martes, 19 de agosto de 2008

Walking around

Sucede que me canso de ser hombre.
Sucede que entro en las sastrerías y en los cines
marchito, impenetrable, como un cisne de fieltro
Navegando en un agua de origen y ceniza.

El olor de las peluquerías me hace llorar a gritos.
Sólo quiero un descanso de piedras o de lana,
sólo quiero no ver establecimientos ni jardines,
ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores.
Sucede que me canso de mis pies y mis uñas
y mi pelo y mi sombra.
Sucede que me canso de ser hombre.
Sin embargo sería delicioso
asustar a un notario con un lirio cortado
o dar muerte a una monja con un golpe de oreja.
Sería bello
ir por las calles con un cuchillo verde
y dando gritos hasta morir de frío

No quiero seguir siendo raíz en las tinieblas,
vacilante, extendido, tiritando de sueño,hacia abajo, en las tapias mojadas de la tierra,
absorbiendo y pensando, comiendo cada día.
No quiero para mí tantas desgracias.
No quiero continuar de raíz y de tumba,
de subterráneo solo, de bodega con muertos
ateridos, muriéndome de pena.

Por eso el día lunes arde como el petróleo
cuando me ve llegar con mi cara de cárcel,
y aúlla en su transcurso como una rueda herida,
y da pasos de sangre caliente hacia la noche.
Y me empuja a ciertos rincones, a ciertas casas húmedas,
a hospitales donde los huesos salen por la ventana,
a ciertas zapaterías con olor a vinagre,
a calles espantosas como grietas.
Hay pájaros de color de azufre y horribles intestinos
colgando de las puertas de las casas que odio,
hay dentaduras olvidadas en una cafetera,
hay espejos
que debieran haber llorado de vergüenza y espanto,
hay paraguas en todas partes, y venenos, y ombligos.
Yo paseo con calma, con ojos, con zapatos,
con furia, con olvido,
paso, cruzo oficinas y tiendas de ortopedia,
y patios donde hay ropas colgadas de un alambre:
calzoncillos, toallas y camisas que lloran
lentas lágrimas sucias.
Pablo Neruda

Lucidez

Sabemos pero olvidamos que sabemos para seguir viviendo, para seguir viviendo en una ilusión. Sin embargo, esa ilusión no siempre dura, y no sobrevivirá a una chispa de lucidez, por leve que sea.


Extraido de la película Lugares Comunes

lunes, 18 de agosto de 2008

Instrucciones para fabricar un terrorista

-Despójelo de agua y comida-

-Rodee su casa con armas de guerra-

-Atáquelo por todos los medios y a todas horas, especialmente por las noches-

-Demuela su casa, arrase sus tierras, mate a sus seres queridos, especialmente a los niños, o déjelos mutilados-
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-Felicidades: ha creado usted un ejército de hombres-bomba-

lunes, 11 de agosto de 2008

Las cosas en alto y en claro

Julio Anguita en Zaragoza en 2006

España: la actualidad virtual

Javier Ortiz
Público
Cualquiera que por culpa de su vida laboral o social se haya visto obligado a asistir a unas cuantas reuniones supuestamente solemnes y decisorias –a mí me ha tocado acudir a un buen puñado de ellas– sabe por tediosa experiencia que, salvo rarísimas excepciones, quien fija el orden del día acaba conduciendo el encuentro por donde más le conviene.

Establecido el cauce, las aguas (salvo que lleguen desbocadas) lo siguen mansamente.

La actualidad informativa funciona de modo similar. Quien consigue fijar el orden del día de los medios de comunicación, quien no sólo logra determinar qué es importante, sino también qué importancia relativa merece (o no merece) cada asunto, es quien al final pone a su servicio eso tan vaporoso pero tan decisivo que llamamos opinión pública. Porque es él quien condiciona de qué se habla no sólo en las tertulias de las emisoras de radio y televisión, sino también en las barras de los bares, en las peluquerías, en los puestos del mercado... y hasta en las colas del Inem. Es él quien cocina los caldos en los que se cuecen los votos.

Miro los principales titulares de los noticiarios de estos días: que si De Juana esto, que si De Juana lo otro... ¡Caramba con De Juana! A juzgar por la importancia y la extensión que se concede a todo lo relacionado con él, cualquier estornudo suyo, real o supuesto, tiene más trascendencia social que la carrera desbocada de los precios, el incremento del paro, la subida de las hipotecas y la brusca restricción de expectativas laborales y sociales de la gran mayoría.
Claro que De Juana no tiene la exclusiva: están también los Juegos Olímpicos de Pekín, las insolencias de Chávez (que hasta es capaz de declararse dispuesto a comprarle a Botín algo que Botín quiere vender), el acoso que sufre la lengua castellana ante los embates conjuntos del catalán, el euskara, el gallego, el aranés y la fabla... y, claro está, las impertinencias del tripartito catalán, al que le ha dado por reclamar que se cumpla el Estatut cuando le toca.
Todo sea con tal de que nos amoldemos a una actualidad virtual, que suplanta a la que nos asalta en carne y hueso cada día.