martes, 26 de julio de 2016

Matar las tardes.

Esta no es la embajada del reproche
ni el vademécum de lo que perdí,
para que llueva, para ser de noche,
es condición sine qua non to be

or not to be, como intuyó el bolero
calavera de un príncipe danés,
se equivoca la urgencia y el te quiero
que no vuelve la ausencia del revés.

Escribo solo por matar las tardes,
por no ponerme a deshacer maletas,
por no arrastrarme por las estaciones,

por no andar, como el rey de los cobardes,
mustio, con un ramito de violetas,
en el sepelio de las decepciones.

Letra: Joaquín Sabina

Voz: Sole Giménez e Ismael Serrano

Guitarra: Pedro Guerra

sábado, 23 de julio de 2016

Diego Cañamero, el poder y la televisión.

Jesús Quintero entrevistó hace años a Diego Cañamero, hoy diputado por Podemos y que ha sido objeto de burlas esta semana en diversas cadenas de televisión, desde donde algunos presentadores y tertulianos se jactaban de su condición de jornalero.

La parte mala es que lo que esos voceros del poder escupen por la televisión no es sino símbolo de una España rancia, clasista, que todavía hoy nos cuesta quitarnos de encima y cuyo discurso (de clase), por desgracia, encuentra todavía un eco resistente en muchas personas. Son aquellos individuos que, voluntaria o involuntariamente, se entregan a ese cáncer que Anguita denominaba “pereza intelectual” y se muestran encantadas a que la política se la hagan desde arriba.

La parte buena es que eso ya lo sabía Cañamero hace años, como relata en este extracto de la entrevista, por lo que ya entonces se dedicaba a denunciar la televisión como herramienta de dominación social. No en vano, el sociólogo Pierre Bourdieu dedicó parte importante de su obra a estudiar la relación entre el Poder y la dominación que se ejerce a través de los medios de comunicación.

Dudo que a través de mofas infantiles le puedan hacer daño de algún tipo a él o a todos los que sabemos lo que es ser estigmatizados por nuestra estética (rastas, coleta, etc.)  o por defender con coherencia e integridad unas ideas determinadas.

Cabalgamos en todas direcciones
en pos de alegrías y negocios;
pero siempre ladran detrás
y ladran con todas sus fuerzas.
Quisieran los gozques del establo
acompañarnos todo el tiempo,
pero el ruidoso sonido de sus ladridos
sólo demuestra que cabalgamos
.

Kläfer, Goethe (1808)