sábado, 23 de octubre de 2010

El supuesto intento de agresión a Rosa Díez en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense

Tras la visita que Rosa Díez realizó esta semana a la Facultad de ciencias Políticas y Sociología de la UCM, numerosos fueron los medios que dedicaron más o menos espacio a relatar, a su manera, lo sucedido en la famosa facultad. Desde la derecha, una vez más, llegaron curtidos sus perros de presa, adiestrados fotógrafos a la caza de la imagen más morbosa que sirva de arma arrojadiza contra su tan odiado estudiantado de izquierdas, para su desgracia abrumadora mayoría en esta facultad. Desde la izquierda, la respuesta ha sido, por fin, digna respuesta - diarios como Público o informativos televisivos han dedicado espacio a cubrir la noticia de manera más o menos objetiva- a la calumniosa, casi vergonzante, estrategia que sistemáticamente lanza la derecha mediática a la hora de hablar de la Facultad, pues no se cortan un pelo a la hora de hablar de terroristas, "perroflautas" y demás fauna antisistema -verdadero terror debe producirles esta gente por el afán que ponen en su estigmatización- poniendo en práctica aquello de "calumnia, que algo queda". Un ejemplo de los numerosísimos que podemos encontrar se ve hoy en el diario El Mundo.

Es de sobra conocido que la Diputada por UPyD gusta de visitar la Facultad de Ciencias Políticas aun a sabiendas de la poca popularidad de la que goza entre sus estudiantes. No nos debe sorprender, pues esa es su estrategia: utilizar su presencia -previamente anunciada a sus medios afines- como señuelo para despertar las iras de los estudiantes y, gracias a la mala gestión de éstos -y a alguno pasado de rosca también, por qué no decirlo-, salir en los medios, como ha pasado en sus visitas anteriores. Pues ya se sabe que la señora Rosa Díez, ante la flagrante carencia de proyecto político y falta de programa de su partido, no conoce otra manera de hacerse ver que recurriendo a la provocación, tal como se vio durante su intervención en la conferencia, a lo largo de la cuál llegó a arremeter no ya contra los estudiantes que se habían manifestado en su contra, sino también contra el Decano de la Facultad por considerar que daba demasiada libertad de expresión a los primeros. Sin embargo, esta vez los estudiantes estaban preparados y organizados contra las ansias de victimismo de Rosa Díez, y pusieron especial empeño en llevar a cabo una protesta que, sin perder ni un ápice del sentido de la misma, no dejara espacio a posibles acusaciones de violencia o supuestas agresiones que la derecha mediática había utilizado en otras ocasiones. Y lo consiguieron.





Este es el texto íntegro del comunicado que se le leyó a la Diputada por UPyD en el Congreso:




La señora Rosa Díez repite en nuestra facultad. ¿Por qué?

La señora Rosa Díez vuelve a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense. Anteriormente visitó esta casa recibiendo una atención moderada e importantes protestas. Tuvo que cancelar su última intentona cuando supo que los estudiantes de la facultad, el año pasado, le esperaban con buenas dosis de humor.

Si ahora repite no es porque tenga ningún interés en los debates o el pensamiento que se produce en esta facultad, ni porque su visita responda a un clamor de estudiantes o profesores. No ha ido a ninguna otra facultad de Madrid, y nunca aparece por aquí salvo en períodos preelectorales o cuando lleva demasiadas semanas sin aparecer en televisión.

Conviene decir de manera nítida la razón de su visita: La señora Rosa Díez es una oportunista que utiliza nuestra facultad como trampolín mediático. Pone un pie en esta casa deseando provocar protestas que le permitan recuperar algo de presencia mediática, y renovar el estatus de “víctima y heroína de la democracia” que es el único capital político que puede ostentar.

La señora Rosa Díez dice venir a hablarnos de “regeneración de la democracia”. Suponemos que se refiere a esa democracia que se ha ido vaciando conforme ha ido dejando fuera de su campo de actuación los derechos sociales al trabajo, la vivienda, el medioambiente, la educación, la sanidad o la cultura. No se extrañe usted, señora Rosa Díez, demócrata con medallas, que la participación política de los jóvenes disminuya a medida que ustedes hacen cada vez más irrelevante la política institucional.

En cualquier caso, si por “democracia” la señora Rosa Díez entiende la competencia electoral, permítanos recordarle que tras su visita dijo que quienes le abuchearon fueron grupos minoritarios y radicales. Lo segundo sí lo somos, señora Rosa Díez, pues creemos que los problemas se solucionan yendo a su raíz, y que sentarnos a esperar es un suicidio. Pero minoritarios, señora Rosa Díez, le va a costar demostrar que seamos: sepa usted que los estudiantes de izquierdas que rechazaron entonces su presencia fueron la primera fuerza en las pasadas elecciones a Junta de Facultad. De esta facultad a la que usted viene en busca de unos segundos en el telediario.

Es probable que nos hable usted de la “libertad de expresión”, señora Rosa Díez. Nosotros sabemos lo que es eso porque lo hemos leído, pero rara vez la hemos experimentado. Y es que hoy ese derecho, como muchos otros, dependen del dinero que se tenga. A usted, por ejemplo, para sus soflamas nacionalistas y chauvinistas españolas, nunca le falta la atención de las empresas de medios de comunicación. A nosotros, mientras tanto, nos es casi imposible acceder a esos mismos medios de comunicación, para defender la universidad pública, denunciar la precariedad vergonzante o reivindicar el acceso a una vivienda digna. Por esa razón usted, con su flamante libertad de expresión a golpe de talonario y favores de los poderosos, puede llamarnos a nosotros “antisistema” –esa categoría policiaca para designar a los que no se resignan- y nosotros, para contestar, tenemos serias dificultades. Derecho de acceso, se llama. También se compra, como su escaño.

Usted, señora Rosa Díez, ha venido a esta facultad implorando protestas, gritos y, a poder ser, algún empujón entre sus escoltas y los estudiantes, para fingir otro mareo y hasta puede que desmayarse si los pilotos rojos de las cámaras de televisión están encendidos. Pero con nosotros no cuente. A usted eso le parece valentía democrática, y a nosotros un uso despreciable, clientelar y oportunista de la universidad pública. No nos esperábamos otra cosa. Por eso, para una amplia mayoría de estudiantes de esta facultad, usted no es bienvenida y nos gustaría que no viniese nunca más.


Si te parece que la visita de Rosa Diez a nuestra facultad es poco oportuna y oportunista, recibela con una tarjeta roja.

El próximo Jueves 21, a las 11:45 (el acto empezará a las 12:00), en el salón polivalente de la facultad de Ciencias Políticas y Sociología UCM.

Las tarjetas rojas se distribuiran antes del acto.

No hay comentarios: