones que singularizan a la globalización, y sus desigualdades más manifiestas.

Algunos equipos se cotizan ahora en Bolsa como cualquier valor. De modo que lo que está en juego en ciertos partidos, sin que lo sepan los aficionados ni los futbolistas, es el alza o la bajada del precio de la acción del equipo-empresa. Por ambición de lucro, muchos millonarios invierten en clubes de fútbol. Sobre todo de la Liga inglesa. El más conocido es el ruso Roman Abramovich -el ciudadano de menos de 40 años más rico del mundo (13,7 mil millones de euros)-, propietario del Chelsea. O el multimillonario estadounidense Malcolm Glazer comprador, por más de mil millones de euros, del Manchester United. O el también ruso, Alexandre Gaydamak, de 32 años, dueño del Portsmouth, ganador, en mayo pasado, de la Copa de Inglaterra. El objetivo de estos inversores es el de aumentar al máximo la rentabilidad. Imitando el modelo del capitalismo deportivo norteamericano.

Resultado de esta globalización del fútbol inglés (que quieren imitar las demás Ligas europeas): los equipos británicos acaparan a los grandes jugadores. En el Campeonato del mundo de Alemania, en 2006, la Liga inglesa aportó el mayor número de seleccionados internacionales (14%). Y los clubes ingleses han dominado este año la Liga de Campeones. Revés de la medalla: algunos de los conjuntos más célebres, como el Arsenal, no alinean a ningún jugador inglés. Peor aún, el equipo nacional de Inglaterra no consiguió ni siquiera clasificarse para la fase final de la Eurocopa.

El mercado, el dinero y la ausencia de escrúpulos están imponiendo en el fútbol la ley del más rico. Aunque -por un mes- la Eurocopa haga ilusión, el patriotismo de las marcas privadas se está imponiendo. Así lo determina la tiranía del mercado.

A veces se califica de "opio del pueblo" a la religión para subrayar su función alienante y su vocación de distraer a la gente de la explotación a la que es sometida. El fútbol tiene hoy idéntica función. Por eso la globalización quisiera condenarnos, en cierto modo, a fútbol perpetuo. Para domesticarnos. Para que nunca despertemos de la nueva enajenación. ¿Hasta cuándo?

Notas: (1) En audiencia acumulada.

lunes, 9 de junio de 2008

¿Políticos hipócritas?


Hace alrededor de un mes, el diario EL PAÍS publicaba esta noticia en la que se pone de manifiesto, una vez más, la hipocresía ¿natural? del género humano, potenciada sin límite por el ansia de poder, y que en los últimos lustros presenta un especial índice de concentración geográfica en el Levante español.

La lectura de noticias de este tipo, da lugar normalmente al vulgar comentario de que los políticos son todos unos corruptos, el cual no voy a entrar a criticar porque sea falso, sino más bien porque viene a ser una verdad a medias. Una verdad a medias porque trata de ocultar el problema real de fondo, que no es otro que los políticos son el reflejo de una sociedad; son los individuos que se salen del grupo para tratar de liderarlo, representarlo, gobernarlo, en nombre del grupo al que pertenecen. No son una estirpe diferenciada del resto de la sociedad, ni semidioses que posean especiales características. Por lo tanto, cuando decimos que los políticos son unos corruptos, lo que tenemos que ser capaces de ver, es que éstos no están sino actuando como actuaría hipotéticamente cualquier otro individuo de la sociedad a la que pertenecen si estuviera en el lugar del político.

No vale, pues, mantener la fácil actitud de "los políticos son todos unos corruptos", sin más, como excusa para huir de calentarse la cabeza y entrar en el mundo de la reflexión política o filosófica, precisamente porque cuando lo hacemos caemos en la misma actitud hipócrita que estamos denunciando, eludiendo nuestra responsabilidad como seres sociales y convirtiéndonos en meros idiotas aristotélicos, al tiempo que demostramos la fatal escasez de esa hoy en día extraña cualidad que antaño se denominaba integridad.

El renacer del idiota social

Marcos Roitman Rosenmann
La Jornada

Hay voces en la academia, la política, y los medios de comunicación que tergiversan los hechos del continente. Son parte de una propuesta de la derecha por imponer relatos maniqueos tendentes a despojar al sujeto de su memoria histórica republicana. Manipulan la realidad según convenga a sus intereses. En este horizonte dirigentes, estadistas, sindicalistas o representantes de movimientos sociales caerán en el saco de lobos con piel de corderos. El mundo se presenta dualmente. El orden y el caos. La luz y la oscuridad. La economía de mercado y el estatismo comunista. La globalización y la autarquía. Paz y seguridad versus terrorismo e inseguridad. Se construye un lenguaje para atacar a las “hordas” antisistémicas y un itinerario cuya hoja de ruta es el aniquilamiento y la destrucción del diferente. Las armas utilizadas son el liberalismo doctrinal, el pensamiento conservador, la sociobiología, la desarticulación de la teoría, la pérdida de la centralidad política y el desánimo de la razón. Se presentan como un frente único para conquistar un nuevo edén. Sus imágenes son las buenaventuras del capitalismo y sus megaproyectos. Obras faraónicas de adoración y procesión transformadas en tótems para la satisfacción de los nuevos dueños del planeta. Urbanizaciones de lujo, campos de golf, torres de cientos de metros, etcétera. La felicidad completa, cuya máxima expresión se dibuja en levantar centros comerciales donde las personas puedan vivir en ellos. Son los auténticos nichos de la virtud del mercado. Extensiones donde encontramos hoteles, restaurantes, cines, entidades financieras, gimnasios, joyerías, agencias de viaje, supermercados... La imagen perfecta para la actual era del consumidor que vive en su interior adaptándose a sus códigos. Su personalidad se flexibiliza para adorar marcas comerciales de comida basura, prendas de vestir, coches, etcétera. En su interior se consolida la mutación del ciudadano al idiota social. Es el proceso de atomización y pérdida de identidad colectiva. La sustitución de la memoria social por el deseo de compra y autismo individualista. El retorno del Idión aristotélico.

En tal lógica, los políticos adscritos a este orden tratan de producir el mayor número de idiotas sociales posibles. Buscan dar continuidad al proceso. Los consumidores deben sentirse en un paraíso terrenal. En dicho mundo, las expectativas, los deseos, las esperanzas, los objetivos de cambio, y las depresiones se superan individualmente. El remedio es satisfacer la angustia por medio de la compra y venta de objetos disponibles en tiendas y en la imaginación. Si le acosan en el trabajo, si le despiden, si violencia de genero, si explotación de clase, si alienación social, no actúe colectivamente. No se proponga un proyecto alternativo de liberación, no critique el sistema. No aluda a los mecanismos de dominación. Solucione el problema por la vía individual. Presente una queja en la oficina del consumidor o vaya al centro comercial más próximo, cómprese una camisa, una corbata, tíñase el pelo y cambie de peinado. Dese algún gusto culinario y machaque el cuerpo. Chocolate, helados, una hamburguesa. Si está muy agobiado y necesita desfogarse termine haciendo yoga en el mismo centro comercial. Y en el medio plazo contrate allí unas vacaciones en playas exclusivas, con todo incluido, la fuente de la juventud. Tratamientos de última generación a precio de oro, en cómodas cuotas mensuales. Si tiene necesidades erótico-festivas piense en turismo sexual. África, Asia, Europa del este, América Latina, Oceanía. Los cinco continentes. No existe como ciudadano. No posee dignidad, ni memoria histórica, ni voluntad, es un consumidor. En definitiva su cuerpo es todo un amasijo para el mercado. Lo posee de manera integral, de los pies a la cabeza. Lo dicho también incluye a los pobres, recuerden a Hernando de Soto, el autor de Otro sendero y El Misterio del capital, el individuo más preocupado por ellos. Según su propuesta, pueden participar de la bacanal a su manera. Deben capitalizar su miseria. Su buenaventura consiste en pasear por los centros comerciales y proyectar su frustración deseando cambiar de estatus. Deben transformar su ahorro en bienes de capital. Sus céntimos conseguidos en los semáforos vendiendo baratijas. Los vendedores de baratijas los convertirán en empresarios del mañana y los niños tragafuegos serán los dueños del Circo de Moscú. Deben proyectar su optimismo bajo el discurso de la igualdad de oportunidades y la movilidad social ascendente. Es el discurso ideológico de la perseverancia, acompañado de iniciativa y preparación, factores suficientes para romper el círculo de la pobreza. El gran mito del capitalismo que tan buenos resultados brinda a sus ideólogos y acólitos.
En esta situación se deben soltar lastres. No piense, déjese llevar por la ola del consumo y transfórmese en un consumidor responsable, obtendrá dividendos y vivirá relajado. Acepte con gusto los mensajes del mercado de las ideas. Créase a pies juntillas que un gobernante corrupto y mentiroso como el actual presidente de Colombia, Álvaro Uribe, es un demócrata ejemplar a pesar de las pruebas que lo vinculan con los narcotraficantes, los paramilitares y lo reconocen como responsable de la muerte de decenas de compatriotas. Piense en la inmaculada acción de gobierno de Salinas de Gortari y Zedillo en México y no en sus vínculos con la mafia y su participación en la represión en Chiapas o Acteal. Tampoco crea la verdad del origen espurio del poder del actual presidente Felipe Calderón. Acepte que hubo irregularidades, no fraude, eufemismo para no caer en la degradación más absoluta. Sólo superada por la designación del secretario de Gobernación, que usó pasaporte español, urdió la trama para manipular la partida de nacimiento de sus padres, pero continúa en el cargo. Sin embargo, se definen portadores de la moral del mercado, que no es otra que la del idiota social, por ello han perdido la dignidad y la condición de ciudadanos. Han decidido borrar su conciencia. Proyectan el paraíso del consumo como la nueva solución final. La actual política consiste en fundar un orden con gobernantes mediocres de pensamiento sistémico. Plutócratas manipulables por quienes manejan los hilos del poder real se muestran sumisos ante el fuerte y acaban humillados y sodomizados en el mercado. El imperialismo lo sabe, transformados en idiotas sociales son presidentes o líderes de la oposición de la política de arriba.

viernes, 6 de junio de 2008

MANIFESTACIÓN EN APOYO AL PATIO MARAVILLAS

CONVOCADA UNA MANIFESTACIÓN EN APOYO AL PATIO MARAVILLAS ANTE LA POSIBILIDAD DE UNA ORDEN JUDICIAL DE DESALOJO

Madrid, 7 de junio, 18:00, Plaza de España

Con los lemas "Por la autogestión: defendamos nuestra ciudad, defendamos nuestros barrios" y "El Patio no se cierra, Malasaña no se vende", el Espacio Polivalente Autogestionado El Patio Maravillas ha convocado a una manifestación en defensa de su proyecto de autogestión y participación ciudadana. Adopta así una actitud activa con el fin de evitar un posible desalojo del edificio okupado desde hace 10 meses en la calle del Acuerdo número 8, en el barrio de Malasaña y, en cualquier caso, el de dar continuidad al proyecto allí iniciado.

Demandas de la Carta de apoyo al EPA El Patio Maravillas:

1) Que no se produzca ningún desalojo más, ni el del Patio ni el de ningún otro espacio okupado.

2) Que la okupación deje de ser considerada un delito para pasar a entenderla como una expresión del conflicto político producido por la negación sistemática de derechos fundamentales y de vías para la participación activa de la ciudadanía.

3) Que las instituciones públicas asuman su responsabilidad en tanto que garantes del principio de utilidad social de los bienes inmuebles

a) reconociendo que los procesos de autoorganización ciudadana puestos en marcha mediante prácticas de desobediencia civil como la okupación generan mecanismos y herramientas de participación política (como, por ejemplo, los centros sociales) que son vías para la democratización de la sociedad.

b) persiguiendo a quienes especulan a costa de los derechos de la mayor parte de la ciudadanía, mediante herramientas como la expropiación forzosa.

c) interviniendo para garantizar el acceso universal a estos bienes y derechos fundamentales.
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El EPA El Patio Maravillas es un centro social okupado desde el mes de julio de 2007 en el popular barrio madrileño de Malasaña. En las últimas semanas se ha conocido que la denuncia presentada por el propietario del edificio, Leopolodo Arnaiz Eguren, presidente y administrador de las empresas Grupo 2 Reunidos y Arnaiz consultores (acusado en varios casos de corrupción urbanística, por ejemplo, en Boadilla del Monte) había prosperado lo suficiente como para que el juez encargado pudiera ordenar en cualquier momento un desalojo cautelar del edificio y el fin de las actividades sociales y culturales que en él tienen lugar.

Desde entonces se ha puesto en marcha una campaña de recogida de apoyos que ya lleva más de 2500 firmas individuales y varias decenas de organizaciones políticas, sociales, vecinales y culturales de Madrid (entre ellas la Asamblea Ciudadana del Barrio de Universidad y la FRAVM) y de otras partes del país.

Por otro lado, el pasado lunes 19 de mayo 150 personas presentaron, ante el juzgado nº 48 de Madrid, autoinculpaciones en las que afirmaban ser partícipes de la experiencia del Patio Maravillas, con la intención de ser reconocidos como parte en un posible proceso jurídico-político, y con la voluntad de trasladar el debate sobre el uso de los espacios vacíos al conjunto de la sociedad, mostrando el carácter multitudinario de este proyecto y su incidencia en la vida diaria del barrio de Malasaña y la ciudad de Madrid. Hasta el momento no se ha producido respuesta a esta petición. Junto a estas declaraciones se presentó un dossier de más de 500 páginas recogiendo una parte de las innumerables actividades realizadas en el centro social a lo largo de estos 10 meses.
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La prensa será atendida al comienzo de la manifestación en Plaza de España, el sábado 7 de junio a las 18 h. Mientras tanto, para contactar con el Centro de Medios de El Patio Maravillas:
prensa@patiomaravillas.net
622 881 242

Centro de Medios del EPA El Patio Maravillas
www.patiomaravillas.net
C/ Acuerdo, 8
Malasaña – Madrid

domingo, 1 de junio de 2008

El Estado, a hostias

Javier Ortiz
Público

Recordaba anteanoche, hablando con Eduardo Galeano, lo que respondió un detenido político de la época del franquismo cuando los agentes de la dictadura comenzaron a interrogarlo en la Dirección General de Seguridad y le conminaron, como primera providencia, a declarar dónde vivía. “Da igual”, dijo. “Si voy a tener que dejar de responder a sus preguntas cuando me hagan la sexta o la séptima, mejor me quedo en la primera. No les voy a dar mi domicilio, así que pueden empezar a pegarme ya”. Lo hicieron a conciencia durante cinco días. Pero el atestado final de la Brigada Político-Social (que así se llamaba aquel repugnante cuerpo policial) dejó constancia de ello: “Fulano de Tal, de domicilio desconocido…”

Mutatis mutandis, ésa debería ser la historia del Gobierno español con la Iglesia católica, cuyo Santo Oficio fue maestro en ese tipo de interrogatorios. Da igual en qué punto Zapatero decida cerrarse en banda ante las presiones y chantajes de la Conferencia Episcopal. Va a atacarle igual, y con la misma saña. ¿Para qué esperar a la sexta o a la séptima? ¡Plántese en la primera, que el resultado será el mismo, pero más digno! Cuando cede terreno, no sólo incumple sus teóricos principios laicos, sino que además hace el bobo.

Fue penoso oír el martes en el Congreso de los Diputados a Ramón Jáuregui, secretario general del Grupo Parlamentario Socialista, argumentar por qué el Gobierno no va a apoyar ninguna norma para excluir los símbolos católicos de las paredes de los locales y de las ceremonias del Estado. Según él, la dejación de esos símbolos tiene que ser una conquista de la sociedad civil, no algo que venga dictado por una norma legal. ¿Qué clase de argumento es ése? ¿La Declaración Universal de los Derechos Humanos no debería existir, porque trata de asuntos que deberían ser conquistas de la sociedad civil? Todo aquello que la mayoría social conquista merece ser refrendado y consolidado por la ley.No juguemos a mantener el entuerto: el Estado español no es católico, por más que en España haya muchos católicos. Las religiones y los ateísmos son asuntos privados. Y como tales deben ser tratados.

El diario EL PAÍS, ¿propaganda de la ultra derecha?

En el día de hoy, domingo 1 de junio de 2008, ha tenido lugar una manifestación del partido fascista Democracia Nacional en el centro de Madrid. Ante esta manifestación de la ultraderecha, que no ha sido la primera ni será la última que goce del beneplácito y la permisibilidad de las autoridades públicas madrileñas, la comunidad antifascista (que había pedido permiso a esas mismas autoridades para celebrar otra marcha y se lo habían denegado, una vez más) se disponía a evitar la celebración fascista, a lo que la policía ha respondido agrediendo a los antifascistas y protegiendo a los fascistas, en un caso más que nos demuestra la calaña de autoridades que rigen y gestionan nuestra “res publica”.

En adición a todo ello, EL PAÍS publica un artículo cubriendo la noticia en el que aplica un doble rasero a la hora de referirse a unos y a otros, al tiempo que culmina su labor dando voz a Democracia nacional, publicando los lemas de su manifestación y las declaraciones vejatorias de su presidente, mientras silencia el mensaje de los antifascistas. La noticia comienza señalando que la policía ha tenido que actuar para evitar que unos jóvenes violentos de ultra izquierda reventaran el acto de Democracia Nacional, en claro tono defensor de éstos últimos y con formas vejatorias hacia los antifascistas. Para terminar de hacer bien su trabajo de propaganda de la ultra derecha, y dejar clara, una vez más, la pobreza ética, moral e informativa de este diario, el artículo concluye dando voz a los fascistas mientras silencia a los anti fascistas, al citar las proclamas que los primeros lanzaban en la manifestación y permitir a su líder, el presidente de Democracia Nacional, expresar sus insultos hacia los antifascistas, hacia el gobierno, y hacia todo aquel que no se pliegue, como el citado diario, a publicitar su mensaje fascista.

¿Hasta cuándo vamos a seguir aguantando? ¿Dónde está la vara de medir en la que situar un umbral de permisibilidad y tolerancia hacia estos fascistas? ¿Hasta dónde llega su impunidad(de mometno ya los portege la policía)? ¿Vamos a dejarlos crecer hasta que lleguen al gobierno como en Italia, a la sombra de Berlusconi? ¿Qué tiene que pasar, pues? ¿Acaso no es suficiente alarma el alto número de agresiones realizadas por personas que pertenecen al partido Democracia Nacional, como para plantear un debate serio de dónde está el límite?