Ante los gravísimos recortes en educación que en los últimos tiempos está acometiendo la Comunidad de Madrid, el miércoles 28 de noviembre multitud de profesores y alumnos salieron a las calles y plazas de la capital para proseguir su actividad docente. En el vídeo, Juan Carlos Monedero, profesor de ciencia política en la Universidad Complutense de Madrid, traslada su aula a la Puerta del Sol.
Hay quienes luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero los hay que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles.
viernes, 30 de noviembre de 2012
jueves, 29 de noviembre de 2012
miércoles, 28 de noviembre de 2012
miércoles, 21 de noviembre de 2012
Norman Finkelstein habla claro sobre Israel y Palestina.
Este vídeo es uno de esos que invitará a muchos de los espectadores a celebrarlo al grito de “zas! en toda la boca.” Y no me excluyo. Sin embargo, la gravedad del tema no permite frivolidades de este tipo. Este vídeo es un reflejo de la grave situación de hipocresía que nubla la senda del sentido común, el pensamiento lógico y la objetividad en relación al conflicto entre Israel y Palestina.
Sin duda el pueblo judío sufrió en su momento gravísimos crímenes contra la humanidad, por lo que tuvieron derecho a ser reconocidos y recompensados –si bien, el modo en que ello ocurrió merece ser discutido-. Pero no obstante, lo que no puede ser admitido es que gran parte de los dirigentes de Israel, así como de sus partidarios en el interior y en el exterior del país, sigan estirando la manta del victimismo como medio para justificar cualquier tipo de ataque contra Palestina.
Y el problema principal es lo que dice este señor, que las lágrimas de cocodrilo y el sensacionalismo barato son utilizados para nublar cualquier juicio objetivo acerca de posibles similitudes en cuanto a las tácticas de exterminio utilizadas en su momento contra los judíos y los que ahora ellos utilizan contra los palestinos. Las víctimas son hoy a todas luces verdugos, y eso hay que decirlo cueste lo que cueste y le pese a quien le pese. Porque ya basta de hipocresía.