jueves, 8 de abril de 2010

Habéis oído hablar de nosotros mil veces...

En alguna ocasión me he tropezado con este cartel pegado en algunos vagones del metro de Madrid y ahora, por casualidad, he encontrado la fotografía. Se trata de una imitación de la campaña llamada "Ni un día sin libros" que desde hace años nutre los vagones de extractos literarios más o menos célebres, con los que se trata de "picar" al viajero y animarlo a seguir leyendo por su cuenta. Con una estética prácticamente idéntica a la campaña original (para ver un ejemplo, pulsa aquí), que ha conseguido que el mensaje permanezca desapercibido para los vigilantes y para gran parte de los viajeros, y aunque no comparta algunas de las cosas que dice, casi siempre me hacen gracia las propuestas que, naciendo de gente corriente, tratan de remodelar y recuperar el paisaje urbano y de reabrir la conciencia de lo público.



...casi todas sin fundamento. Habéis visto nuestras frases en los muros y esa A dentro de un círculo que tan poco os dice a vosotros y tanto nos dice a nosotros. Nos habéis visto incluso en la tele, pero lo que no termináis de entender es que nos veis a diario en la calle, en el metro, en clase e incluso en el trabajo. Que somos gente corriente, con carne y huesos. Que somos vuestros hijos, vuestros vecinos, que os conocemos.

Y sabemos que a vosotros también os jode cuando suena el despertador. Y no nos creemos que seáis felices así, entre el trabajo y el centro comercial, siempre haciendo cola y pensando en la próxima compra, viendo pasar la vida entre mercancías que en el fondo -reconocedlo- no saben a nada.

Lo que no entendemos es que viváis como si nada, como si todo fuese bien, sin demasiadas preocupaciones más allá de lo puramente económico. Como si os contentáseis con esta basura que nos han vendido, como si no fueseis capaces de concebir algo mejor, como si estuvieseis a gusto entre el plástico y el hormigón. En eso somos diferentes, nosotros odiamos todo esto, no nos atraen lo más mínimo las múltiples referencias del catálogo enq ue se han convertido las ciudades. Nos sabe a mierda, es imposible que la vida sea esto, porque esto no es vida. Esto es pasar el tiempo sin pena ni gloria. Nosotros asumimos las penas que pueda traernos la búsqueda de la gloria. A lo que no estamos dispuestos es a envejecer en fila de uno frente a una caja registradora que nos administre un pedacito de muerte con cada ticket.

Nosotros tenemos sangre en las venas, algo inusual en nuestros días, y por eso reventamos y reaccionamos de formas extrañas para vosotros: lloramos, gritamos, corremos, rompemos. Y seríamos capaces de disimular, y hacer como si nada y no meternos en líos, pero nos daría vergüenza. El que diga que el mundo va bien o es tonto o es un mal nacido, así de sencillo. El que diga que no puede hacer nada al respecto, o no tiene imaginación o no tiene interés, y lo demás son excusas. Nosotros ya estamos hartos, así que nos veréis por ahí haciendo lo posible por joder este macabro decorado que sólo esconde miseria y devastación.

Salud y anarquía...

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