domingo, 27 de marzo de 2011

Historia de un letrero.

El corto que cuelgo a continuación se hizo con el premio al mejor cortometraje en el Festival de Cannes 2008. Se trata de una obra mexicana en la que queda patente la importancia de una buena comunicación para conseguir el objetivo que buscamos, además de regalarnos una banda sonora preciosa.



Al margen del valor del corto, cabe mencionar que se trata de un caso flagrante de plagio de otro corto español, realizado 2 años antes. En el siguiente vídeo podemos comprobar las enormes similitudes existentes entre ambos:

jueves, 24 de marzo de 2011

Por una universidad Laica

acto cívico laicista

El próximo viernes 25 de marzo,

de 18.00pm a 20.00pm

en la Biblioteca Histórica Marqués de Valdecilla de

la Universidad Complutense de Madrid.

Calle Noviciado, nº3.

 

Con representantes del mundo del arte y la cultura,

los derechos de las mujeres y LGTB, la investigación y la docencia 

 

Los medios de comunicación de la derecha extrema y el Gobierno de la Comunidad de Madrid se han lanzado, con motivo de una performance laicista pacífica en la Universidad Complutense de Madrid, a una campaña de desprestigio de la universidad pública, de interferencia en la autonomía universitaria y de insultos al Rector y a los estudiantes. Todo ello con la campaña electoral al rectorado como revelador telón de fondo.

La presencia de capillas de la Iglesia Católica en las universidades públicas es la herencia de siglos de privilegios otorgados a esta institución por parte de los poderes públicos, y resulta incompatible con un Estado democrático que trate a todos los ciudadanos por igual con independencia de sus credos. La furibunda reacción de los sectores más conservadores ha reabierto el debate sobre las prerrogativas de una institución caracterizada por su resistencia al progreso científico, la igualdad de mujeres y hombres y la diversidad sexual.

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Estimadas y estimados, este viernes celebraremos un acto reivindicativo en defensa de una universidad pública y laica. con motivo de los acontecimientos ocurridos durante las últimas semanas, se ha abierto un importante debate sobre la continuidad de las prerrogativas de la iglesia católica en los espacios académicos de carácter público.

Con este encuentro queremos, además, escenificar nuestro apoyo a los alumnos de la facultad de ciencias políticas y sociología de la ucm detenidos el pasado viernes 18 de marzo. del mismo modo, hacemos un llamamiento especial al resto de las comunidades universitarias y a los distintos sectores de la sociedad civil, colectivos y movimientos sociales para su participación en la construcción de una universidad abierta, plural y diversa. Sabemos de las complicaciones que la fecha y la hora pueden suponer, por eso mismo, os pedimos un esfuerzo y os invitamos a participar en el acto.

A continuación se adjunta la convocatoria. por favor, rogaríamos la máxima difusión entre aquellos de vuestros contactos que pudieran estar interesados. quien quiera también adherirse al manifiesto promovido, puede hacerlo en el siguiente enlace: http://unilaika.blogspot.com/

Un cordial saludo y gracias por vuestra atención.

viernes, 18 de marzo de 2011

Al menos cuatro detenidos por la 'performance' en la capilla de la Complutense.

Fuente: Kaosenlared.Net

Una chica y tres chicos han sido detenidos esta mañana por la protesta estudiantil realizada el jueves de la semana pasada en la capilla de la facultad de Psicología de la Universidad Complutense (UCM), según han confirmado fuentes de la Asociación Contrapoder a Público.es.

La Policía se ha personado en el domicilio de los arrestados para proceder a las detenciones. Podrían permanecer arrestados hasta 72 horas en la sede regional de la brigada de información de Moratalaz, Madrid.

Precisamente hoy se va a oficiar una misa de desagravio en la capilla del campus de Somosaguas de la Universidad Complutense.

El "ataque", que motivó la queja del Arzobispado, consistió en leer un manifiesto de rechazo a la doctrina eclesiástica mientras las estudiantes se retiraban unos velos y con las camisetas levantadas mostraban consignas pintadas en su abdomen. Todo ello, ante el capellán y dos estudiantes que rezaban en ese momento.

"Defendemos el derecho individual de cada uno a tener la creencia que considere oportuna, pero nos parece intolerable la presencia de una institución religiosa, sea cual sea, en una universidad pública", explicaban hace cuatro días a Público.es fuentes próximas a los estudiantes.

La Iglesia en la universidad

Sobre la permanencia de la capilla en el recinto, los alumnos de la UCM consideran que se debe a la dependencia económica que tiene la universidad con la Iglesia. "La capilla no recibe fondos públicos, pero la Iglesia financia proyectos de investigación en la Complutense, de ahí que se mantenga en el campus", denuncian esas mismas fuentes, un extremo que niegan desde el rectorado. "La relación con la Iglesia es de colaboración y respeto y no va más allá de las cuatro capillas que quedan en toda la Universidad", han asegurado a la vez que condenan lo sucedido y reiteran la "necesidad de mantener el respeto a la pluralidad de cultos y creencias religiosas".

La UCM abrió expediente informativo para delimitar responsabilidades.

Asesoría jurídica

La Asociación Madrileña de Ateos y Librepensadores se ofreció hace unos días a prestar apoyo jurídico a los que se vieran inmersos en procedimientos legales por las reivindicaciones en el campus.

En declaraciones a agencias, el presidente de la Asociación declaró que "El rector ha manifestado que no le gusta la presencia de la capilla en la Universidad, pero sin embargo no ha hecho nada para evitarlo".

ESTA TARDE, CONCENTRACIÓN DE APOYO A LOS COMPAÑEROS/AS:

TODAS CONTRA LA CRIMINALIZACIÓN DEL FEMINISMO: NO AL MACHISMO EN LA FACULTAD NI A LAS INSTITUCIONES QUE LO RESPALDAN

El pasado jueves 10 de Marzo, un grupo de feministas realizó una acción que consistió en ir en procesión hasta la capilla de Somosaguas simbolizando el papel sumiso que se le otorga a la mujer desde la iglesia, que atraviesa nuestra cultura occidental, aun sin ser creyentes. El hecho de que el pañuelo morado estuviera presente en su acción fue una manera más de reivindicarla como feminista. Al llegar a la capilla el grupo entró de forma no violenta, sin atacar a las personas que se encontraban en el interior. Allí hicieron un círculo de mujeres y/o lesbianas y leyeron un comunicado en el que se explicaba cómo la iglesia actúa como una institución que promulga unos valores machistas y heteropatriarcales. A continuación citaron frases pertenecientes a instituciones y figuras íntimamente relacionadas con la iglesia que sentencian y criminalizan los cuerpos. Tras la lectura, la mayoría de las que allí estaban decidieron desnudarse de cintura para arriba mostrando los mensajes que tenían escritos en sus torsos, con la intención de reivindicar la reapropiación de sus cuerpos y la identidad de cada una. En ese momento, entre lemas y consignas feministas, algunas mujeres empezaron a besarse visibilizando el lesbianismo.

Tras la presión política y mediática, se ha abierto un proceso de criminalización y repercusiones legales contra las compañeras. A su vez, instituciones y partidos que respaldan el machismo, han convocado una misa de desagravio en la capilla de Somosaguas acompañado por un pasa-campus.

En solidaridad con las compañeras, convocamos una concentración pacífica mañana viernes 18 de Marzo a las 12 horas en el hall de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología.

Para llegar en transporte público: autobús A en Moncloa, el H en Aluche o el I en Ciudad Universitaria o en metro ligero, en la parada Campus de Somosaguas.

POR TI, POR MI, POR TODAS NUESTRAS COMPAÑERAS.

Estudiantes de Somosaguas. ¡ACUDE Y DIFUNDE!

lunes, 14 de marzo de 2011

Juan Carlos I. El último Borbón

[ACTUALIZADO MARZO 2011]

En vista de los numerosos comentarios recibidos por esta entrada, publicada hace aproximadamente dos años, he considerado conveniente actualizarla con un vídeo -al final- que, cuando menos, resulta aclaratorio. En él se relatan los hechos acaecidos en la segunda mitad del año 1975 en torno a la cuestión del Sáhara Occidental, entonces colonia española. Razones hay para no ser Juan Carlista - si es que eso se puede ser, lo que podría discutirse en otro post - ni monárquico.

Marzo 2008
Hace poco se ha publicado en España un libro titulado "Juan Carlos I. El último Borbón", cuyo autor es Amadeo Martínez Inglés. En la obra se habla sobre uno de los temas tabú de la llamada democracia española, la monarquía, arrojando luz sobre sus numerosos asuntos oscuros, tales como la misteriosa muerte del hermano de Juan Carlos I, o la verdadera participación de éste en el famoso 23-F.
  • A continuación reproduzco la reseña del libro:

Ningún hecho político trascendente ha tenido lugar en este país, durante los últimos treinta años, que no fuera previamente autorizado o decidido por el rey Juan Carlos I. La defenestración de Arias Navarro, el nombramiento de Adolfo Suárez, las conversaciones con Santiago Carrillo, la legalización del PCE, la dimisión del primer presidente de la democracia, el 23-F, el Juicio de Campamento, los GAL, las misiones de las Fuerzas Armadas en el exterior, el apoyo logístico a la Primera Guerra del Golfo, los nombramientos de la mayoría de los ministros y de todos los de Defensa, las conversaciones con ETA... etc., etc., son quizá los más importantes, pero no los únicos, en los que el inefable inquilino de La Zarzuela ha intervenido directamente haciendo valer una autoridad y un poder personal que en absoluto contempla la Constitución.Podríamos decir por lo tanto, sin exageración alguna, que el 22 de noviembre de 1975 una nueva dictadura más sutil, de rostro más amable, enmascarada en una formas democráticas aceptables para Europa y la comunidad internacional pero quizá más perversa y engañosa por actuar en la clandestinidad de palacios y altos despachos, sucedió a la anterior del yugo y las flechas. Apoyada en el propio Ejército franquista (que actuaría a partir de entonces de sólido valladar ante las aspiraciones de los políticos verdaderamente demócratas), en los todopoderosos servicios de Inteligencia de las FAS (que transformarían al heredero de Franco en el hombre mejor informado del país) y también en el pánico cerval del pueblo español a tener que enfrentar una nueva guerra civil.Esta dictadura en la sombra por parte del monarca español ha durado hasta nuestros días, si bien en los últimos años (prácticamente desde la salida de la Casa Real del general Sabino Fernández Campo) ha decaído ostensiblemente, al compás del deterioro físico y mental (claramente perceptibles) de su titular.Esto ha sido así, históricamente, aunque muchos ciudadanos españoles no hayan sido capaces de percibirlo. No obstante, si a alguno de ellos (está en su derecho) le parecieran claramente exageradas o fuera de lugar mis afirmaciones, la lectura de este libro les sacará de dudas.

  • Aquí teneis otro curioso fragmento de la obra:

Carlos IV contrajo matrimonio con su prima hermana María Luisa de Parma. Mientras el rey de España se entretenía en sus cacerías y descuidaba el trono y las responsabilidades que éste conlleva, su esposa se divertía con unos y con otros, hasta que en la vida de la reina se cruzó Manuel Godoy, por quien perdió la cabeza.

Bajo el amparo de la reina, la carrera de Godoy inició un ascenso meteórico. En 1.789 pasa de ser cadete supernumerario a coronel de caballería. Dos años después llega de mariscal de campo a teniente general y secretario de estado. En 1.793 se ha convertido en capitán general y con 25 años, el joven Godoy es el jefe del gobierno español.

Al pueblo llano no se le escapaban los tejemanejes de palacio y en una pancarta colgada en la Puerta del Sol madrileña se quejaba así: "Ni rey chocho ni reina liviana". Francisco de Goya pintó un retrato de la familia real sumamente revelador para aquellos que gusten del juego de las semejanzas: adivine cuál de los infantes es hijo del rey. Lady Holland, esposa del embajador británico en la corte de Madrid, comentó que le llamaba la atención "el indecente parecido de los infantes Francisco y María Luisa con el favorito". Pero la prueba definitiva la aporta la mismísima reina. María Luisa de Parma había admitido ante su confesor, fray Juan de Almaráz: "Ninguno de mis hijos lo es de Carlos IV y, por consiguiente, la dinastía de Borbón se ha extinguido en España". Si ella lo confesó, ¿quiénes somos nosotros para llevarle la contraria?
Si quereis consultar un poco más, encontrareis un archivo Pdf aquí, que contiene las primeras 20 páginas del libro.

[ACTUALIZACIÓN MARZO 2011]

Felipe González en el Sáhara: donde dije digo…

viernes, 11 de marzo de 2011

Es mejor caminar.

Decidieron compartir melancolías
soledades y fantasmas a la par,
miedos locos, tristezas y alegrías
y juraron no engañarse nunca mas.

Decidieron vadear el ancho muro
que separa la mentira del perdón
y revolcarse en el olvido hasta borrar
las heridas de una espina envuelta en flor.

Es mejor caminar que parar y ponerse a temblar.

Hoy la vida les sonríe y Dios dirá
si el futuro les depara un buen color,
regalándoles otra oportunidad
de empezar con su pie bueno y ya van dos.

Y mil veces más tendrán que recorrer
la vereda más incierta y perdonar,
mientras no les lluevan piedras les irá mejor que bien
ojalá que el sol no deje de brillar.

Es mejor caminar que parar y ponerse a temblar.

Y confío en que no olviden el infierno
y los motivos que les llevaron allí,
y que la vida no les guíe hasta lo negro
espiral de donde no hay forma de salir.

Una lágrima es mayor que el mar entero
cuando el viento lleva a lomos la traición,
porque la vida se convierte en un invierno
tenebroso... para dos.

Es mejor caminar...

lunes, 7 de marzo de 2011

Los políticos sobrantes

Irene Lozano

El País - 07/03/2001

forges-politicos

“Españoles, ha llegado para nosotros el momento más temido que esperado de atender el clamoroso requerimiento de cuantos, amando la patria, no ven para ella otra salvación que libertarla de los profesionales de la política". La frase podría haber sido pronunciada ayer por uno de esos tertulianos de la TDT que trasnochan y se enfurecen, pero la dijo Primo de Rivera al proclamar su golpe de Estado, el 14 de septiembre de 1923.

Los políticos han caído en la gran trampa en que se ha convertido el mundo. Se comportan como si las costuras del Estado-nación no hubieran reventado y ellos conservaran intacto el poder que tenían cuando los problemas acababan en la garita de aduanas. Los de ideario socialdemócrata prometen esto, lo otro y lo de más allá, sin hacer mención alguna a sus limitaciones. Lógicamente, al presentarse estas -que siempre parecen sobrevenidas aunque siempre hayan estado ahí-, el gentío las interpreta como un signo de debilidad y no como el estado de cosas. Cuando Zapatero explica las restricciones presupuestarias afirmando: "sé lo que tengo que hacer. Y lo voy a hacer", sus palabras resuenan como las del diligente mayordomo que se dispone a abrillantar la plata. Pero como nunca lo vimos con traje de librea, tenemos derecho a pensar que manda y a exigirle en consecuencia.

Los políticos de signo neoliberal, por su parte, se muestran entusiasmados con la idea de llegar a ser genuinamente superfluos: quieren podar las instituciones, la riqueza del Estado y su capacidad de acción. Abogan por reducirlo a su mínima expresión, lo venden a pedacitos, recortan los servicios, sin ver que resultan tan absurdos como un tratante de ganado haciendo proselitismo vegetariano. En algunos casos, como el de las televisiones autonómicas, la ideología resulta indiferente: la más pura incoherencia guía sus actos. Primero las politizan para tenerlas a su servicio y gastan sumas millonarias en una programación insufrible; después, esgrimen el argumento de la escasa audiencia y su alto coste para justificar su privatización. Su ineptitud como gestores, lejos de llevarles a dejar el paso a alguien mejor, les sirve para demostrar la nulidad genética de los políticos y abundar en su propio desprestigio.

La dinámica de la globalización y el dogma neoliberal son dos cargas explosivas en los pilares de la política de carácter muy distinto. La globalización es un proceso histórico con implicaciones sociales, ecológicas, culturales, comunicativas, que se puede gestionar en beneficio de todos o en el de unos pocos. Sin embargo, los voceros del dogma neoliberal dan por supuesto que solo hay una globalización, la suya, y subsumen su ideología en el proceso para imponer con fatalismo la idea de que el viento de la historia nos conduce, cuando en realidad son ellos, que están remando. Eso no se llama globalización, sino globalismo, siguiendo la distinción establecida por Ulrich Beck: "el globalismo es la concepción según la cual el mercado mundial desaloja o sustituye al quehacer político. La tarea principal de la política, delimitar bien los marcos jurídicos, sociales y ecológicos dentro de los cuales el quehacer económico es posible y legítimo socialmente, se sustrae a la vista o se enajena".

Esa enajenación tiene también un sesgo cañí. La sociedad civil española, debilitada por 40 años de dictadura, no se ha fortalecido en democracia, entre otras cosas porque la estructura de partidos la ha suplantado. Esos clubes antidemocráticos y frecuentados más por arribistas serviles que por idealistas del bien común, han impuesto su visión partidista de la realidad. Convertidos en maquinarias de ganar elecciones y compitiendo por los mismos votantes -el exiguo cupo centrista que inclina la balanza-, se arrojan mutuamente a la cara escándalos de corrupción para deteriorar la imagen del otro. No perciben que, cuando las tramas putrefactas alcanzan cierta complejidad, los ciudadanos tienden a retener una sola idea: la política es el imperio del latrocinio y la impunidad. El corolario lógico de esta decepción consiste en abstenerse y contestar al encuestador del CIS que el tercer problema del país son los políticos.

Los medios de comunicación, actores políticos de primera magnitud, han encontrado en los escándalos la jugosa noticia que aúna el impacto -es decir, la audiencia- y el ennoblecimiento de actos informativos a menudo dictados por motivaciones espurias. Cuando los medios contribuyen a precisar al máximo las responsabilidades y a explicar la realidad en toda su complejidad resultan útiles socialmente. Dejan de serlo cuando extienden de forma genérica la mancha de la corrupción. E incurren en la más clamorosa negligencia cuando simplifican hechos y argumentos para que el tertuliano de turno brille con una confusa y enfática diatriba, en la que solo queda clara la frase: "los políticos dan asco".

La ola antipolítica resulta particularmente visible en los medios de derechas, donde una doble motivación política, la coyuntural de desgastar al Gobierno y la estructural de apuntalar el dogma neoliberal, converge con la estrategia empresarial: la audiencia ultra -al fondo a la derecha y otra vez a la derecha- constituye un nicho de mercado, no mayoritario pero sí suficiente para hacer rentable un canal de televisión. Sobra decir que si con el tiempo arrastraran a ciertos sectores del PP hacia esas posiciones, su audiencia aumentaría en consonancia, reforzando su motivación política.

Ahora, formulemos un par de preguntas: si los políticos son culpables exclusivos de sus males, ¿por qué los ciudadanos recibimos el castigo de padecerlos? ¿Por qué culpa y pena no siguen caminos paralelos? La respuesta está en Valencia, donde cunde la interesada idea del aventajado alumno de Fabra, Francisco Camps, según la cual las urnas otorgan un impoluto certificado de penales a los más votados. Contra esta perversión disponemos de un arma defensiva: basta con no votarles. Así, culpa y pena volverán a caminar de la mano: serán los malos políticos quienes reciban su castigo, y no nosotros.

El ineludible vínculo entre representantes y representados compromete a los votantes. No solo debemos elegir con escrúpulo, también hemos de tener presente que la inhibición ante el deterioro galopante de la vida pública tiene consecuencias. Aquí todo el mundo se ríe cuando alguien cita la célebre frase de Franco "haga usted como yo, no se meta en política", pero todos seguimos el consejo del dictador. Creo que las democracias más sanas son aquellas en las que los ciudadanos contemplan, no como un derecho, sino como un deber cívico, el dedicar algunos años de su vida a la política.

Pero el español es caso aparte. Su ira va en aumento mientras permanece sentado a través de los siglos. Si acaso, se levanta para llamar a una emisora y bramar contra los políticos, brindándonos la insólita imagen del demos contra la democracia. Porque no olvidemos que, en los regímenes parlamentarios, "política" y "democracia" son casi sinónimos: el deterioro de la primera equivale al de la segunda. Esa furia general, de puro antipolítica, resulta profundamente política, como indica la experiencia de aquella Italia hastiada de la corrupción de Tangentópoli que se echó en brazos de Berlusconi. Su primera victoria en 1994 fue sencilla, solo tuvo que despertar las fantasías ciudadanas, como relata Indro Montanelli en sus memorias: "La gente estaba enfervorizada con lo nuevo. Qué era eso nuevo en realidad nadie lo sabía, y gran parte de la opinión pública aceptó encarnarlo en Berlusconi. Para conquistar a la masa fue suficiente un lenguaje no político que camuflaba la nada".

Pese a que los antipolíticos den la impresión de no tener recambio, saben que llegará por su propio pie y, como ignoran cuándo, solo se trata de mantener la tensión hasta que cobre cuerpo en el mesías más madrugador. Entretanto, los más honrados de entre nuestros representantes se quedan en un rincón recibiendo pedradas. Permiten que solo tengamos noticia de mayordomos diligentes, tratantes de ganado vegetarianos o corruptos indeseables. No se atreven a decir lo fundamental: que la solución para poner algo de orden en este caos no es menos política, sino más.