miércoles, 28 de marzo de 2007

La lucha estudiantil: único antídoto para Bolonia

Ainara Rodrigez Ikasle Abertzaleak
Gara
Lejos de dotar al alumnado de capacidad crítica y responder a las necesidades sociales, se pretende subordinar la Universidad a lo que precisen las empresas. En el posgrado se dará la especialización. El problema es que los posgrados no están al alcance de cualquier bolsillo
Han pasado ya unos años desde que comenzamos a hablar sobre el Proceso de Bolonia, a advertir que el llamado Espacio Europeo de Educación Superior venía a responder al Acuerdo General sobre Comercio de Servicios de la OMC. Entonces, como ahora, mucha gente veía este proceso como algo lejano. Pero está más cerca y nos afecta más de lo que imaginamos, tanto a estudiantes y demás agentes de la Universidad como al conjunto de la sociedad.
Caminando entre los escombros de una «Universidad del País Vasco» en obras, una se encuentra frente a frente con un panel publicitario en el que una entidad bancaria ofrece «más pasta para el máster». Se puede leer, bajo un cartel arrancado que anuncia movilizaciones para el 29 de marzo, que ofrecen créditos de hasta 42.000 euros con «condiciones especiales para alumnos de la UPV/EHU».
Por su parte, la Universidad Pública de Navarra ha comenzado una campaña informativa sobre el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) que terminará el 29 de marzo. Debe ser que nadie les ha comentado que hay una huelga universitaria convocada para ese día en contra de la imposición neoliberal del EEES.
¿Qué trae el Proceso de Bolonia? En la web de la UPNA se puede destacar la frase del vicerrector de Convergencia Europea respecto a las tan mencionadas competencias que deberá adquirir el alumno en el nuevo modelo universitario. Después de aclarar que se trata de competencias profesionales, dice que «cuando hablamos con los empresarios, curiosamente, no nos dicen que nuestros alumnos no tengan conocimientos, sino que les faltan una serie de competencias».
Esa misma novedad, la de la adquisición de competencias y la nueva metodología basada en los créditos ECTS, es el argumento esgrimido por muchos para justificar el nuevo marco universitario en base a una supuesta revolución pedagógica. Ante esta falacia, debemos hacer un par de aclaraciones. No es necesario aplicar una reforma neoliberal para cambiar el modelo pedagógico. Además, que el sistema basado en competencias y en los créditos ECTS supone una revolución pedagógica es una quimera, ya que no se trata de fomentar en el estudiante una capa- cidad crítica, reflexiva y consecuentemente emprendedora con sus reflexiones. El nuevo modelo responde a las necesidades empresariales y prepara al estudiantado para un mercado laboral precario y flexible.
Por ello, al dividir los estudios universitarios en grado y posgrado, respondiendo al incremento de la demanda de mano de obra barata por parte de las empresas, «el primer ciclo de los estudios universitarios comprenderá enseñanzas básicas y de formación general, junto a otras orientadas a la preparación para el ejercicio de actividades de carácter profesional», como reza el Real Decreto 55/2005. De esta forma, lejos de dotar al alumnado de capacidad crítica y responder a las necesidades sociales, se pretende subordinar la Universidad a lo que precisen las empresas. En el posgrado se dará la especialización, que es, al fin y al cabo, lo que marcará diferencias. El problema es que los posgrados no están al alcance de cualquier bolsillo, por lo que se propiciará una nueva elitización.
Tenemos por otra parte el sistema de créditos ECTS. Sería interesante pensar en la función que cumple, dejando a un lado la de estandarizar los sistemas europeos para hacer posible la movilidad de los servicios educativos -es decir, aparte de la función de responder al Acuerdo General sobre Comercio de Servicios-. Este sistema toma como base una jornada de 40 horas semanales, creando así la figura de estudiantes a tiempo completo. Aparte de impedir a la universitaria estudiar y trabajar al mismo tiempo, convierte a las estudiantes en trabajadoras precarias que, en vez de cobrar un sueldo, han de pagar. Se pretende, sobre todo, responder a la necesidad empresarial de acostumbrar al alumnado al ritmo laboral y privar al colectivo estudiantil de tiempo para organizarse y responder ante problemas propios o sociales.
Otro factor a valorar es el de la financiación. Teniendo en cuenta que hasta la Comisión Europea admitió hace ya cuatro años que «el margen de maniobra para incrementar la ayuda pública es limitado», las universidades ya tienen el camino trazado. Les que- dan dos vías: el aumento de las tasas de matrícula y la entrada de empresas en la Universidad.
Dar respuesta a este atropello neoliberal es más que necesario. El 29 de marzo el colectivo estudiantil tiene una cita importante para rechazar el actual sistema educativo. Además, en las universidades tenemos una huelga general en contra del Proceso de Bolonia. Debemos articular una lucha diaria en las universidades, pues sólo así pararemos esta barbaridad y podremos construir una Universidad al alcance, servicio y en manos del pueblo.

80 Céntimos Envenenados


La pregunta estrella de la noche en el programa Tengo una pregunta para usted, con el que TVE premió ayer al presidente del Gobierno, fue la referida al precio del café. Así cabe constatarlo a la vista de la importancia que le conceden casi todos los periódicos de la mañana. Zapatero respondió que un café vale 80 céntimos y el ciudadano que hizo la pregunta se mofó diciéndole que eso sería en tiempos «del abuelo Pachi», con lo que el buen hombre demostró dos cosas: la primera, que él no tiene ni idea de lo que costaba un café en tiempos del abuelo de Zapatero, y la segunda, que él tampoco sabe cuánto vale un café. Mayormente porque es imposible, dado que el precio de la taza de café en los bares y cafeterías de España no está sujeto a regulación, de modo que lo mismo puede costar 80 céntimos que dos euros, o más.
El error de Zapatero no estriba en ignorar el dato, sino en tener un equipo de apoyo tan flojo. Un encuentro televisado como el de ayer no puede dejarse al azar, confiando en los reflejos del entrevistado. La pregunta –una pregunta de ese estilo– era predecible, y Zapatero debía tener preparada una respuesta estándar. Ese tipo de preguntas maliciosas son un tópico del género, desde que hace muchísimos años a un presidente francés (creo que fue a Valéry Giscard d’Estaing) le dejaron en evidencia al quedar claro que no tenía ni idea del precio del billete de metro.
De lo que se trata con esas preguntas es de demostrar que la gente situada en las alturas no tiene ni idea de cómo vive el pueblo llano. Lo cual es cierto, aunque extensible a bastantes de los altos ejecutivos –también de los medios de comunicación– que esta mañana ríen la anécdota. Me sé de más de uno y más de diez que es seguro que ya ni recuerdan el último día que se subieron a un transporte público. Y, la verdad, tampoco me parece ni tan raro ni tan grave.
Lo que sí me parece grave es que no se hayan oído protestas –yo no las he oído, al menos– por el hecho de que la Radiotelevisión pública española haya programado dos programas estelares de este tipo, uno para el presidente del Gobierno y el otro para el que llaman «el líder de la oposición». No me voy a detener hoy en el hecho de que ese título sea una solemne impostura, porque la oposición en el Parlamento español carece de un líder único. Lo que me importa más, e incluso me escandaliza, es que pase como la cosa más natural del mundo este intento de apuntalar el bipartidismo en España. Con todo lo de malo que eso encierra.
Si la política oficial española no es todavía radicalmente insufrible, si aún no nos hemos vuelto a instalar del todo en los tiempos de Cánovas y Sagasta, con su alternancia formal y su identidad esencial, es, precisamente, gracias al hecho de que, además de los dos grandes partidos, en el Parlamento están representados otros que, mal que bien, pueden alterar ese juego infernal de las alternancias sin alternativas. Yo, al menos, no me engaño: si Rodríguez Zapatero está haciendo la política que está haciendo es porque no logró la mayoría absoluta y hubo de pactar con algunos grupos menores. Basta con ver las diferencias que hubo entre el Aznar de su primera legislatura, cuando se vio obligado a entenderse con otros, y el Aznar de la segunda, cuando logró la mayoría absoluta, para apreciar el valor que posee el no bipartidismo.

Toda la otra oposición –todo lo que no es ni PSOE ni PP– tenía que haber puesto el grito en el cielo ante esta iniciativa de RTVE, diciendo a la dirección del ente público que quién se cree que es para dedicarse a tan descarado fomento del bipartidismo.

Pero no lo ha hecho.
En fin, luego pasa lo que pasa.

martes, 27 de marzo de 2007

Dire Straits

No pocos de vosotros estareis de acuerdo conmigo en que el panorama musical actual deja mucho que desear. Todo lo que se escucha por la radio suena igual; elijas la emisora que elijas, todo demuestra ser una lucha entre las diferentes discográficas por vender un producto al gusto de la mayoría de los consumidores. Y en esa lucha son varios los damnificados: la originalidad, el talento musical... y todos aquellos que queremos escuchar algo que no sea Bisbal, Bustamante y todos estos artistas actuales, que aparentan estar cortados todos de la misma manera, empobreciendo vilmente el panorama musical español y mundial.
Ante todo ello, no es raro que echemos la vista atrás hacia grupos que incluso se crearon cuando todavía no habíamos nacido, pero que nos vemos obligados a recuperar si queremos escuchar algo que no sea "pop".
Muestra de este afán por recuperar viejos grupos y artistas, es la moda de reencuentro de grupos que se habían disuelto años ha, pero que, bien por gusto, bien por necesidades económicas tanto suyas como de las compañías discográficas, han anunciado su vuelta en los últimos tiempos.
Hablando de vueltas y retornos, no estaría nada mal que Dire Straits se uniera a esta moda y anunciara su regreso, aunque sólo fuera para permitirnos a aquellos que somos demasiado jóvenes para haberlos disfrutado en su momento, deleitarnos con canciones tan afamadas y tan valiosas como estas que cuelgo a continuación. Sin embargo, lo de la vuelta quizás no sea tan buena idea. Tal vez, su disolución a tiempo, permitió forjar un cierto mito en torno a este grupo, una leyenda que los encumbra como una de las mejores bandas de rock de la Historia. Ante la duda, lo mejor será disfrutar de algunas de sus canciones.

Tunnel of Love



Brother in Arms




Money For Nothing



So Far Away

lunes, 26 de marzo de 2007

Joaquín Sabina

Con cierta fama de díscolo y golfo, labrada a lo largo de más de 30 años de carrera musical desde que comenzara su andadura con el grupo "La mandrágora", no deja de ser cierto que Joaquín Sabina es hoy un referente en lo que a canción de autor se refiere y uno de los artistas más queridos por el público nacional de casi todas las edades. No es fácil encontrar a alguien que no conozca el "Y nos dieron las diez", "Calle Melancolía", "Princesa", o una de las que cuelgo más abajo: "Y sin embargo".

Se Llama Soledad




Y Sin Embargo Te Quiero

viernes, 23 de marzo de 2007

NO al Préstamo de Pago en Bibliotecas

En 1992 se publicó una disposición legal europea (directiva 92/100) que imponía a las bibliotecas la obligación de pagar por los préstamos que realizan, en concepto de derechos de autor. España, hasta ahora, había decidido eximir a todas las bibliotecas de ese canon, por la debilidad del seistema bibliotecario español.

En octubre de 2006 el Tribunal Europeo de Justicia condenó a España, por considerar que inclumple la legislación comunitaria en materia de propiedad intelectual, pero los bibliotecarios españoles piensan que puede haber fórmulas alternativas para que las bibliotecas no paguen este nuevo impuesto indirecto por los préstamos.

¿ Por qué decimos NO AL PRÉSTAMO DE PAGO ?

1. Como afirma la UNESCO, los bienes y servicios culturales "son portadores de identidad, de valores y sentido", y "no deben ser considerados como emrcancías o bienes de consumo como los demás". Esto quiere decir que no debemos dejar qu ela lógica de mercado entre en la biblioteca.

2. La imposición de este canon terminará repercutiendo en los presupuestos destinados a adquisición de libros, lo que dañará tanto a autores como a usuarios. En un país con bajos, bajísimos índices de lectura y de gasto social destinado a bibliotecas, esta medida supondrá un importante perjuicio.

3. Las bibliotecas no compiten con autores y editores, sino que son sus aliadas, ya que garantizan la permanencia y la disponibilidad de sus obras mcho mejor que las librerías.

4. El préstamo gratuito de libros y otros materiales culturales no perjudica las ventas. Por el contrario, se ha comprobado que la difusión de las obras que hacen las bibliotecas, junto a las actividades de animación a la lectura (cuentacuentos, etc.), aumentan las ventas de libros.

5. Las bibliotecas ya pagan derechos de autor cada vez que adquieren un ejemplar de cualquier obra. Por consiguiente, el canon significa pagar dos veces por un mismo concepto. Es como si despue´s de entrar a un musea, quisieran cobrarnos por cada cuadro que contemplamos.

6. El dindero reacudado por el canon no irá a parar a los autores diréctamente, sino a las entidades de gestión de derechos de autor, que son entidades privadas (CEDRO para libros y artículos, y SGAE para obras musicales).

7. El derecho a ser leído es la más importante significación del derecho de autor. Esto está asegurado en mayor medida en las bibliotecas que en las librerías, sujetas al tirmo vertiginoso de las novedades, marcadas por la lógica del mercado, que debe ser ajena a la biblioteca.

8. Los ciudadanos, a través de los impuestos, financian multitud de ayudas distribuidas entre autores y editores por el Estado, comunuidades autónomas, diputaciones, ayuntamientos y otras instituciones públicas. No es justo que ahora también se les reclame el pago por tomar prestado un libro de su biblioteca.

Este canon ha sido rechazado por más de 400 autores que suscriben estas razones. Una pequeña muestra de autores que se han movilizado contra el mismo es la siguiente:

Andrés Aberasturi
Joaquín Mª Aguirre Romero
Santiago Alba Rico
Samuel Alonso Omeñaca
Francisco Altemir
Irene Amador
Nuria Amat
Miguel Ángel López Muñoz
Enriqueta Antolín
Javier Azpeitia
Fernando Báez
José Manuel Baraibar
Luis Bartolomé Marcos
Andrés Berlanga
Gloria Berrocal
Marcel Bertolesi
Angel Luis Calle
Rita Candame
Pedro Carrillo Rubio
Manuel Carrión Gútiez
Miguel Casado Mozo
Juan José Castillo Alonso
Fernando Chacón Fuertes
Javier Climento Ortiz
Pepe Colubi
Flavia Company Navau
Emilia Currás
Coché Echarren
Juan Echenique Pérsico
Lucía Etxebarria
Nacho Faerna García Bermejo
José Luis Fernández Cabo
Carlo Frabetti
Amelia Gamoneda Lanza
Ernesto Garcia Camarero
Olvido García Valdés
Javier Gimeno Perelló
Ricardo Gómez
José A. Gómez Hernández
Julio Gómez-Alba Ruiz
Ángel González Quesada
Antonio González-Capitel
Belén Gopegui
Juan Gracia Armendáriz
Agustín Hernández
Yusuf Idris
Andrés Jaque
Tatiana Karsen
Carlos Lapeña Morón
Emilio Lledó
Pedro López López
Raquel Lozano Paris
Juan Madrid
Mª Ángeles Maeso
Antonio F. Marín Gonzalez
Gustavo Martín Garzo
Jesús Martín Jiménez
Luis Mateo Díez
Regino Mateo Pardo
Óscar Maya Corzo
José Antonio Millán
Gonzalo Moure
Zapopan Martín Muela Meza
Pilar Muñoz López
Andrés Neuman
Pedro del Olmo García
Luis Oporto Ordoñez
Jaime Pastor Verdú
José María Pérez Zúñiga
Lucrecia Pérsico
James Petras
Juan Antonio Ramírez
Rosa Regàs
Iván Reguera Pascual
Rafael Reig
César Rendueles
Pedro Rojo Pérez
Vicente Romano
Isaac Rosa
Sara Rosenberg
Lina Ru
Javier Sábada
Waleed Saleh
José Luis Sampedro
Fernando Sanz Santa Cruz
Marta Sanz Pastor
Francisco Serradilla
Pascual Serrano
Germán Sierra Paredes
Jordi Sierra I Fabra
Francisco Solano
Carlos Taibo Arias
Manuel Talens
Maruja Torres
Raul Tristán
José Ramón Urquijo Goitia
Carlos Varea
Julia Varela Fernández
Inmaculada Vellosillo González
Agustín Velloso
Antonio Ventura Fernández
Francisco Vidal Castro
Domingo Villar Vázquez
Isabel Wences
Elena Yágüez Pérez

Para más información podéis acercaros a la biblioteca más próxima o visitar la página www.noalprestamodepago.org

jueves, 22 de marzo de 2007

Contra El Pesimismo

Emir Sader
Carta Maior
Traducido por Àlex Tarradelllas y revisado por Juan Vivanco
La crítica radical del mundo tiene un gran camino por delante, pero eso también implica riesgos. Nunca la humanidad ha dispuesto de tantos avances técnicos y científicos para transformar el mundo conforme a los sueños humanistas, pero nunca se ha sentido tan importante frente a un mundo que parece funcionar con una lógica absolutamente autónoma.
Entra un gobierno, sale un gobierno, las leyes del mercado parecen dominar irreversiblemente el mundo, el estilo de vida norteamericano devasta espacios nunca alcanzados –ya sea en China o en la periferia de las grandes metrópolis del sur del mundo-, Europa consolida una hegemonía conservadora y no parece que surja un bloque de fuerzas que se enfrente al poder imperial de los Estados Unidos.
Todo parece empujarnos hacia el pesimismo. La crisis de la URSS no dio lugar a un socialismo superador de los problemas de ese modelo y, al contrario, diseminó el neoliberalismo en las tierras de Lenin. El capitalismo abandonó su modelo keynesiano por un modelo de extensión inaudita de mercantilización de todos los rincones del mundo. Podemos preguntarnos si vivimos un periodo de derrotas y retrocesos tan grandes como el que se vivió a partir de los años 20, caracterizado por contra-revoluciones de masas y derrotas estratégicas de los proyectos revolucionarios.
En los años 20, frente a la ascensión fulminante del fascismo y del nazismo y la consolidación del estalinismo en los partidos comunistas, Adorno y sus compañeros de la Escuela de Frankfurt se sumieron en un pesimismo melancólico. Profundizaron sus análisis sobre las raíces del giro conservador en el mundo, destacando especialmente las tendencias autoritarias en la personalidad de las personas. Wilhem Reich concentraba esa tendencia en la impotencia de la pequeña burguesía, mientras Lenin había apuntado hacia la aparición y consolidación de una aristocracia obrera en el seno de la clase trabajadora de los países centrales del capitalismo.
La diferencia entre la crítica realista de las condiciones concretas que la izquierda tenía que afrontar, bloqueada melancólicamente por el pesimismo, y la responsabilidad de buscar alternativas y descifrar los espacios de acumulación de fuerzas que pudieran revertir la situación es lo que diferencia los enfoques de Adorno y de Gramsci.
Gramsci anunció la famosa fase “pesimismo de la razón, optimismo de la voluntad”. Pero no sólo se trataba de agregar un estado de ánimo esperanzado –de “optimismo”- a una situación sin salida, en que el bloqueo interno de la izquierda –del estalinismo- y externo –de los fascismos- la condenaba a la inmovilidad o a las visiones de denuncia y testimonio.
Sin considerarse un intelectual revolucionario –al estilo de los que serían conocidos como “marxistas occidentales”-, pero con la responsabilidad del dirigente revolucionario al estilo de sus generaciones anteriores, que necesariamente implicaban la capacidad intelectual de elaboración (Véase: Anderson, Perry. Consideraciones sobre el marxismo occidental, Siglo XXI, 1979, tr. de N. Mínguez). Responsabilidad que obligaba a captar la realidad concreta, incluyendo sus contradicciones, esenciales para definir los eslabones más fuertes y más débiles de cada campo, para poder desembocar en los espacios más favorables a la acumulación de fuerzas a fin de revertir las condiciones desfavorables.
Los análisis que no desembocan en esa dirección habrán dejado de captar las contradicciones vivas de la realidad, y tenderán a quedarse en visiones descriptivas, con los riesgos del funcionalismo. Suelen destacar aspectos de la realidad y darles un valor absoluto, o por lo menos sacarlos de contexto y, sobre todo, sin percibir la totalidad del fenómeno con la contradicción como su motor.
La crítica, simplemente no remite a la práctica, se resigna a una visión externa del objeto analizado. La crítica siempre ha sido, para el marxismo, para la dialéctica, una forma de limpiar el campo de concepciones que reflejan de forma parcial o completamente equivocada la realidad, no para detenerse ahí, sino para incorporar sus elementos de verdad, negarlos en sus falsedades y poder así, estar en condiciones de superarlas.
La crítica sin la práctica superadora correspondiente lleva a la inacción, al pesimismo, a la desmoralización y, en última instancia, a la desmoralización.
*Emir Sader es profesor de la Universidad del estado de Río de Janeiro (UERJ), coordinador del Laboratorio de Políticas Públicas de la UERJ y autor, entre otros, de “A Vingança da História” (“La venganza de la Historia”).
Àlex Tarradellas y Juan Vivanco son miembros de Rebelión, Tlaxcala y Cubadebate. Esta traducción se puede reproducir libremente, a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, al traductor y la fuente.

miércoles, 21 de marzo de 2007

Estopa

No es que escuche mucho a este grupo ultimamente, pero me he acordado de un directo al que fuí en el que escuché esta canción, que aunque puede que no sea la mejor, sí que al menos es de las pocas que se salen mínimamente de la rumba que caracteriza a este grupo catalán. Fue compuesta hace varios años, allá por el primer disco de Estopa. Sin embargo, parece ser que su cantante, Jose, había preferido no publicarla hasta 2 discos después, dado que es de las pocas que tenemos noticia de que ha cantado por entero.


martes, 20 de marzo de 2007

El Pulso

G. Buster
Sin Permiso

Quizás una anécdota resuma la situación de tensión política que se vive en el Reino de España. Una profesora de filosofía del instituto público de San Sebastián de los Reyes, una ciudad dormitorio de Madrid, da sus clases con una camiseta con la formula “HB+ZP=HP” /1. Adolfo Navarro, portavoz socialista de Educación en la Asamblea de Madrid, responde, en tono irónico, que si la profesora quiere insultar al presidente del Gobierno, "tiene una manifestación semanal que organiza el PP, donde cómodamente puede insultar al presidente, acompañada de la presidenta de la Comunidad Esperanza Aguirre, del ultraderechista Sáenz de Ynestrillas o de Falange".

La “madre de todas las manifestaciones” de la derecha

No hemos llegado todavía a una manifestación semanal del PP, pero la octava gran manifestación en esta legislatura de la derecha, la del pasado 10 de marzo en Madrid, sí ha tenido connotaciones especiales. Ha escenificando en la calle su alternativa social y política al Gobierno Zapatero como tal, no sólo a uno u otro aspecto de su gestión. Una alternativa que Gaspar Llamazares, dirigente de IU, resumió como la defensa no tanto de “un estado de derecho, como de un estado de derechas”.
La preparación de esta “madre de todas las manifestaciones” de la derecha ha sido sistemática. Ha partido de una deslegitimación global del Gobierno del PSOE con una delirante teoría conspiratoria, según la cual la victoria del 14 de marzo de 2004 habría sido el resultado de un pacto secreto con la ETA, la cual habría colaborado con el terrorismo islamista para los atentados del 11-M, a trueque de abrir un proceso de paz que culminara en la independencia de Euskal Herria. La última “prueba” de cargo aportada a esta requisitoria, evidentemente instruida por falsarios para uso de orates, no sería otra que la decisión adoptada por el Gobierno en relación al régimen penitenciario del militante de ETA De Juana Chaos.
Fuera del Reino de España, la estolidez de estas acusaciones puede llevar a no dar importancia al efecto político que supone su mediática repetición machacona. Pero en los mismos días en que las sesiones del juicio contra los autores materiales del 11-M están desmontando pieza a pieza los supuestos fundamentos de la teoría conspirativa de la derecha, tres diarios de alcance peninsular, varias cadenas de radio y todo tipo de páginas y boletines informáticos insisten en mantener contra toda evidencia lo contrario. Hasta el punto de que el Obispo de Huesca-Jaca se permite el lujo de acusar directamente al Gobierno de querer ocultar la verdad, y el Arzobispo adjunto de Madrid convoca a misas contra Zapatero.
El intento de explicar en sede parlamentaria la decisión del Gobierno de aplicar De Juana Chaos la prisión atenuada, con su traslado a un hospital de Donosti, se enfrentó con una bronca desde los escaños del PP sin precedentes en el Senado. “Nadie puede entender que le hagan preguntas al Presidente del Gobierno y no quieran escuchar sus respuestas”, fue la advertencia de un manifiestamente atribulado Presidente del Senado.
A cubierto de este manto ideológico literalmente demencial, la preparación logística de la ocupación de la calle ha intentado repetir la cadena de protestas de la izquierda que en el 2004 llevaron a la derrota electoral del Gobierno Aznar. La noche del pasado 9 de marzo, el PP organizó concentraciones nocturnas de varios cientos de personas en la mayoría de las ciudades, a la vez que tenían lugar más de una veintena de ataques fascistas contra sedes del PSOE y de IU. Al día siguiente, 700 autobuses de toda España se dirigieron hacia Madrid, en un escenario de la manifestación preparado y sufragado desde los gobiernos del PP de la Comunidad y de la Municipalidad.
La manifestación, que contó con más de 350.000 participantes, fue un éxito de disciplina y capacidad de encuadramiento. Un mar de banderas constitucionales españolas, con muy pocas excepciones de banderas franquistas, muchos lazos azules antiterroristas, pocas insignias del requeté o de la falange. Incluso la música se limitó al himno nacional, la vieja “Libertad sin Ira” de la transición, o la pegadiza “Sabes que se puede” de la televisiva Operación Triunfo. Confortado y exultante ante este ejemplo de modernidad, Mariano Rajoy levitó sobre el estrado como el nuevo salvador de la derecha política y social, convertida en “toda la gente de bien” de una nueva mayoría social.
Dos días después le entrevistaban en Antena 3 un Urdaci/2 resucitado y otros dos periodistas para denunciar la “fractura” social que estaba causando Zapatero y prometer el regreso, con él como presidente de Gobierno, del “consenso” en España. Y cuanto antes, mejor.

Los limites sociales y politicos de la “Estrategia de las Azores”

El Pais ha definido ya esta política de polarización extrema como la “Estrategia de las Azores”. Se trata de mantener completamente movilizado al electorado de la derecha, al tiempo que se favorece la fractura y el abstencionismo de la izquierda. Según uno de los barones del PP citados por El País, "como dijo Alfonso Guerra, no es verdad que las elecciones se ganen en el centro. Lo importante es movilizar a tu gente, la abstención es lo que hundió al PSOE en 2000. Nosotros tenemos muy animados a los nuestros. Los otros, no creo que lo estén tanto".
El acoso al Gobierno debe llevar a una situación de bloqueo y crisis política que sume las sensaciones de ilegitimidad social e ineficacia, forzando si es posible un adelanto electoral. "El presidente anda un poco escaso de talante en los últimos tiempos. No es edificante verlo amenazando a los españoles”, fue el cínico comentario de Rajoy tras el esperpéntico espectáculo dado por sus parlamentarios en el Senado. La ocupación de la calle debe conducir a una impotencia desmovilizadora de la izquierda, reducida a su condición de lumpen, frente a la “gente (de) bien”. El bloque social de la izquierda debe ser desmembrado, con llamamientos a una nueva pinza contra el Gobierno Zapatero a la extrema izquierda e incluso a sectores de IU, que deberían denunciar las incoherencias y limites del actual gobierno, no para arrastrarlo más a la izquierda, sino para debilitar la resistencia unitaria de la izquierda frente a la contra-ofensiva de la derecha /3.
La “Estrategia de las Azores” tiene sus coyunturas criticas definidas en los próximos meses, que giran en torno a la participación, o no, de la izquierda abertzale en las elecciones municipales en Euskal Herria, en torno a la posible formación de un gobierno de izquierdas y nacionalista en Nafarroa –que desplace a la derecha de las instituciones de esa comunidad y aparte uno de los obstáculos centrales en el proceso de paz en Euskal Herria—, o en torno a una posible nueva acción de ETA, si rompiera otra vez el “alto el fuego permanente”.
Pero el PP está aislado a nivel parlamentario por el resto de las fuerzas políticas, como han puesto de manifiesto una vez más el rechazo de su intento de recusar en el Congreso de los Diputados las decisiones penitenciarias sobre De Juana Chaos, o la petición de ilegalización del Partido Comunista de las Tierras Vascas (EHAK), y su contraofensiva continua esencialmente en las almenas del poder judicial y a pie de calle.
Para contrarrestar el peso de la derecha en el poder judicial, el Gobierno ha comenzado replanteando las consecuencias del Pacto Antiterrorista en la composición de los principales órganos de gobierno de los jueces. El nuevo ministro Fernández Bermejo ha iniciado su mandato poniendo en evidencia la “legalidad, pero también la ilegitimidad” del Consejo del Poder Judicial, que ha superado su mandato sin ser renovado. Una enmienda de IU a la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional ha permitido evitar que este alto tribunal quede en manos de una mayoría calificada de magistrados de derechas hasta su renovación, con el peligro de que se convirtiera en una “tercera cámara” de veto al poder legislativo. El “efecto Bermejo”, según el portavoz del PP en estas materias, Ignacio Astarloa, ha bloqueado cualquier posibilidad de acuerdo para la aprobación de una reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial.
Mientras tanto, el Gobierno Zapatero, con el apoyo de las otras fuerzas de izquierda y nacionalistas vascas y catalanas, ha podido continuar el proceso de reformas democráticas, con la aprobación de la Ley de Igualdad, la Ley de Identidad de Género y la desmilitarización de la Guardia Civil –a pesar de la oposición cerrada de los generales del cuerpo—, con la reforma de su régimen disciplinario y la aprobación de un Estatuto de derechos y deberes.
Todos estos ataques y resistencias no se traducen por ahora en un cambio cualitativo en las encuestas de opinión. Tanto la publicada por el CIS el pasado 1 de marzo, como el Pulsómetro de la SER del pasado 13, aunque señalan un deterioro en las apreciaciones sobre la situación política, que cae del 5,3 de comienzo de legislatura hasta el 4,2 (lo que no ocurre con la situación económica, que sigue estable en el 5,5), hacen recaer la responsabilidad del embrollo mucho más sobre Rajoy (que cae del 5 al 4,1) que sobre Zapatero (que pasa del 6 al 5,2), al mismo tiempo que Llamazares alcanza su mejor puntuación y supera a Rajoy con un 4,3. La intención de voto sigue dando al PSOE un 43%, mientras que el PP se situaría en el 39% e IU subiría al 6,5%. De acuerdo con estos datos, el PP ha conseguido la movilización de su electorado, pero no la segunda parte esencial de su estrategia, que es la desmovilización parcial de los electores de izquierdas. Aislado, sin posibles aliados para una coalición, la falta de perspectivas de una mayoría absoluta sigue condenando esta crispada estrategia a una gran frustración.

La manifestación contra la guerra o cómo superar el miedo

Lo que no pueden reflejar las encuestas de opinión es, sin embargo, el debate interno dentro del PSOE sobre la respuesta necesaria a la ofensiva en toda regla del PP. Desde el comienzo de la Legislatura, importantes sectores del PSOE han defendido frente al Gobierno Zapatero la necesidad de condicionar cualquier proceso de cambio social o político al consenso con el PP, dándole en la práctica un derecho de veto. Se trata de sectores con una fuerte incrustación en el aparato del estado, que han vivido ese acuerdo con el PP durante los ocho años del Gobierno Aznar como una especie de bipartidismo del centro; o de gentes directamente vinculadas a las grandes empresas que se han desarrollado a partir de las privatizaciones del sector público.
En el terreno de las políticas económicas, hay que decir que la dirección autónoma por parte de Solbes del Ministerio de Economía y Hacienda, y su control del presupuesto conforme a una orientación ortodoxa socio-liberal, se ha visto acompañada por un largo ciclo de expansión, con tasas de beneficios anuales de más del 30% en las empresas del Ibex 35 durante varios años y una contención salarial de los trabajadores/4 mantenida con una alta precariedad del 33% del mercado laboral. Eso ha descartado una oposición frontal de la derecha económica al Gobierno. Pero ello solo ha hecho aumentar la presión interna en el propio PSOE de estos sectores para evitar cualquier desplazamiento significativo a la izquierda.
En este punto, la opinión editorial de Prisa, la compañía editora de El País, es significativa, porque suele hacerse eco de los estados de opinión de esos sectores. Así Ernesto Ekaizer comentaba recientemente que el gran error estratégico de Zapatero en esta legislatura era haberse jugado la legitimidad obtenida con la retirada de las tropas de Irak en la apertura del proceso de paz en el País Vasco. Este tipo de afirmaciones, que se dicen portavoces del “sentido común” político, suelen dejar de lado que la decisión de la retirada de las tropas fue igualmente controvertida en su momento, con muchas presiones para que no tuviera lugar en nombre de la solidaridad transatlántica. Y que las políticas de cambio implican inevitablemente riesgos, pero que cualquier avance significativo en la modernización y democratización de España implica una solución al conflicto vasco, que se ha convertido en el eje de la movilización de la derecha.
Este estado de opinión de los sectores sociales que se reflejan en ala derecha del PSOE, se traslada a la cuestión de qué hacer frente a la contraofensiva del PP. Como si de la estrategia de polarización a ultranza tuviera la culpa el Gobierno Zapatero, se le exige no ya dar un derecho de veto al PP (como pretendía Bono), pero sí condicionar y aun evitar cualquier movilización de resistencia por parte de la izquierda. La tensión y crispación social que afloraron en la inauguración del monumento a las victimas del 11-M –una torre de cristal ante la estación de ferrocarril de Atocha— fue otra excusa para llamar a la desmovilización.
Era evidente que tras la “madre de todas las manifestaciones” del PP en Madrid y el anuncio de otra manifestación en Pamplona con autobuses de toda España, la izquierda corría el serio peligro de quedar paralizada y desmoralizada, si no intentaba recuperar su presencia en la calle. La gran oportunidad era la convocatoria internacional en el cuarto aniversario de la guerra de Irak.

La izquierda sale a la calle el 17 de marzo, cuarto aniversario de la invasión de Irak

Ha costado mucho la organización de la manifestación unitaria de Madrid del 17 de marzo. Pero el éxito de convocatoria, con mas 150.000 manifestantes, ha dado la razón a quienes la consideraban no ya imprescindible políticamente, sino necesidad vivamente sentida por las bases sociales de la izquierda. Ante el desconcierto y la falta de reacción inicial de los aparatos de los partidos, el Foro Social de Madrid ha sido capaz de tejer las complicidades transversales necesarias, apoyándose en ONGs como Paz Ahora, ACSUR o Solidaridad Internacional y en las direcciones de UGT y CC OO de Madrid. Gracias a esta política de frente único, ha sido posible ir ampliando el abanico de los apoyos y ganar las mayorías necesarias en los grandes partidos y sindicatos, que tenían miedo a las comparaciones de cifras con las manifestaciones del PP.
El objetivo era catalizar la movilización del conjunto de la izquierda frente a la derecha, creando las condiciones de autoconfianza que permitan su politización, sin abandonar por ello el debate crítico sobre los límites de la política económica o exterior del Gobierno Zapatero. La clave era poner en movimiento la gran masa de las principales instituciones de la izquierda española, sus sindicatos –con todas sus limitaciones y con su creciente burocratización—, y la condición previa era el acuerdo político del PSOE e IU, sin el que la movilización de UGT y CCOO no es posible, aunque ésta se circunscribiera sólo a Madrid y no tuviera un alcance peninsular para evitar comparaciones con el PP.
La otra alternativa era condicionar la movilización a una polarización ideológica previa dentro de la izquierda, a partir de las críticas directas a la política económica socio-liberal y a la presencia de las tropas españolas en Afganistán y Líbano. Esta política de emplazamiento se acabó concretando en una pequeña manifestación de varios cientos de organizaciones de extrema izquierda contra el Gobierno Zapatero el mismo día y a la misma hora –pero con distinto recorrido— que la gran manifestación unitaria de la izquierda contra la derecha. Pero la presión unitaria fue tan fuerte que obligo al PCE y a otras organizaciones a llevar sus pancartas contra la guerra de Afganistán a la manifestación convocada por el Foro Social de Madrid, en una reconsideración acertada y bienvenida.
El Foro Social de Madrid se ha convertido gracias a esta política de unidad de acción de toda la izquierda, con sus múltiples matices y libertad de crítica, en un gran espacio de organización de la resistencia y de la reocupación de la calle frente a la derecha del PP /5.

Un pulso permanente

En otras ciudades del Reino de España, sobre todo en Barcelona (15.000) y Sevilla (2.000), también se han producido manifestaciones de protesta organizadas por la Plataforma “Aturem la Guerra” y el Foro Social de Sevilla, respectivamente. Pero es evidente que la presión social y política que vive Madrid, como escenario de las ocho grandes manifestaciones de la derecha, ha creado una polarización mucho más fuerte que ha servido de estímulo para una política unitaria capaz de movilizar al conjunto de la izquierda.
El pasado sábado, en Pamplona, era de nuevo el PP el que conseguía reunir a más de 75.000 personas. No evidentemente para protestar contra la guerra de Irak, que apoyó, sino para evitar una coalición de gobierno de izquierdas y nacionalista que les eche democráticamente de las instituciones de la Comunidad Navarra. Con el curioso lema “Por los fueros y la libertad”, el gobierno de la derechista Unión del Pueblo Navarro, partido regionalista coaligado al PP, intentaba aunar carlismo y liberalismo en un nuevo conservadurismo hostil al nacionalismo vasco. La manifestación de Pamplona fue también un éxito para la maquinaria logística del PP, pero su efecto político fue mucho menor. Simplemente la agitación de un hipotético miedo identitario era poco creíble cuando días y aun horas antes tanto la vicepresidenta Maria Teresa Fernández como el PSOE navarro habían desmentido cualquier posible “cesión” antidemocrática de Navarra como precio político a Batasuna. Más curioso fue que Otegi y la propia izquierda abertzale reiteraran también que solo el derecho a decidir de los navarros determinaría la viabilidad de su proyecto de una sola comunidad autonómica vasco-navarra en el marco jurídico del estado español.
Solo 200 metros separaron a los manifestantes del PP de los 8.000 sindicalistas de LAB, el sindicato de la izquierda abertzale, que desfilaron en Pamplona a la misma hora contra las deslocalizaciones industriales en Euskal Herria, no cediendo su agenda sindical a la movilización de la derecha.
No es un mal mensaje. Frente al peligro de paralización, la izquierda tiene que demostrar que es capaz de saber movilizarse y mantener su propia agenda social y política. Frente a la estrategia de bloqueo de las instituciones mediante la polarización del PP, la izquierda tiene que responder con un proyecto más amplio de profundización del cambio político y social para una próxima legislatura, que tendrá la posibilidad de situarse más a la izquierda en la medida en que mejore la correlación de fuerzas y los resultados electorales. No solo para reabrir el proceso de paz en Euskal Herria, sino también para abordar la reforma de leyes orgánicas y de la propia Constitución, para lo que necesita tener una amplia mayoría parlamentaria. Sin una correlación de fuerzas más a la izquierda –que precisa de la movilización social unitaria, no menos que de la articulación política en programas y candidaturas más a la izquierda—, no será posible una nueva experiencia social masiva de cambio democrático y modernización que empiece a cuestionar el modelo de desarrollo económico neoliberal, insostenible a pesar del maná de los beneficios empresariales.

Hasta ahora mantenemos el pulso, pero hay que plantearse cómo lo ganamos.

NOTAS

1/ “Herri Batasuna+Zapatero Presidente= hijos de puta”. Merece destacarse la proverbial memoria histórica de la derecha española. Ya en 1934, y ante la huelga general de octubre convocada por la Alianza Obrera contra el gobierno de derechas republicano, las siglas UHP (“Unios Hermanos Proletarios”) fueron transformadas por las diferentes milicias fascistas de la época en “Unión de Hijos de Puta”. Agapito Maestre, uno de los publicistas más asiduos en los distintos boletines electrónicos “confidenciales” de la derecha, describía así estos días a los convocantes de la manifestación de Madrid contra la guerra de Irak del 18 de marzo: “PSOE, IU, sindicatos y toda la basura lumpen y de conducta desviada de la sociedad”.

2/ Alfredo Urdaci fue el responsable de los servicios informativos de TVE durante el Gobierno Aznar y su cara pública, identificada popularmente con las manipulaciones mediáticas de los atentados del 11-M del 2004.
3/ Véase, por ejemplo, el editorial de Pablo Sebastián en el periódico electrónico La Estrella Digital (www.estrelladigital.es) de 9 de marzo del 2007, “La Oportunidad de IU”. El argumentario se remonta a la iniquidad que habría heredado el Gobierno Zapatero por la política antiterrorista de Felipe González hace ya más de diez años, en especial la infamia de los GAL, las supuestas concesiones al independentismo nacionalista frente al “federalismo” responsable de IU, la “traición” a la causa saharaui y el mantenimiento de las tropas españolas en Afganistán. Sebastián concluye: “marcando toda la distancia que quieran con el PP deberían hacer otro tanto con Zapatero, en defensa de la izquierda, pero también de la democracia y de la libertad. La libertad que está amenazada en el País Vasco y la democracia que empieza a brillar por su ausencia en las acciones y reacciones de la Moncloa, para salvar los desafueros de Zapatero. Hay ciertas cosas, como el Pacto del Tinell, el rodillo del Congreso y sus vetos para impedir debates y votaciones, que no son, simplemente, democráticas, e IU eso lo debería saber y actuar en consecuencia y en defensa del interés general. Si dejan de moverse como simples acompañantes del PSOE, tendrán una oportunidad y muchas personas, que no soportan a Zapatero y que se acuerdan de Aznar, se lo agradecerán”.
4/ Según Malo de Molina, responsable de estudios del Banco de España, “la remuneración por asalariado que había crecido a una tasa media del 9,4% entre 1980 a 1995 se ha moderado hasta el 2,9% de crecimiento medio entre 1996 y 2005”. Esa “indudable moderación” está ya en línea “con la trayectoria de la inflación”, pero “cuando se compara con los incrementos reales del PIB, el crecimiento real de los salarios es negativo en un 0,6% en el promedio de 1996 a 2007, frente a un crecimiento real del 1,3% entre 1980 a 1995”. Las empresas que cotizan en el mercado continuo de la bolsa española obtuvieron el año pasado unos beneficios económicos del 58.097 millones, un 34% más que un año antes. Las cajas ganaron 9.420 millones, un 48% más. Paradigmáticos son los resultados de los dos principales bancos, ya que el grupo Santander logró un beneficio de 7.596 millones, un 22% más que en 2005. Es la cantidad más elevada entre las compañías cotizadas. Mientras tanto, hemos sabido que según los últimos datos de un estudio del IESE, el sueldo medio anual de los ejecutivos se fijó en 190.200 euros y los grandes ejecutivos superaron, de media, los dos millones, aunque los ingresos variables se han duplicado en Iberdrola, por ejemplo. El sueldo se dispara si se comparan con los máximos ejecutivos de las empresas, los consejeros delegados o los presidentes de los consejos de administración. Se conoce que Francisco González, presidente del BBVA, obtuvo un salario de 9,78 millones el año pasado, además de otros diez millones que fueron depositados en su fondo de pensiones.
5/ Volviendo a los debates sobre la memoria histórica, merece la pena destacar que quienes desde el FSM y otros ámbitos defendían esta política de frente único tenían en el recuerdo la experiencia de la izquierda madrileña en abril de 1933. Frente a la llamada a concentrar 100.000 manifestantes de la derecha en El Escorial para proclamar a Gil Robles, dirigente de Acción Popular, la alternativa frente al gobierno de centro-derecha de la república, fue entonces la Alianza Obrera, como espacio de coordinación de toda la izquierda, la que movilizó unitariamente y proclamó la huelga general del transporte que desbarató la contraofensiva extraparlamentaria de la derecha española. Con todas las diferencias históricas y de métodos de lucha, el punto de referencia de esa política de frente único seguía siendo valido hoy, cuando de nuevo se trataba de evitar que cundiera la impotencia. Ver G. Munis, Jalones de Derrota, Promesas de Victoria, Ed. Zyx, pag. 127 (edición digital http://www.marxismo.org/?q=node/566)
Gustavo Búster es miembro del Consejo Editorial de SINPERMISO

lunes, 19 de marzo de 2007

Movilízación Por La Vivienda, Por NUESTRA Vivienda

El próximo sábado 24 de marzo a las 17:00 la gente se vuelve a echar a la calle, para mostrar su indignación por un tema que sí que nos debe interesar de verdad, que es el tema de la vivienda y el de la corrupción urbanística.
Se trata de una manifestación a nivel estatal en una época de movilizaciones masivas en la calle. Cabría decir que, de las relacionadas con el panorama político nacional (pues la manifestación contra la guerra tenía un claro carácter internacional), esta es de las pocas que van dirigidas a denunciar un problema concreto, el de la vivienda y todo lo que lo rodea ( precio, especulación del suelo, corrupción urbanística, etc.), en lugar de dedicarse únicamente a crispar e incitar al enfrentamiento en nombre de palabras vacías dibujadas en enormes pancartas, símbolos y banderas, sobre cuyos mástiles planean los más oscuros buitres de la derecha española, que haciendo uso de una vergonzante demagogia y manipulación y de una cierta dosis de violencia en el lenguaje, tratan (y lo triste es que, en cierta medida, lo consiguen) de resucitar los fantasmas del pasado franquista y del conservadurismo más rancio que ellos mismos, no hace mucho, se afanaban en ocultar mientras acusaban al gobierno del PSOE de pretender reabrir viejas heridas con la elaboración de la que debería llamarse "Ley de Desmemoria Histórica", aunténtica vergüenza de un gobierno empeñado en autocalificarse de izquierdas.
No me extenderé más para no robar espacio al tema que motiva este artículo. A continuación, paso a reproducir la lista de ciudades en las que se va a llevar a cabo la manifestación el próximo sábado, con sus respectivos lugares de celebración.
VOLVEMOS A LA CALLE PARA QUE LA VIVIENDA SEA UN DERECHO Y NO UN NEGOCIO

Esta vez nos movilizamos en tiempos pre-electorales, de promesas, de mentiras... en tiempos en que todos los que no han hecho NADA nos intentarán convencer de que a partir de ahora sí se van a tomar en serio el problema de la vivienda, sí van a actuar y sí van a defender los derechos que el mercado les ha hecho olvidar. Por todo ello, desde VdeVivienda se convoca para el 24 de Marzo el mayor día de movilizaciones por la vivienda.
MADRID Pta del Sol 17h
BARCELONA Pza Catalunya 17h
ZARAGOZA Pza Aragón 19h
SEVILLA Pza Nueva 17h
JEREZ Pza Arenal 17h
SANTANDER Pza Ayuntamiento 17h
MURCIA Pza Sto Domingo 17h
CÁCERES Pza Mayor
SALAMANCA Pza Mayor
A CORUÑA Pza María Pita
VIGO Pta del Sol
OVIEDO Pza América
GIJÓN Pza del Parchís
HUESCA Pza de Navarra
MALLORCA Pza Mayor
MAÓ Pza de la Constitución
TENERIFE Pza Weyler
BADAJOZ Pza S.Francisco
PLASENCIA Pza Mayor
CÁCERES Pza MAyor
Zaragoza Pza Aragón a las 19 h
Para más información acerca del resto de ciudades y horarios. visitad el foro vdevivienda.megaslibres.com y las páginas www.vdevivienda.net o www.viviendadigna.es





Cuestión de Coherencia

Francisco Fernández Buey
El País

No seré yo quien vaya a negar la evidencia. Que bastantes personas que se decían de izquierdas, e incluso revolucionarias, en la década de los sesenta o los setenta, se han hecho luego de derechas es un hecho. Se suele hablar de los casos más llamativos en el ámbito político, el de aquellas personas que un día fueron la izquierda de la izquierda y hoy son la derecha de la derecha. Pero el proceso es más amplio y más profundo. Afecta también a intelectuales de lo que un día fue la izquierda moderada o "socialdemócrata", como solía decirse. Para hacerse una idea basta con comparar a este respecto lo que decía el entonces "compañero Miguel", en la Escuela de Verano del PSOE de 1976, con lo que suele decir Miguel Boyer en los últimos tiempos: de propugnar la nacionalización de la banca, las eléctricas y la siderurgia, a la FAES de Aznar.
El fenómeno no es nuevo. El transformismo de los intelectuales es algo tan antiguo y tan repetido que volver sobre el asunto resultaría tedioso si no fuera porque en ese paso hay implicadas algunas tragedias que a veces se olvidan. Sólo recordaré una: la conversión de Benito Mussolini, paladín del socialismo maximalista italiano y fundador luego del partido fascista. Tragedias aparte, la cosa es tan aburrida que los intelectuales europeos que se mantuvieron leales a la izquierda siempre escribieron sobre el transformismo de los otros con ironía o sarcasmo. Recuerdo tres casos, pero hay más. El de Gramsci, definiendo a Marinetti y a los futuristas italianos como niños que se han divertido coqueteando con los proletarios para acabar volviendo al redil de la propia clase cuando pintan bastos. El de Brecht, redactando el libro de los tuis para distinguir entre intelectuales e intelectualines en la crisis. Y el de Lukács, ironizando sobre la falta de columna vertebral de los intelectuales tránsfugas como una ventaja fisiológica que permite al susodicho agusanarse ante el Poder.
Así que, por ahí, nada nuevo bajo el sol. Vamos con las novedades. En España hay dos que subrayar. Una es la práctica consistente en agrandar el propio pasado revolucionario para luego, bajo la apariencia de estar haciendo razonable autocrítica, poner a caldo, por antiguos, a los colegas que sí fueron de izquierdas y siguen siéndolo. La operación suele dar buenos dividendos en la sociedad del espectáculo. Pues las personas jóvenes, que no tienen por qué saber lo de izquierdas que el agrandado fue en su juventud, reciben el mensaje y piensan: los intelectuales que resisten son dogmáticos. En suma, el viejo truco de la autocrítica que en el fondo es sólo retórica para criticar a la izquierda real, a la izquierda socialmente coherente.
La otra particularidad recurrente en la sociedad mediática de la España actual consiste en llamar intelectual a cualquier cosa. En esto, los medios de intoxicación de masas de la derecha política vienen jugando un papel preponderante. Primero desprestigian a los pocos intelectuales serios que hay y luego elevan a la categoría de intelectual al tránsfuga que en el pasado fue, a lo sumo, un politicastro o un escribidor de catecismos. Elevado el tal a los altares de la intelectualidad, lo colocan a continuación en la lista de los objetos consumibles. Y así se hincha la nómina de los supuestos intelectuales que fueron rojos y ahora son azules.
Una de las consecuencias perversas de estas dos cosas es que al final, y el final es ahora, el amable lector acaba creyéndose lo que dice el intelectual que dice que fue de izquierdas y lo que dicen los medios de la derecha del politicastro convertido en intelectual por arte de birlibirloque. La otra prensa, los otros medios que no se quieren de derechas, suelen hacer eco. Y así vamos perdiendo cualquier concepto serio de las palabras "intelectual" e "izquierda". Para no gastar papel lo diré drásticamente, en dos frases. Una: no he conocido a ningún intelectual de verdad, que fuera de izquierdas de verdad, y que al mismo tiempo dijera de sí mismo que era un "intelectual" y "de izquierdas". Les bastaba con ser "rojos" y con tener pensamiento propio. Por algo será. Dos: la nómina habitual de los intelectuales de izquierda que se pasan a la derecha en este país está hinchadísima, pues se tiende a llamar intelectuales a muchos que no lo son y se tiende a considerar de izquierdas a otros tantos que sólo lo fueron en su imaginación de ahora.
Paralelamente se recorta (a veces hasta el doloroso olvido) la lista de quienes, con los distingos de rigor, se han mantenido leales a los valores de la izquierda que defendieron en el pasado. La visión periodística de la historia, el presentismo y la tendencia a convertirlo todo en espectáculo, en titular o en publicidad tienen mucha culpa en esto. Y es ya evidente para cualquier lector habitual de periódicos y semanarios culturales que la culpa de la hinchazón de aquella nómina y del ninguneo de los otros no corresponde sólo a lo que se viene llamando "la caverna". También EL PAÍS, entre otros, tiene su parte de culpa.
Me pregunto, y pregunto a los que leen, si en vez de seguir hinchando el globo de los tuis y de los politicastros que se pasan a la derecha, no sería mejor hacer algo, ahora que estamos en lo de la memoria que se quiere histórica, para honrar a los intelectuales de izquierdas que se han mantenido leales. Sobre todo a aquellos que han seguido trabajando, escribiendo y actuando a favor de los de abajo sin mayor impacto mediático. Lo que queda de izquierda digna de ese nombre debe mucho a éstos, varones y mujeres. Son los intelectuales que han enlazado los ideales social-comunistas o libertarios de la izquierda de ayer con las luchas de hoy en favor de la democracia participativa, de la diversidad en la igualdad, de la economía social ecológicamente fundamentada, de los anhelos de los anónimos a los que un día llamamos pueblo. Honremos, pues, lo que éstos han hecho como intelectuales de verdad y el valor de su resistencia ético-política. Y dejemos ya de hinchar el globo del transformismo. A lo mejor así se invierte la tendencia.

Francisco Fernández Buey es catedrático de Filosofía de la Universidad Pompeu Fabra.

Joan Manuel Serrat

Poco se puede decir de Joan Manuel Serrat que no suene a tópico muchas veces oído por radio y televisión. Sólo una pega relacionada con él, y es que me cuesta muchísimo decidir las canciones a colgar en este blog. De momento, dejo estas dos, aunque dejaría más de veinte, sobretodo la de "De vez en cuando la vida", pero no he sido capaz de encontrarla (si alguien la localiza en alguno de los servidores de videos de internet que avise, por favor).
Cantares
Sería fantastic

jueves, 15 de marzo de 2007

La Memoria Histórica

¿ La Historia se repite ? ¿ O se repite sólo como penitencia para quienes son incapaces de escucharla? No hay historia muda. Por mucho que la quemen, por mucho que la rompan, por mucho que la mientan, la historia humana se niega a callarse la boca. El tiempo que fue sigue latiendo, vivo, dentro del tiempo que es, aunque el tiempo que es no lo quiera o no lo sepa. El derecho de recordar no figura entre los derechos humanos consagrados por Naciones Unidas, pero hoy es más que nunca necesario reivindicarlo y ponerlo en práctica; no para revivir el pasado, sino para evitar que se repita; no para que los vivos seamos ventrílocuos de los muertos, sino para que seamos capaces de hablar con voces no condenadas al eco perpetuo de la estupidez y la desgracia.
Cuando está de veras viva, la memoria no contempla la Historia, sino que invita a hacerla. Mas que en los museos, donde la pobre se aburre, la memoria está en el aire que respiramos; y ella, desde el aire, nos respira. Olvidar el olvido: don Ramón Gómez de la Serna contó que alguien tenía tan mala memoria que un día se olvidó de que tenía mala memoria y se acordó de todo.
Recordar el pasado, para liberarnos de sus maldiciones: no para atar los pies del tiempo presente, sino para que el presente camine libre de trampas.
Extraído de "Patas Arriba: La Escuela Del Mundo Al Revés", de Eduardo Galeano

martes, 13 de marzo de 2007

Política de Cervecería

Varios días me ha costado reaccionar de manera inteligible y razonable ante los hechos que se suceden en el panorama político nacional. Días en los que hemos podido disfrutar de una manifestación multitudinaria (con su correspondiente guerra de cifras de asistentes) de la ultraderecha, un concierto de rebuznos cavernícolas en el Senado, y una mala, deprimente actuación del Gobierno. Deprimente por varias razones; todos sabemos que el PP esta llevando a cabo una estrategia de "todo vale" desde hace poco más de 3 años, la cual la mayoría de analistas políticos consideran inmoral, injusta y peligrosa por lo que puede conllevar. Cabía esperarse de la derecha esta estrategia. Del mismo modo, lo que no puede negarse es que el PSOE está llevando asímismo una estrategia política apoyada en la del PP. Nadie duda que el PSOE tiene capacidad suficiente para haber abordado el tema De Juana Chaos de otra manera (podría "incluso" haberlo explicado alegando argumentos jurídicos muchísimo más concretos que las supuestas razones humanitarias cuchicheadas por Rubalcaba la semana pasada). En cambio nos encontramos con que, para responder a la ofensiva del PP, en lugar de utilizar argumentos y explicaciones razonables, el PSOE se ha apuntado al juego de "yo la tengo más grande"; se ha dedicado a investigar y exponer en el Congreso excarcelaciones llevadas a cabo por ministros del PP entre 1996 y 2004, ha editado un nuevo vídeo para echar más mierda sobre el adversario político, y como respuesta a la manifestación del sábado pasado se plantea una contramanifestación el sábado que viene para demostrar "de quién es la calle".... Señores, esto no es Política (con "P" mayúscula), ¡esto es política de cervecería!
Técnicamente, podría decirse que los partidos políticos se han salido del campo político, y se encuentran inmersos en el campo de las estrategias de poder. Es decir, están en guerra, y aspiran unos a conservar el territorio de las instituciones de poder y otros a anexionárselas. La próxima batalla, el miércoles en la Sesión de Control al Gobierno en el Congreso de los Diputados.
Carece de toda coherencia que el PSOE acuse de calumniador y crispador al PP por hacer demagogia con la supuesta rendición del Estado al aplicar prisión atenuada a De Juana Chaos, y al mismo tiempo vierta las mismas acusaciones sobre los anteriores gobiernos de Aznar haciendo listas de etarras excarcelados en aquéllos mandatos. En resumidas cuentas, la gestión del PSOE no está siendo correcta, desde un punto de vista político. Sin embargo, si nos esforzamos en plantearlo desde el prisma de la lucha por el poder, conseguiremos captar una mayor lógica en todo esto; la crispación podría decirse que fue planteada de inicio por el PP. Sin embargo, son ya 3 los años que ésta campa por el marco político español, y todos sabemos que 2 no se pelean si uno no quiere. Cabe pensar entonces, que esta situación beneficiará pues a ambos contendientes. Al PP le va bien lo de pegar y al PSOE el papel de víctima. No queda espacio aquí para programas, idearios e ideologías, que quedan como simples herramientas al servicio de quien quiera utilizarlas en su particular batalla por el poder.
Y mientras, se esconden espinosos temas para los partidos, como el escándalo urbanístico, las tropas en Afganistán, el abandono al pueblo Saharaui frente a la ambición anexionista de Marruecos, las cesiones a la Iglesia, la vergonzosa Ley de la Memoria Histórica... vergüenza de un partido que le gusta decirse de izquierda (sobretodo a Zapatero, que se llena la boca autocalificándose de rojo), aunque de facto no deja de ser el mismo perro con distinto collar.
Ante todo esto, ¿alguien se extraña de que la gente piense que los políticos son unos malvados rufianes y mentirosos? ¿Realmente alguien se extraña de que un 80% de los jóvenes españoles "pasen" absolutamente de la política?
Ahora bien, todo esto no queda dicho en un alarde de pensamiento conformista y complaciente, que nos permita a la gente de a pie quedarnos tranquilitos pensando que son los políticos los únicos responsables de esta ruinosa situación política. Nada más lejos. Sin duda, si los que afirman ser nuestros representantes políticos están así, es porque nosotros, el pueblo, se lo estamos permitiendo. No cabe aquí echar la culpa a los políticos, pues éstos son el reflejo de la sociedad. ¿O a alguien le cabe alguna duda de que si se cambia a los políticos "crispados", los sustitutos no actuarían de similar manera? El problema no es de las élites políticas; el problema lo tenemos todos los que permitimos que esto ocurra. Todos los que se limitan a culpar a los políticos y todos los que no hacen nada por que la situación cambie. Y para que esto cambie hay que mover el culo, pero esto no es esperar a las elecciones para ver qué votamos o dejamos de votar. Mover el culo es hablar, despertar el pensamiento crítico, debatir, organizarse, movilizarse. Es necesaria una movilización popular, al margen de los partidos políticos, que exija a los políticos un cambio en su manera de actuar. Es éticamente irrenunciable la necesidad de movilizarnos por un cambio urgente en la situación política, sacando a la luz los verdaderos problemas que nos atañen, que no son pocos.

Realismo Capitalista

El desarrollo de la tecnología no está sirviendo para aumentar el tiempo de ocio y los espacios de libertad, sino que está multiplicando la desocupación y está sembrando el miedo. Es universal el pánico a recibir la carta que lamentar comunicarle que nos vemos obligados a prescindir de sus servicios en razón de una nueva política de gastos, o debido a la impostergable reestructuración de la empresa, o porque sí, sin ningún eufemismo que alivie el fusilamiento. Cualquiera puede caer, en cualquier lugar; cualquiera puede convertirse de un día para otro, en un viejo de cuarenta años, inútil según el pensamiento único. [...] Encontrar trabajo o conservarlo, aunque sea sin vacaciones, ni jubilaciones ni nada, y aunque sea a cambio de un salario de mierda, se celebra como si fuera un milagro.
En EEUU hay mucha menos desocupación que en Europa, perno los nuevos empleos son precarios, mal pagados y sin protección social. “Lo veo entre mis alumnos”, dice Noam Chomsky. “Ellos temen que, si no se comportan como es debido, nunca conseguirán trabajo, y eso tiene un efecto disciplinatorio”. Sólo uno de cada diez trabajadores tiene el privilegio de un empleo permanente y a tiempo completo, en las quinientas empresas norteamericanas de mayor magnitud. De cada diez nuevos empleos que se ofrecen en Gran Bretaña, nueve son precarios; en Francia ocho de cada diez. La Historia está pegando un salto de dos siglos, pero hacia atrás: la mayoría de los trabajadores no tiene, en el mundo actual, estabilidad laboral ni derecho a la indemnización por despido; y la inseguridad laboral derrumba los salarios. Seis de cada diez norteamericanos están recibiendo salarios inferiores a los salarios de hace un cuarto de siglo, aunque en estos 25 años la economía de los EEUU ha crecido un 40%.
Lee Iacocca, que había sido ejecutivo de la empresa Chrysler, visitó Buenos Aires a fines de 1993. En su conferencia habló con admirable sinceridad acerca del desempleo y la educación:
El problema del desempleo es un tema duro. Hoy podemos hacer el doble de autos con la misma gente. Cuando se hala de mejorar el nivel educativo de la población como remedio al problema del desempleo, siempre digo que me preocupa el recuerdo de lo que pasó en Alemania: allí se publicitó la educación como solución a la desocupación, y el resultado fue la frustración de cientos de miles de profesionales, que fueron empujados al socialismo y a la rebelión. Me cuesta decirlo, pero me pregunto si no sería mejor que los desocupados actúen con lucidez y se vayan a buscar trabajo a un McDonald’s.
Extraído de "Patas Arriba. La Escuela del Mundo al Revés", de Eduardo Galeano

miércoles, 7 de marzo de 2007

Hartos de Política

Publicaba ayer martes El País una columna de Andrés Ortega, que paso a reproducir íntegramente a continuación:

Hay un hartazgo de política. El último barómetro del CIS pone de relieve el poco caso que los ciudadanos españoles le prestan. Los sentimientos que más se repiten son los de desconfianza, indiferencia y aburrimiento. La política, junto a la religión, es de los aspectos que menos importancia tienen para los españoles, frente a la familia, los amigos y el tiempo libre. Según ese sondeo, más de un 58% nunca o raramente habla de política con sus amigos y familiares, y otro tanto no lee, o lo hace con menor frecuencia, las secciones políticas de los periódicos, ni ve ni escucha programas sobre política e radio o televisión, exceptuados los noticieros. Un 76% tampoco usa Internet para informarse acerca de la política. Ahora bien, no es mero pasotismo. Pese a que la satisfacción con el funcionamiento de la democracia nacional se ha reducido en la UE desde su mayor nivel (60%) en 1999 para situarse en un 56%, según el Eurobarómetro, en España es de las más altas: 71%. Y según el CIS, los españoles, en más de un 60%, consideran que la política tiene una gran importancia en la vida de cualquier ciudadano, y que el voto es la única forma para la gente de influir en lo que hace el Gobierno.

Estas tendencias, aunque menos marcadas, se registran en otros países de la UE. Entre los más desafectos a la política están los treintañeros, los Friends de hoy. En Francia, como señala la socióloga Guénaëlle Gault en su libro Pour en finir avec la politique à Papa ( Para acabar con la política de Papá), éstos son hedonistas, no tienen “los medios para ser ambiciosos como Papá pudo serlo”, pero quizás tampoco ganas de serlo. Están imbuidos de “optimismo individual y pesimismo colectivo” (algo que reflejan también las encuestas en España), y muestran interés por “la cosa común”, pero no “de forma colectiva”. Marcádamente más abstencionistas que la media, está por ver cómo actúan estos treintañeros antes las cruciales elecciones francesas en las que la nueva guardia, aunque suponga una renovación frente a un Chirac septuagenario, está toda por encima de los 50: Nicolas Sarkozy tiene 52, Ségolène Royal 53 y FranÇois Bayrou 55 (por no hablar de Le Pen, de 74). Los presidentes del Gobierno de la democracia española estaban todos en sus cuarenta cuando llegaron a la Moncloa.

Sin caer en el gobierno por sondeos, es necesario que los políticos no den las espalda al sentir de los ciudadanos. Lo contrario puede conllevar un precio elevado, como se vio en Francia con el referéndum sobre la Constitución Europea. A este respecto, Sarkozy es el único de los candidatos con posibilidades que no se ha comprometido a someter a una nueva votación popular el eventual nuevo Tratado. Si llega al Elíseo, y si no lo hace, la legitimidad europea saldrá dañada.

En Europa, la política puede ser víctima del éxito de la UE, y especialmente de la unión monetaria, pues ha encorsetado las políticas económicas, las ha dejado “a prueba de política”, a prueba de cometer desatinos, como ha puesto de manifiesto Martín Wolf, comentarista económico del Financial Times, en un interesante debate organizado por el BBVA en Madrid. Con lo que importan menos.

La militancia en partidos políticos o en sindicatos en España – y en el resto de Europa -, es mínima, así como la pertenencia a asociaciones religiosas, deportivas, culturales u otras, a diferencia de EEUU donde, sin embargo, el llamado capital social merma. Los partidos parecen haberse convertido en máquinas para ganar elecciones y repartir puestos de trabajo. La gente, sin embargo, quiere poder participar y que se tomen en cuenta las opiniones de los ciudadanos a la hora de gobernar. Acabamos de ver un ejemplo en las dificultades de Prodi en Italia, donde no es sólo la posición de una minoría en la izquierda, sino que una mayoría (62%) de los italianos y más aún (73%) de los que apoyan a este gobierno quieren que sus tropas se marchen de Afganistán. Son avisos de mayor calado que las intenciones de voto inmediatas, pues reflejan una profunda crisis en la política.