lunes, 20 de septiembre de 2010

Se va, se va, se fue.

Jose Antonio Labordeta. Uno de esos personajes que, a fuerza de chispazos de genio -en el sentido más amplio de la palabra-, nos permiten salir del decorado de cartón piedra en que se ha convertido nuestra democracia, y recordar que hasta hace no tanto tiempo la política la hacían gentes del pueblo, sin artificios ni corbatas, desde el aula o el escenario, desde el ansia de justicia y no desde la urna.

Este vídeo resume en gran medida el arrojo, la sabiduría, la pasión y la humildad de este señor. No por los tacos que suelta, pues la política no es eso (por mucho que según los diferentes vídeos sobre el difunto que han aparecido en los últimos telediarios, parezca que ser un político "guay" consiste en ser simplón, socarrón o campechano al estilo Borbón), sino por lo simbólico de lo que dice, cómo lo dice y dónde y a quién lo dice. Un imprescindible. Otro más que se nos va. A la mierda, Descanse En Paz.

1 comentario:

Cranko dijo...

Un día, sin darnos cuenta, el viejo con sus historias se consumió. Y en la memoria de su nieto, sólo una huella, un leve borrón, de aquella lejana batalla donde pudo morir, en una guerra no ganada, donde luchó por tí...