“Rajoy ha sacado a la luz su agenda oculta y ahora los españoles ya saben que si gobierna algún día España, este país volverá a la caverna.” -Carmela Silva, Portavoz del PSOE en el Senado-
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Tengo una exclusiva periodística y voy a compartirla con ustedes: he conseguido hacerme con la famosa “agenda oculta” del Partido Popular. No me pregunten cómo, pues debo proteger a mi garganta profunda. Lo importante es que la tengo: unos cuantos folios con el programa oculto, inconfesable, ése que los dirigentes populares no quieren concretar, y con el que los portavoces socialistas nos meten miedo.
Se lo resumo: reducción del gasto público, reforma laboral con abaratamiento del despido, aumento de la edad de jubilación, congelación de pensiones, recorte del sueldo de los funcionarios… Un momento, un momento… ¿De qué me suenan estas medidas? ¿Dónde he visto yo esto antes?
En efecto, la política española es así: un partido de derecha que esconde sus propuestas de derecha; y un partido que se dice de izquierda pero aplica una política económica de derecha, y que no sólo no se disculpa sino que encima nos asusta con que viene el lobo.
El mensaje que nos envía el PSOE es simple, y muy eficaz: “Si nosotros hemos aplicado un plan de ajuste de caballo, imagínense de lo que sería capaz el PP”. Y seguramente es cierto, pero el riesgo de un planteamiento así es que los votantes acaben prefiriendo el original a la copia. Y ése podría ser el mejor lema electoral del PP: “Puestos a aplicar políticas de derecha, exija que lo hagan los auténticos; no acepte imitaciones.”
Porque, oigan, que el PP defiende políticas de derecha tal vez asusta, pero no sorprende. Es más: aunque ahora vayan de discretos, hay que reconocerles que suelen hablar clarito. Repaso sus programas electorales, y veo que en 1996 prometieron un plan de privatización del sector público, como en efecto hicieron y a lo grande. O que en el más reciente, en 2008, hablaban de flexibilidad laboral, colaboración público-privada en la gestión de servicios públicos, rigor en el gasto público y bajada de impuestos. Es decir, política de derecha, poca agenda oculta.
Por eso, si el PP gobierna, luego no vale arrepentirse diciendo “si lo llego a saber, no les voto.” Cosa que sí sucede hoy a muchos votantes del PSOE.
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