¿Cambios en el modelo de liderazgo de Venezuela?

Parece ser que la enfermedad del Presidente Hugo Chávez ha hecho replantear algunos de los postulados que habían caracterizado sus gobiernos desde 1999. Uno de ellos era la extremada concentración de cargos y responsabilidades en la figura del Presidente de la República, lo que en ocasiones ha sido criticado por intelectuales y politólogos al considerar que podría ser un punto débil para una revolución todavía joven y demasiado dependiente, innecesariamente, de un líder. Uno de los politólogos que dio un paso al frente para analizar este fenómeno fue Juan Carlos Monedero, quien eligió el término “hiperliderazgo” para dar nombre a esa concentración excesiva de funciones en el Presidente:

JUAN CARLOS MONEDERO
EL FANTASMA DEL HIPERLIDERAZGO

“Creo que es propio de países con escaso cemento social, con un débil sistema de partidos democráticos y con amplios porcentajes de exclusión. El hiperliderazgo permite situar una alternativa frente a lo que llamamos la selectividad estratégica del Estado. Siempre la burguesía, los poderes del antiguo régimen tienen el aparato del Estado y en ese sentido creo que, pese que se asalta el Estado, no se tiene ni mucho menos el poder. En ese sentido entiendo que el hiperliderazgo desempeña un papel importante, tiene la ventaja de articular lo desestructurado y de juntar los fragmentos, con formas de lo que llamaba Gramsci “cesarismo democrático”, que tanto ayudan a retomar el rumbo de la revolución en momentos de vacío político o de confusión ideológica.

Pero ese liderazgo también viene con problemas. El hiperliderazgo desactiva, en última instancia, una participación popular que puede confiarse en exceso en las capacidades heroicas del liderazgo”.

En 2009 Monedero fue uno de los intelectuales que participaron en el foro de Intelectuales, Democracia y Socialismo patrocinado por el Centro Internacional Miranda celebrado en julio, donde hizo públicas sus conclusiones acerca del hiperliderazgo, así como algunas críticas sobre lo que para él, todavía es “una revolución bonita”. Las críticas le costaron a Monedero, hasta entonces habitual asesor del Presidente Chávez, un tirón de orejas y un distanciamiento entre ambos que se alargaría en el tiempo. En estos dos vídeos podemos ver parte de la intervención de Juan Carlos Monedero, así como la respuesta que dio el Presidente Chávez:

Sin embargo, a mediados del mes de julio, ya siendo de conocimiento público la enfermedad del Presidente Chávez, Juan Carlos Monedero acudió a un programa de la televisión venezolana para hablar sobre el 15M. En mitad de su intervención el Presidente Chávez quiso realizar una llamada al programa para hablar directamente con Monedero, e hizo reconocimiento público en el mismo momento de cuán grande había sido su error de no admitir las críticas de Monedero en 2009 hacia el hiperliderazgo del Presidente Chávez. Ante estas afirmaciones, Chávez, afirma haber aprendido y comprendido ahora lo que en su día se le echó en cara, así como también reconoce haber iniciado ya un proceso de delegación de sus funciones en varias personas, lo que para muchos supone un replanteamiento nada superficial de un sistema político que parece hasta el momento haber sido configurado a imagen y semejanza de su líder. En este vídeo vemos, en torno al minuto 24, el momento en que Chávez reconoce su error:

Los próximos tiempos nos demostrarán si realmente este hiperliderazgo que ha caracterizado hasta hoy el sistema político venezolano consigue reformularse para dar mayor protagonismo al pueblo y, en todo caso, a otros actores políticos en detrimento de la figura presidencial. De conseguirlo, habrá ganado una batalla esencial para todo proceso que digne de llamarse revolucionario, la de no quedar atada a sus líderes, algo que ya ha sucedido en otros procesos como, sin ir más lejos, Cuba.