miércoles, 21 de abril de 2010

No está de más recordarlo...

Juan Antonio Samaranch valora la figura de Franco con motivo de su muerte

Una píldora de 1984...


“Pudo hacerse que aceptaran las violaciones más flagrantes de la realidad, porque nunca fueron capaces de percibir al completo la enormidad de lo que se les pedía que creyesen, y no estaban lo suficientemente interesados en los eventos públicos para darse cuenta de lo que estaba sucediendo".

Extraído de 1984, de George Orwell

martes, 20 de abril de 2010

La isla presidencial

Aprovecho para colgar un trailer de presentación y sendos capítulos (todo en un mismo vídeo) de una serie de animación que hace gala de un buen humor político, raro en estas fechas (abstenerse aquellos que no sean frikis de la política, pues esto es, aviso, una frikada del tamaño de un piano).

La historia narra las aventuras y desventuras de los diversos presidentes latinoamericanos (además del Rey de España y Zapatero) que, atrapados en una isla, luchan por sobrevivir.

lunes, 19 de abril de 2010

El okapi


MARCELO. (Cortándole.)— No te hagas ilusiones. Éstos ya no tienen arreglo.

DOCTOR BELTRÁN.— ¿Cómo que no?

MARCELO.— Como que no. ¿Tú has visto lo que pasa con los pájaros que nacen en jaula? Que cuando los sueltan, ya no saben volar, tienen miedo a irse lejos.
Y éstos son igual.Ya no se fían de sus propias fuerzas.
No tienen arreglo. Pero tú, que eres joven y que sabes de esto, tienes que pelear por los otros, por los que todavía no han entrao. Pa que no entren, tú... ya me entiendes. Tú que tienes estudios, tienes que hacerles ver a los de fuera, que no se puede hacer esto con personas.

¡Porque son personas, maldita sea!


Extraído de El okapi, de Ana Diosdado (1943)

lunes, 12 de abril de 2010

¿Por qué?

Julio Anguita González / abr 10

Mundo Obrero

Aunque llevo una actividad más intensa de lo que debiera y quisiera, tengo tiempo para charlar casi a diario con camaradas y amigos- también jubilados y también inconformistas- en torno a una copa de vino en esa ágora inigualable que es la plaza de la Corredera de Córdoba. De un tiempo acá los veo tensos, preocupados y poseídos por una incredulidad tallada en la más dura de las rabias ¿Cómo es posible que esto esté pasando? ¿Hasta cuando esta degradación? ¿Por qué el encanallamiento es ya una seña de identidad mayoritaria en la política española? ¿Es qué no hay comentaristas, analistas o colectivos que se atrevan- desde el inmenso asco, la inmensa náusea y la inmensa repugnancia- a situar a la Justicia española en el lugar que ella se ha puesto, es decir en la yacija más astrosa del lupanar? ¿Por qué a esa pequeña isla llamada Cuba se la hace centro de las violaciones de los Derechos Humanos sin más argumentaciones que el uso fraudulento, trucado y tahuresco de los estudios de Amnistía Internacional? ¿Socialista un ministro que ante el panorama que ellos han ayudado a consolidar sólo se le ocurre apelar a los fondos privados de pensiones como garantía de tener una jubilación decorosa? ¿Socialista un gobierno que carga y recarga sobre los asalariados los costes de una crisis en absoluto generada por ellos?

Mis anonadados contertulios- con muchos años de cárcel algunos de ellos- todavía tienen la capacidad de extrañarse, de escandalizarse, de asquearse. Siguen siendo personas honradas y con deseos de consumir los años que les queden de vida en una lucha organizada, ideológicamente vertebrada y sin concesiones a lo mal llamado políticamente correcto. Quiero decir que estos hombres con los que comparto vino, tiempo, compañía y vivencias están pidiendo a gritos ser enrolados en algo más efectivo que una simple, burocrática y rutinaria afiliación política.

Nunca estuvo más clara la degradación del capitalismo. Nunca fue más evidente la expresión que se acuñara hace tiempo, de que la opción estaba dramáticamente situada entre el Socialismo o la barbarie. Nunca la barbarie se benefició de más consenso pasivo, abulia, desorganización y miedo escénico extendidos entre los dominados. La resignación es como un velo letal con el que la mayoría social ha vestido su inhibición.

Las condiciones objetivas para organizar una respuesta ciudadana masiva, con líneas programáticas claras y con seriedad son óptimas. El enemigo que hemos combatido durante décadas y siglos carece no sólo de legitimidad social sino de alternativa medianamente plausible a la luz de los principios más elementales de la Justicia, los Derechos Humanos e incluso el sentido común. Su ensañamiento con los que menos tienen sólo es posible porque éstos están desorganizados, invalidados y sobre todo desarmados en cuanto a la ilusión, la confianza, los valores de solidaridad efectivamente visibles y el referente que los galvanice, los catalice.

Se constata cada día la aparición de manifiestos, llamamientos, denuncias colectivas, plataformas y propuestas de reagrupamiento que van consiguiendo un cierto respaldo que -aunque creciente- se circunscribe a hombres y mujeres de las culturas de la izquierda clásica y a los nuevos proyectos de liberación. Sin embargo falta algo. Faltan la historia, la organización, las siglas, la memoria y la experiencia de miles de hombres y mujeres que como mis amigos de la Corredera no se resignan a dejar de combatir. Falta una chispa, una línea de acción, un llamamiento, una Convocatoria desde el ejemplo unitario y sin cicaterías.

Somos miles y miles de ciudadanos y ciudadanas los que estamos dispuestos a renunciar a muchas cosas menos a una: el impulso liberador organizado y programado que nos llevó en su día a militar con todas las consecuencias. Organicemos la Utopía.

jueves, 8 de abril de 2010

Habéis oído hablar de nosotros mil veces...

En alguna ocasión me he tropezado con este cartel pegado en algunos vagones del metro de Madrid y ahora, por casualidad, he encontrado la fotografía. Se trata de una imitación de la campaña llamada "Ni un día sin libros" que desde hace años nutre los vagones de extractos literarios más o menos célebres, con los que se trata de "picar" al viajero y animarlo a seguir leyendo por su cuenta. Con una estética prácticamente idéntica a la campaña original (para ver un ejemplo, pulsa aquí), que ha conseguido que el mensaje permanezca desapercibido para los vigilantes y para gran parte de los viajeros, y aunque no comparta algunas de las cosas que dice, casi siempre me hacen gracia las propuestas que, naciendo de gente corriente, tratan de remodelar y recuperar el paisaje urbano y de reabrir la conciencia de lo público.



...casi todas sin fundamento. Habéis visto nuestras frases en los muros y esa A dentro de un círculo que tan poco os dice a vosotros y tanto nos dice a nosotros. Nos habéis visto incluso en la tele, pero lo que no termináis de entender es que nos veis a diario en la calle, en el metro, en clase e incluso en el trabajo. Que somos gente corriente, con carne y huesos. Que somos vuestros hijos, vuestros vecinos, que os conocemos.

Y sabemos que a vosotros también os jode cuando suena el despertador. Y no nos creemos que seáis felices así, entre el trabajo y el centro comercial, siempre haciendo cola y pensando en la próxima compra, viendo pasar la vida entre mercancías que en el fondo -reconocedlo- no saben a nada.

Lo que no entendemos es que viváis como si nada, como si todo fuese bien, sin demasiadas preocupaciones más allá de lo puramente económico. Como si os contentáseis con esta basura que nos han vendido, como si no fueseis capaces de concebir algo mejor, como si estuvieseis a gusto entre el plástico y el hormigón. En eso somos diferentes, nosotros odiamos todo esto, no nos atraen lo más mínimo las múltiples referencias del catálogo enq ue se han convertido las ciudades. Nos sabe a mierda, es imposible que la vida sea esto, porque esto no es vida. Esto es pasar el tiempo sin pena ni gloria. Nosotros asumimos las penas que pueda traernos la búsqueda de la gloria. A lo que no estamos dispuestos es a envejecer en fila de uno frente a una caja registradora que nos administre un pedacito de muerte con cada ticket.

Nosotros tenemos sangre en las venas, algo inusual en nuestros días, y por eso reventamos y reaccionamos de formas extrañas para vosotros: lloramos, gritamos, corremos, rompemos. Y seríamos capaces de disimular, y hacer como si nada y no meternos en líos, pero nos daría vergüenza. El que diga que el mundo va bien o es tonto o es un mal nacido, así de sencillo. El que diga que no puede hacer nada al respecto, o no tiene imaginación o no tiene interés, y lo demás son excusas. Nosotros ya estamos hartos, así que nos veréis por ahí haciendo lo posible por joder este macabro decorado que sólo esconde miseria y devastación.

Salud y anarquía...

domingo, 4 de abril de 2010

Compañero de la Noche


Señor compañero, señor de la noche,
Haz que vuelva su rostro, que no quiso mirarme,
que sus ojos me busquen sostenidos y azules por detrás de la barra,
que pregunte mi nombre y se acerque despacio a pedirme tabaco.
Si prefiere quedarse haz que todos se vayan y este bar se descuelgue
con la canción más lenta.

Si prefiere marcharse, que la luna disponga su luz en nuestro beso
y que las calles sepan también dejarnos solos.

Señor compañero, señor de la noche,

haz que no cante el gallo sobre los edificios,
que se retrase el día y que duren tus sombras el tiempo necesario,
el tiempo que ella tarde en decidirse.