miércoles, 25 de mayo de 2011

La revolución en tu mirada.

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El aire era más fresco y más limpio que en otras ocasiones.

Parecía más ligero que nunca; nos podía transportar mecidos en sus ráfagas de colores.

El eterno gris de la ciudad había cedido terreno a la primavera;

pudiera ser que a partir de ahora, se retomaran viejas y añoradas tradiciones.


Hasta aquella mañana, esas calles nunca habían estado tan iluminadas.

Los destellos brotaban de todos los rincones, anunciando la llegada de nuevos aires.

Hasta las bisagras de las viejas ventanas remozaban con un resplandor inédito.

Los vencidos en tantas batallas celebraban desde sus refugios la muerte del idion social.   

Ese día, la gran urbe se quitó un puñado de lustros de encima.

Indignada, olvidó que desde hacía tiempo se hallaba secuestrada por el fetichismo de lo propio y lo privado.

Brillando con una fuerza infinita que hacía temblar los grilletes del sentido común,

recuperó la ilusión perdida hacía tanto tiempo en alguna cuneta que sólo algunos recuerdan. 

La chispa de tu mirada se contagió como una negra peste y floreció toda una ciudad de ilusión y de esperanza.

Los viejos del lugar no daban crédito, las lágrimas resbalaban por su agrietadas mejillas, desgastadas tras tanta lucha infructuosa.

El júbilo, antaño congelado, inundaba ahora sus corazones, cansados de latir entre la mediocridad del asfalto que todo lo sepulta.

Sin duda, los periódicos tenían una gran noticia para sus primeras planas, algo que todos querrían recordar; merecía la pena soñar.


Durante los meses siguientes, las gentes vivirían libando el maná de la esperanza nacida ese día.

Al fin había llegado la primavera a Madrid, sin previo aviso, como suceden las cosas que marcan la vida de uno.

Lo había hecho con la energía con que, en anárquico orden, nacen las revoluciones dignas de mención en los libros de Historia.

Lo había hecho con toda la fuerza de esos ojos de olivo tan lindos, tan infinitos, tan tuyos.


Esos ojos que me dejaron ver nacer la revolución en tu mirada.

1 comentario:

Anónimo dijo...

...y que siempre nos perdure esa primavera del 2011 dónde el pueblo a vuelto a estar más unido que nunca. Un beso y toda la fuerza para seguir adelante con esta lucha!!