Un día caí en el mar de tu mirada.
Una emoción fresca y sobrecogedora inundó mi ser.
De repente me encontré en medio de una tormenta de sensaciones y emociones contradictorias.
Un nudo ahogó mi garganta, mientras buscaba incesantemente una escapatoria.
Hoy todavía vivo atrapado en esa mirada, sin hallar la salida.
Mas ya no me cuestiono por qué tú ni por qué yo,
sólo me pregunto por qué no tú y yo.
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