Hay quienes luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero los hay que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles.
Lejano... y cercano. Desde aquellos comentarios me parece como si hasta mayo no hubiera hecho nada. Nada más que esperar a regresar, como sitiado en Brighton por un mundo detenido ante mi cara pánfila. Pero desde entonces han pasado demasiadas cosas, tantas, tantas cosas, tan buenas y tan malas, tan esperadas como inesperadas...
Si, puede que "raro" sea la palabra que mejor encaje con estos meses. Cinco (o más) meses "raros", intensos, en los que cuando echo la vista atrás me siento como una mosca que, posada en un lavabo, es arrastrada por el agua y engullida violentamente por un desagüe.
Dado que no consigo que se me ocurra nada original que tenga como protagonistas a una mosca ahogándose en un desagüe y a un lemur salvavidas, dejaré a un lado las fábulas. Pero en cualquier caso, en esa supuesta fábula, aunque la mosca fuera la protagonista de la acción, la que hacía cosas raras e inesperadas, al final del cuento el público siempre aplaudía al lemur, el guapo de la película, y que además era listo y de una bondad inimaginable.
En la cabeza se me juntan buenos y malos recuerdos, aunque ultimamente los buenos son los que no paran de piquetearme el pensamiento. Yo no lo veo "raro"... no es "rareza" la sensación que se me viene encima. La sensación sigue siendo rabia. Rabia porque quizás cosas ajenas han enturbiado todo lo que en algún momento fue precioso, y ello ha ocurrido en parte por mi culpa.
Y encima han quitado el vídeo... vaya un día cojonudo.
5 comentarios:
Que guapa q salgo, hay que ver.
Esq la que vale, vale. xD
Jajaja, ya te digo. :P
Que lejano queda esto...
verdad?
q raro se me hace mirar atrás y ver todo lo que ha pasado...
Me acabo de dar cuenta de que han borrado el vídeo... resulta macábremente irónico.
Lejano... y cercano. Desde aquellos comentarios me parece como si hasta mayo no hubiera hecho nada. Nada más que esperar a regresar, como sitiado en Brighton por un mundo detenido ante mi cara pánfila. Pero desde entonces han pasado demasiadas cosas, tantas, tantas cosas, tan buenas y tan malas, tan esperadas como inesperadas...
Si, puede que "raro" sea la palabra que mejor encaje con estos meses. Cinco (o más) meses "raros", intensos, en los que cuando echo la vista atrás me siento como una mosca que, posada en un lavabo, es arrastrada por el agua y engullida violentamente por un desagüe.
Dado que no consigo que se me ocurra nada original que tenga como protagonistas a una mosca ahogándose en un desagüe y a un lemur salvavidas, dejaré a un lado las fábulas. Pero en cualquier caso, en esa supuesta fábula, aunque la mosca fuera la protagonista de la acción, la que hacía cosas raras e inesperadas, al final del cuento el público siempre aplaudía al lemur, el guapo de la película, y que además era listo y de una bondad inimaginable.
En la cabeza se me juntan buenos y malos recuerdos, aunque ultimamente los buenos son los que no paran de piquetearme el pensamiento. Yo no lo veo "raro"... no es "rareza" la sensación que se me viene encima. La sensación sigue siendo rabia. Rabia porque quizás cosas ajenas han enturbiado todo lo que en algún momento fue precioso, y ello ha ocurrido en parte por mi culpa.
Y encima han quitado el vídeo... vaya un día cojonudo.
Publicar un comentario