martes, 30 de noviembre de 2010

La TV es el Dios de nuestra época.

Fragmento del documental titulado Zeitgeist (en alemán vendría a significar "espíritu de una época") producido en 2007 y de gran difusión por internet.



En una investigación experimental, Iyengar y Kinder distinguen entre el poder de los noticiarios televisivos para "dirigir la atención del público" (lo que se llama comúnmente agenda setting) y el poder de definir los criterios que informan la capacidad de enjuiciar (que ellos llamaron priming) y para ambos casos concluyen que las noticias televisivas influyen de un modo decisivo en las prioridades atribuidas por las personas a los problemas nacionales y las consideraciones según las cuales valoran a los dirigentes políticos (Iyengar, Shantoy Kinder, Donald B. (1987) "News that Matters: television and american opinion").

lunes, 29 de noviembre de 2010

El buscador.

Esta es la historia de un hombre al que yo definiría como buscador. Un buscador es alguien que busca. No necesariamente es alguien que encuentra. Tampoco esa alguien que sabe lo que está buscando. Es simplemente para quien su vida es una búsqueda.

Un día un buscador sintió que debía ir hacia la ciudad de Kammir. Él había aprendido a hacer caso riguroso a esas sensaciones que venían de un lugar desconocido de sí mismo, así que dejó todo y partió. Después de dos días de marcha por los polvorientos caminos divisó Kammir, a lo lejos. Un poco antes de llegar al pueblo, una colina a la derecha del sendero le llamó la atención. Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, pájaros y flores encantadoras. La rodeaba por completo una especie de valla pequeña de madera lustrada… Una portezuela de bronce lo invitaba a entrar. De pronto sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de descansar por un momento en ese lugar. El buscador traspaso el portal y empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban distribuidas como al azar, entre los árboles. Dejó que sus ojos eran los de un buscador, quizá por eso descubrió, sobre una de las piedras, aquella inscripción … “Abedul Tare, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días”. Se sobrecogió un poco al darse cuenta de que esa piedra no era simplemente una piedra. Era una lápida, sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad estaba enterrado en ese lugar… Mirando a su alrededor, el hombre se dio cuenta de que la piedra de al lado, también tenía una inscripción, se acercó a leerla decía “Llamar Kalib, vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas”. El buscador se sintió terrible mente conmocionado. Este hermoso lugar, era un cementerio y cada piedra una lápida. Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el tiempo de vida exacto del muerto, pero lo que lo contactó con el espanto, fue comprobar que, el que más tiempo había vivido, apenas sobrepasaba 11 años. Embargado por un dolor terrible, se sentó y se puso a llorar. El cuidador del cementerio pasaba por ahí y se acercó, lo miró llorar por un rato en silencio y luego le preguntó si lloraba por algún familiar.

- No ningún familiar – dijo el buscador - ¿Qué pasa con este pueblo?, ¿Qué cosa tan terrible hay en esta ciudad? ¿Por qué tantos niños muertos enterrados en este lugar? ¿Cuál es la horrible maldición que pesa sobre esta gente, que lo ha obligado a construir un cementerio de chicos?.

El anciano sonrió y dijo: -Puede usted serenarse, no hay tal maldición, lo que pasa es que aquí tenemos una vieja costumbre. Le contaré: cuando un joven cumple 15 años, sus padres le regalan una libreta, como esta que tengo aquí, colgando del cuello, y es tradición entre nosotros que, a partir de allí, cada vez que uno disfruta intensamente de algo, abre la libreta y anota en ella: a la izquierda que fu lo disfrutado…, a la derecha, cuanto tiempo duró ese gozo. ¿ Conoció a su novia y se enamoró de ella? ¿Cuánto tiempo duró esa pasión enorme y el placer de conocerla?…¿Una semana?, dos?, ¿tres semanas y media?… Y después… la emoción del primer beso, ¿cuánto duró?, ¿El minuto y medio del beso?, ¿Dos días?, ¿Una semana? … ¿y el embarazo o el nacimiento del primer hijo? …, ¿y el casamiento de los amigos…?, ¿y el viaje más deseado…?, ¿y el encuentro con el hermano que vuelve de un país lejano…?¿Cuánto duró el disfrutar de estas situaciones?… ¿horas?, ¿días?… Así vamos anotando en la libreta cada momento, cuando alguien se muere, es nuestra costumbre abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado, para escribirlo sobre su tumba. Porque ese es, para nosotros, el único y verdadero tiempo vivido.

Jorge Bucay

domingo, 28 de noviembre de 2010

Cuidado con los recuerdos.

Llego a Madrid a las ocho de la mañana. Me voy a quedar apenas algunas horas, no tiene sentido telefonear a los amigos o arreglar algún encuentro. Resuelvo caminar solo por lugares que me gustan y termino fumando un cigarrillo en un banco del parque Retiro.

-Usted parece que no está aquí –me dijo un anciano, sentándose a mi lado.

-Estoy aquí –respondo. –Sólo que doce años atrás, en 1986. Sentado en este mismo banco con un amigo pintor, Anastasio Ranchal. Los dos estamos mirando a mi mujer, Christina, que bebió más de la cuenta y hace como que baila flamenco.

-Aproveche –dijo el anciano. –Pero no se olvide de que el recuerdo es como la sal: en la cantidad adecuada le da sabor a la comida; pero si se exagera, estropea el alimento. Quien vive demasiado en el pasado, gasta su presente en recordar.

Paulo Coelho

sábado, 27 de noviembre de 2010

Palabras.

Hace unos 15 millones de años, según dicen los entendidos, un huevo incandescente estalló en medio de la nada y dió nacimiento a los cielos y a las estrellas y a los mundos.


Hace unos 4 mil o 4 mil 500 millones de años, años mas años menos, la primera célula bebió el caldo del mar, y le gustó, y se duplicó para tener a quien convidar el trago.

Hace unos dos millones de años, la mujer y el hombre, casi monos, se irguieron sobre sus patas y alzaron los brazos y se entraron, y por primera vez tuvieron la alegría y el pánico de verse, cara a cara, mientras estaban en eso.

Hace unos 450 mil años, la mujer y el hombre frotaron dos piedras y encendieron el primer fuego, que los ayudo a defenderse del invierno.

Hace unos 300 mil años, la mujer y el hombre se dijeron las primeras palabras y creyeron que podían entenderse.

Y en eso estamos, todavía: queriendo ser dos, muertos de miedo, muertos de frío, buscando palabras....

Eduardo Galeano

viernes, 26 de noviembre de 2010

Buscándonos.


Nadie encuentra lo que no está buscando. No es verdad que las cosas aparecen de pronto; que, sorpresivamente, cuando para la lluvia, vemos una hermosísima flor en el tallo en el que antes no había nada. Allí hubo, por lo menos, un capullo cerrado, algo que estaba por abrirse, por transformarse en flor...

Cuando un hombre encuentra a una mujer, cuando una mujer encuentra a un hombre... los dos estaban buscándose. Por soledad. O por dolor. O por ganas de revivir la vida insuflándole oxígeno a los pulmones. O porque sí. ¿Por qué explicarlo todo? ¿Por qué decir que la causa, el efecto, que la casualidad no existe, que...? Mejor pensemos que lo importante es que, cuando no hay alguien a nuestro lado, no hacemos tostadas (¿para mí solamente? (No...), no gastamos el frasco de perfume, duran menos las latas de atún y más las milanesas en el freezer, compramos con más nostalgia que alegría un ramito de flores para llevar a casa, y estrenamos muy pocas cosas. Se van yendo las ganas, como se va la luz, poquito a poco... Y la noche nos asesta su golpe con el recuerdo, nos envía sus fantasmas más tristes, sus sombras incansables e inclementes. La noche que no termina nunca, que crece, que atormenta, que entrevera nombres, que ronda, que agiganta las lágrimas hasta transformarlas en un océano. Estamos solos porque no hacemos una llamada. Porque no damos el paso que nos acerca.

Porque no decimos la primera palabra que se transforme en puente. Nadie encuentra lo que no está buscando. ¿Por qué crees que vos y yo nos encontramos? ¿Desde dónde venías acercándote? ¿Desde cuándo yo esperaba que llegaras? ¿Por qué yo? ¿Por qué vos? ¿Por qué nosotros? ¿Por qué crees que no te desviaste, con otro rumbo, que no fuiste más hacia el sur, o más al norte, o al otro lado del mar incalculable? ¿Por qué pensás que me detuve para que pudieras alcanzarme, extender las dos ramas de tus brazos, abarcarme con toda tu ternura como diciéndome "ahora ya no te parará nada malo, nada triste, nada cruel"; podes dejar de llorar, podes dormir con los ojos cerrados, mansamente y, al despertar, no estarás sola... Nunca más estarás sola. "¿Y yo estaré solo nunca más...?" ¿Por qué? Porque los dos estábamos buscándonos.

Porque desde aquella lejana, lejanísima primera vez que nos vimos, quedó un delgado, finísimo, invisible hilo uniéndonos... un hilo que nada puede cortar, un hilo que atraviesa paredes, muros, montañas... un hilo indestructible que no soltaste, que no solté, y que al fin volvió a reunirnos para que la historia termine su retrato, tal vez poniendo un poco menos de tonalidad en la paleta, o distintos colores y brillos, pero retornando a los dos mismos protagonistas.

Vos y yo. Regresando. Volviendo al paraíso prometido que salimos a buscar sin saber que lo teníamos tan cerca, debajo de los pies. Cuando un hombre encuentra a una mujer, cuando una mujer encuentra a un hombre... los dos estaban buscándose. Nadie encuentra lo que no está buscando. ¿Me entendés, ahora?

Poldy Bird

jueves, 25 de noviembre de 2010

Objetivo: los inversores.

Dándole vueltas a la propuesta de Cantona de retirar el dinero de los bancos el próximo 7 de diciembre, se me ocurre otra solución alternativa y puede que más efectiva, al ser más concreta. Ante los reticentes anuncios que se están lanzando desde los medios de comunicación acerca de la próxima reforma de las pensiones, ¿no sería útil que, aquellos que tengan fondo privado de pensiones, retiren su dinero de los fondos de pensiones? Obviamente, algunos dirán esto tiene una limitación primera, y es el hecho de que se llama Fondo de pensiones porque no te permite, por contrato inicial, disponer de tu dinero hasta que llega tu jubilación. Bien, pero desde 2009 existen claúsulas legales que establecen supuestos bajo los cuales se te permite disponer de tu dinero, como por ejemplo ser parado de larga duración, de los cuales en España hay muchos (en torno al 5%, lo que nos sitúa en el podio europeo).

Si estamos hartos de ver cómo la política hoy se ha visto reducida a un diálogo entre políticos y mercados; si estamos hartos de quejarnos por lo bajo sin hacer nada significativo para remediar la situación; si te gustaría dar un puñetazo sobre la mesa para que esta farsa de democracia te tome en cuenta a tí como ciudadano; no ataques al gobierno, pues estás errando el tiro (al menos, erras al identificar el problema de raíz), ataca a los causantes de este terremoto: los inversores. Y eso se hace tocándoles donde les duele, por ejemplo retirando fondos de pensiones.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Mejor que nunca.

Ignacio Escolar

Habla Warren Buffett, la tercera mayor fortuna del planeta: “Los ricos deberíamos pagar más impuestos”. “Nos va mejor que nunca”,admite en una reciente entrevista el mismo inversor multimillonario que denunció, hace unos años, que su secretaria pagaba, proporcionalmente, más impuestos que él.

Buffett habla de Estados Unidos pero su mensaje es exportable. A España, sin ir más lejos, donde el Impuesto de Sociedades está hoy más bajo que nunca, se ha eliminado el Impuesto de Sucesiones y las grandes fortunas siempre pueden contar con las SICAVs; donde los inspectores de Hacienda denuncian, desde hace años, que los pequeños y medianos empresarios declaran de media menos ingresos que los trabajadores o los pensionistas. A Europa, donde la desigualdad económica ha crecido casi con la misma fuerza con la que hoy se recortan los derechos sociales. A Irlanda, ese ejemplo liberal, donde los ciudadanos tendrán que pagar durante años las pérdidas de inversores privados: de bancos ingleses, franceses y alemanes; unos países que, para mayor sarcasmo, también se lucrarán del salvamento de su propio sistema financiero con unos préstamos que Irlanda devolverá con intereses. La gran banca es así: capaz de hacer negocio incluso de su propio rescate.


Escucho a Eric Cantona, el futbolista, que habla de la revolución: “No creo que podamos ser felices con semejante miseria a nuestro alrededor”. Cantona propone retirar el dinero del banco a modo de protesta. Decenas de miles de personas respaldan su plan en las redes sociales. Es sólo un primer síntoma, tal vez pueril, de una tendencia más grave. El sistema financiero está logrando lo imposible: que hasta los futbolistas y los multimillonarios se vuelvan antisistema.

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Respecto a lo de Cantona, añado:

Su llamada a la revolución resulta un ejemplo pueril, básico, primario y quizás incluso frívolo, pero un ejemplo sintomático del cabreo de la peña.

Me parece preocupante que un futbolista tenga que salir, convertido en líder revolucionario ante la flagrante carencia de líderes no ya políticos sino morales, a llamar a combatir a los bancos el próximo 7 de diciembre. Un error muy peligroso estamos cometiendo todos (los políticos, pero también cada uno de los individuos que formamos parte de la sociedad) si permitimos, o incluso aplaudimos, el surgimiento y legitimación como sujetos políticos de gente como Cantona, Belén Esteban, etc., que tan sólo hacen uso ventajista de su condición de símbolos sociales para lanzar proclamas populistas en situaciones de tensión social.

Obviamente, no estoy defendiendo una posición elitista que acalle la voz del pueblo, sólo que al ver a gente así decir lo que todos queremos oir, o al menos quejarse en nuestro nombre echándole el valor que deberían tener otros, se me ocurre la preocupante cuestión:

¿Pero entonces, para qué queremos a los políticos?

martes, 23 de noviembre de 2010

Yes we can.

Este vídeo es un collage musical inspirado en un discurso que Barack Obama pronunció en su campaña para las primarias del partido demócrata en 2008. Musicado por el miembro de los Black Eyed Peas Will.I.am, llegó incluso a ganar un Emmy y se ha convertido en un símbolo de cómo la política puede comunicarse a través de la música de una manera efectiva.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Pensando en tí.

Hay veces que
mi alma baila tangos con la soledad
y necesito de tabla tu amor
para asirme a ella en mi tempestad.

Pensando en ti. Paso el dia pensando en ti.

Enséñame
a escuchar tus labios, a leer el Sol.
Llévame
a donde los sueños fabrican tu voz.

Pensando en ti. Duermo el odio pensando en ti.

¿Dónde estás?
Tengo miedo, ayúdame a caminar,
pues sólo nunca yo podré encontrar
la forma de ser libre, quiero despertar.

Pensando en ti. Acuno mi alma pensando en ti.

Paso el dia pensando en ti...


domingo, 21 de noviembre de 2010

Esta mañana respiré aire limpio en la ciudad.


Temprano en la mañana, las aceras de Madrid eran raíles helados y solitarios por los que apenas discurría, en la cabeza de un viajero, un tren silencioso imaginario, mezcla de nostalgia y de soledad. Procedente de ningún lugar, tenía por destino esperanza.


Esta mañana trepé por el gris de la ciudad y me asomé al mar.

Cansado, a veces me imagino que el mar es como una ventana,

y si me asomo por ella, si me fijo mucho y miro lejos,

puedo verte a , puedo veros a todos, y puedo estar con vosotros.

Cuando miro lejos.


A veces me gustaría caminar por el gris de la ciudad y no tener que cerrar los ojos para imaginarme el horizonte que tú ves, querría respirar lo que tú hueles y pisar el mismo suelo donde se levanta tu sombra en días de sol de otoño.

Pero no todo está perdido, nos queda también el cielo, donde me gusta imaginar que nuestras miradas se cruzan en el mismo punto, entre las miradas de tanta gente que también busca en el horizonte un nexo que le reúna con los suyos, una excusa para sentirse menos locos, perdón, menos solos.



Mientras tanto, suspiros de soledad,

gemidos de impotencia y resignación,

tiñen de negro las tardes de domingo,

que se clavan como astillas de hielo en el alma del emigrante.



Esperando a un mañana más dulce y concurrido,

ansía que su ventana no se cierre jamás,

que su mar no se seque en soledad,

que un día haya un quién a quien contar

que una vez trepó por el gris de la ciudad

y consiguió escapar.

Cantona: el futbolista reconvertido a revolucionario.



No llega a formular mi propuesta de quemar los bancos, pero bueno, por algo se empieza... Manda huevos que tengamos que recurrir a futbolistas que hagan de líderes revolucionarios.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Treinta y cinco años sin Franco



Julián Casanova

EL PAÍS

A las diez de la mañana del 20 de noviembre de 1975, unas horas después de que se anunciara oficialmente su muerte, Carlos Arias Navarro leyó en público el testamento político de Francisco Franco, un "hijo fiel de la Iglesia" que solo había tenido por enemigos a "aquellos que lo fueron de España".

El domingo 23, en el funeral de Estado, Marcelo González Martín, cardenal primado de España y arzobispo de Toledo, recordó el deber de conservar "la civilización cristiana, a la que quiso servir Franco, y sin la cual la libertad es una quimera". Esa misma tarde, una losa de granito de 1.500 kilos cubrió la fosa abierta para el caudillo en la basílica de la Santa Cruz del Valle de los Caídos, junto a la tumba de José Antonio Primo de Rivera. Bendecido por la Iglesia católica, sacralizado, rodeado de una aureola heroico-mesiánica que le equiparaba a los santos más grandes de la historia. Así murió Franco.

Su legado y el de la larga dictadura que presidió no es fácil resumirlo y es objeto de debate entre historiadores y de encontradas opiniones entre la ciudadanía.

Franco buscó y consiguió la aniquilación de sus enemigos que, si eran solo los de España, fueron en verdad muchos. Gobernó con el terror y la represión, pero también tuvo un importante apoyo social, muy activo por parte de las numerosas personas que se beneficiaron de su victoria en la Guerra Civil y más pasivo de quienes cayeron en la apatía por el miedo o de quienes le agradecieron la mejora del nivel de vida durante sus últimos 15 años en el poder.

Cuando murió, su dictadura se desmoronaba. La desbandada de los llamados reformistas o "aperturistas" en busca de una nueva identidad política era ya general. Muchos franquistas de siempre, poderosos o no, se convirtieron de la noche a la mañana en demócratas de toda la vida.

La mayoría de las encuestas realizadas en los últimos años de la dictadura mostraban un creciente apoyo a la democracia, aunque nada iba a ser fácil después de la dosis de autoritarismo que había impregnado la sociedad española durante tanto tiempo.

Tras una compleja Transición, sembrada de conflictos y de obstáculos, la democracia cambió el lugar de España en Europa, con su total integración en ella, uno de los sueños de las élites intelectuales españolas desde finales del siglo XIX.

El reto de los españoles del siglo XXI ya no consiste en crear una democracia plena con igualdad de derechos y libertades, caballo de batalla, a veces sangriento, de algunas de las generaciones que nos precedieron, sino en seguir cambiando para mejorarla y reforzar la sociedad civil y la participación ciudadana.

Treinta y cinco años después de la muerte del último dictador de nuestra historia, la sociedad española ha podido dejar atrás algunos de los problemas fundamentales que más le habían preocupado en el pasado. Pero desde su tumba, Franco parece mostrar todavía el camino a seguir en otros no menos importantes.

El Valle de los Caídos fue suyo en vida y continúa siéndolo tras su muerte, incapaces los Gobiernos democráticos de establecer una política coherente de gestión pública de esa historia. Las miradas libres a ese pasado traumático y la reparación política, jurídica y moral de las víctimas de la violencia franquista generan el rechazo y el bloqueo de poderosos grupos bien afincados en la judicatura, en la política y en los medios de comunicación.

Y la jerarquía de la Iglesia católica, que ha logrado preservar con creces en la democracia la privilegiada situación que el franquismo le donó, protege con uñas y dientes sus finanzas y sus derechos adquiridos en la educación y discute, con el apoyo enérgico del Vaticano, cada palmo de territorio que el Estado quiere conquistar en el orden moral. Treinta y cinco años sin Franco y no tenemos una ley de libertad religiosa adaptada a la actual sociedad democrática plural y culturalmente diversa.

Asentada la democracia, debemos recordar el pasado para aprender. Miles de familias están esperando que el Estado ponga los medios para recuperar a sus seres queridos, asesinados, escondidos debajo de la tierra, sin juicios ni pruebas, para que no quedara ni rastro de ellos. Es necesario dar a conocer la relación de víctimas de la violencia franquista durante la guerra y la posguerra, ofrecer la información sobre el lugar en el que fueron ejecutadas y las fosas en las que fueron enterradas.

Y frente a esas historias todavía por descubrir, no puede dejarse de lado, abandonar o destruir, la memoria de los vencedores. Sus lugares de memoria son la mejor prueba del peso real que la unión entre la religión y el patriotismo tuvo en la dictadura.

No es posible renunciar al objetivo de saber, a que coexistan memorias y tradiciones diferentes. Pero para eso, antes, hay que remover los obstáculos que impiden rescatar de las cunetas y de las fosas perdidas a las víctimas de tanta tortura y asesinato. Treinta y cinco años después de la muerte de su principal responsable.

Julián Casanova es catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad de Zaragoza.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Tarjetas rojas y rendición de cuentas de los políticos.


El pleno del Ayuntamiento de Valladolid votó el pasado 2 de noviembre una moción, impulsada por el PSOE e IU, de reprobación de las palabras de su alcalde, Francisco León de la Riva, quien dijo “pensar siempre lo mismo” al ver “los morritos” de Leire Pajín. Durante el pleno, un grupo de vecinos se levantó mostrando tarjetas rojas al alcalde que reaccionó ordenando a la policía desalojar a los vecinos.

Dos semanas antes, el jueves 21 de noviembre, estudiantes de la Facultad de Ciencias Políticas de Complutense habían recibido a Rosa Díez de la misma forma, leyendo además un comunicado donde denunciaban que la diputada de UPyD pretendía usar el rechazo que su presencia despertaba entre los estudiantes de izquierdas como trampolín mediático.


Las encuestas sobre intención de voto y valoración de los líderes políticos están mostrando un notable desapego ciudadano hacia sus representantes así como un creciente cuestionamiento de la calidad democrática de un sistema político cada vez más mediatizado. La reducción del debate político a un diálogo de pocos con agendas cerradas y la creciente tecnificación de la política son factores que, a su vez, contribuyen al desprestigio de la política en general y de los políticos profesionales en particular. La denominada clase política se identifica, de hecho, con unas élites que no parecen rendir cuentas de su actividad más que ante sí mismas.

Las prácticas de democracia participativa, por el contrario, constituyen un elemento de oxigenación democrática de la esfera pública en la medida en que abren vías de rendición de cuentas (accountability) por las que los ciudadanos pueden interpelar a los políticos, reprocharles, alabarles o discutir con ellos.

En sociedades tan mediatizadas como las nuestras lo fundamental de toda iniciativa política que aspire a cierto éxito es su capacidad de comunicar a partir del manejo de códigos simbólicos y golpes de efecto. El estilo hipermediático de líderes y movimientos tan dispares como Berlusconi, Obama, Chávez, Greenpeace, los colectivos antiglobalización o el Tea Party no es más que una prueba de que participar en la lucha ideológica del siglo XXI obliga a generar productos políticos capaces de funcionar en el medio audiovisual, incluso en condiciones muy adversas, como cuando la práctica totalidad de los medios de comunicación no son afines al actor político que interviene. En este contexto, iniciativas como la de los estudiantes o los vecinos, por lo que tienen de comprometedoras para los interpelados, desbaratan el reparto de papeles entre el político (emisor de discurso) y los ciudadanos (receptores pasivos) y son por ello muy saludables en términos democráticos.

Los argumentos que pretenden justificar que el alcalde de Valladolid desalojara manu militari a los vecinos que protestaban en el pleno así como las acusaciones de intolerancia contra los estudiantes de la Complutense que forzaron a Rosa Díez a escuchar la lectura de un comunicado pecan o bien de una cándida ingenuidad (que no merece ningún tipo de atención politológica) o bien de una hipocresía inaceptable. En el escenario político actual, los grandes medios han normalizado que la corrupción salpique regularmente a la mayoría los partidos políticos, que presidentes del gobierno justifiquen acciones militares basándose en pruebas abiertamente falsas o que los gobernantes admitan sin reparos obedecer dictados de organismos tan ajenos a la voluntad popular como los mercados o los organismos financieros internacionales mientras, paralelamente, tienden a dramatizar cualquier intervención de actores políticos no institucionales (como los estudiantes o los vecinos). Pareciera como si el establishment político-mediático fuese tan indulgente y generoso consigo mismo como agresivo frente a la irrupción de “outsiders”; grupos y movimientos sociales o ciudadanos anónimos que sólo tienen acceso a la esfera pública mediante intervenciones imaginativas no convencionales.

Por otro lado, no hay que olvidar que tanto Rosa Díez (que junto a María San Gil promovió y participó en organizadísimos abucheos contra dirigentes del PNV) como el PP (algunos de cuyos militantes saltaron al estrellato al obligar a José Bono a huir a la carrera de una manifestación de la AVT) son especialistas en la bronca y el insulto como recursos mediático-políticos. Es lógico pensar que alguna vez tengan que saborear en boca propia el jarabe que tantos réditos les ha aportado.

No es casual que hayan sido los estudiantes de una facultad de políticas los creadores, a través de las redes sociales, de la tarjeta roja como instrumento de sanción simbólica para una clase política poco acostumbrada a rendir cuentas. Seguramente saben mejor que nadie que la política democrática ha sido siempre el arte del conflicto.

Pablo Iglesias Turrión e Íñigo Errejón Galván son, respectivamente, profesor e investigador en la Facultad de Ciencias Políticas de la Complutense. Ambos son miembros del consejo ejecutivo de la Fundación CEPS.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Adiós al sur de Europa.

José Ignacio Torreblanca

El País

Que China está en auge es un hecho sabido. En el año 2000, China era la sexta economía del mundo. Diez años después, ya es la segunda. Y de seguir así las cosas, en 2050 asumirá el liderazgo como primera economía mundial. A largo plazo, los efectos para Europa de este desplazamiento de poder serán profundísimos: si hoy hay siete países europeos entre las 20 economías más grandes del mundo, esta cifra se va a ir reduciendo progresivamente hasta que en torno a 2050 solo queden cuatro, y ninguno de ellos estará entre los cinco primeros.

Para el sur de Europa los efectos son evidentes sin necesidad de acudir al largo plazo. Alemania no solo exporta ya más a China que a España sino que el potencial de crecimiento de esa relación comercial es prácticamente ilimitado en comparación al atractivo que ofrece el mercado español. Por ello, cada vez más, y especialmente como consecuencia de la actual crisis financiera y de deuda, Alemania percibe al sur de Europa como una rémora, y no, como hizo en el pasado, como un aliado estratégico.

La indiferencia hacia el sur de Europa con la que Alemania está gestionando la revisión del Tratado de Lisboa lo dice todo respecto a cuáles son las prioridades de Berlín estos días. El alza registrada por las primas de riesgo de Irlanda y Portugal, también de España y Grecia, prueba que estamos ante un círculo vicioso que se estrecha progresivamente hasta estrangular al sur de Europa: Alemania promueve una discusión sobre un mecanismo de reestructuración de deuda que, lejos de ser un ejercicio teórico o institucional, se acaba convirtiendo, debido al nerviosismo que desata en los mercados financieros, no solo en un factor que justifica la puesta en marcha de ese mecanismo, sino en un elemento más que, a sus ojos, prueba la debilidad del sur de Europa. En definitiva, una profecía autocumplida.

Como consecuencia de la crisis, el sur de Europa no solo despierta cada vez menos el interés de Alemania, sino que, inversamente, sus debilidades llaman cada vez más la atención de China. El compromiso adquirido en Lisboa por el presidente chino, Hu Jintao, de comprar deuda portuguesa para ayudar a un “amigo en dificultades”, sumado a las recientes adquisiciones chinas de deuda española y griega, dejan entrever algo bastante preocupante: que después de haber comprado las materias primas de África a golpe de talonario, los líderes chinos se han fijado un nuevo objetivo en Europa, y se están aproximando a ella por su periferia más débil.

Curiosamente, sin embargo, la crítica recurrente que se hace sobre la deliberada ausencia de condicionalidad política en la estrategia africana de Pekín no puede hacerse en el caso de Europa. Más bien al contrario, si en el continente africano China obvia las cuestiones relacionadas con la democracia y los derechos humanos, en Europa su sensibilidad es exactamente la contraria ya que utiliza sin rubor las palancas de la deuda y la inversión para obtener todo tipo de concesiones políticas, especialmente en materia de derechos humanos. Prueba de ello es la confianza que el Gobierno ha depositado en su petición pública, más bien conminación, a los embajadores europeos en Oslo para que no acudan a la ceremonia de concesión del Premio Nobel de la Paz a Liu Xiaobo. Pekín cruza aquí una evidente línea roja al coaccionar a los europeos de forma tan pública como descarada. Cierto que, hasta ahora, la estrategia de Pekín de sobre reaccionar agresivamente en todo lo relacionado con su soberanía ha funcionado satisfactoriamente.

Víctima del éxito de sus intimidaciones, Pekín no se da cuenta, sin embargo, de que está exponiendo de forma tan flagrante sus inseguridades y debilidades que, en algún momento, los demás van a aprender a explotarlas. Es difícil que Alemania y Reino Unido, con una diplomacia más acostumbrada a las fricciones en materia de derechos humanos, se dobleguen ante las presiones chinas. Pero para los europeos del Sur las cosas son más difíciles, pues juegan entre la supervivencia a corto plazo y la irrelevancia en el largo plazo. Alarmado ante la visión de un Sarkozy que en dos semanas ha dado dos importantes golpes de timón (con Londres en materia de defensa y con Berlín en lo relativo a la gobernanza del euro), en ambos casos sin contar con el sur de Europa, el ministro de Exteriores italiano, Franco Frattini, ha sugerido crear un directorio o G-6 europeo que agrupara a los seis grandes de la UE. Sin embargo, París, Londres y Berlín ni siquiera han respondido, tan centrados como están en ocuparse de sus propios intereses globales. El sur de Europa debe ponerse a pensar, ya.

martes, 16 de noviembre de 2010

El valor de tomar un edificio.

Parafraseando el diálogo de la película V de Vendetta, podríamos decir:
El edificio es un símbolo, como lo es el acto de asaltarlo... los símbolos sólo tienen el valor que les da la gente, por si solo un símbolo no significa nada, pero si se unen muchas personas tomar un edificio puede cambiar el mundo.

El pasado día 10, lo que comenzó como una manifestación de protesta pacífica contra los recortes sociales que ha puesto en marcha el gobierno británico, y concretamente contra la decisión de triplicar las tasas universitarias (de 3000 libras se pasará a 9000), terminó con la toma por la fuerza de la sede de los “Tories”, el partido conservador británico, en Londres. Se trata del primer capítulo serio de protesta contra el gobierno de coalición, al mismo tiempo que ha obligado al vicepresidente Nick Clegg a reconocer que la decisión de Cameron de triplicar la tarifa de las matrículas universitarias le había supuesto un serio aprieto, puesto que antes de sumarse a la coalición dominada por los conservadores, el líder del partido Liberal Demócrata había firmado un manifiesto donde se oponía al aumento.

En palabras de la reportera que aparece en el vídeo (alrededor del segundo 58), lo que comenzó siendo una manifestación pacífica y jovial de unas 50000 personas –la mayor manifestación que ha vivido Londres contra los mensajes de austeridad lanzados por el gobierno de Cameron y Clegg- derivó en la concentración de manifestantes en la puerta de la sede del partido conservador gritando eslóganes y quemando carteles delante de un destacamento policial atónito y paralizado ante lo que estaba ocurriendo. La tensión fue creciendo hasta que un pequeño grupo de manifestantes –los organizadores de la manifestación se han desligado de estas acciones- consiguieron romper, ante la estupefacción de varios policías, una ventana de la sede, por la que comenzaron a entrar en cantidad de cientos y tomaron el inmueble desde la planta baja hasta, literalmente, el tejado, como puede verse en el vídeo.

Se trata de la primera gran manifestación contra el gobierno de Cameron, quien hace unas semanas auguraba un recorte “radical” en gasto público. No obstante, parece que no va a ser la última, según han anunciado los estudiantes: “esto es solo el principio de una serie de protestas contra la destrucción de nuestro sistema educativo y nuestros servicios públicos”. Según el estudiante Robert Briggs "La gente está cansada de los sindicatos tradicionales y tras observar lo que pasa en otros países como Grecia o Francia, intenta organizarse de forma autónoma para, de alguna manera, tener la impresión de que se les escucha, de que pueden cambiar las cosas".

Ante el impacto de los hechos, siento la tentación de intentar extrapolar al escenario español unas acciones similares. ¿Se imaginan ustedes que un grupo de estudiantes, al grito, pongamos, de NO A BOLONIA, tomaran la sede del PP o del PSOE -aunque el San Benito de conservadores lo lleven sólo los primeros, la reforma educativa del PSOE y sus recientes recortes sociales demuestran que las siglas no sirven para nada, que lo que vale son las ideas, los programas y el peso de los hechos-? Sin embargo, por mucho esfuerzo que haga, no consigo imaginarme un escenario parecido al de Londres, con gente enfadada de verdad, policías acongojados en un rincón y 32 detenidos al final de la función. Por desagradable que me parezca, siento que, pese a que seamos muchos los que nos manifestemos de manera seria contra las medidas antisociales del gobierno, serán más los que, al comienzo o al término de la manifestación tirarán por tierra el esfuerzo colectivo al albur, por ejemplo, de una buena calimotxada, algo tan habitual por desgracia en las protestas estudiantiles españolas. Esa es la rabia que siento tras años asistiendo a manifestaciones estudiantiles; quitando a honrosos compañeros y grupos minoritarios que sí tienen una noción clara de lo que está en juego en cada momento, se tiende a confundir rebeldía y activismo político con música, calimotxo y lunas rotas, lo que ayudado por la estigmatización de los medios de comunicación y por los prejuicios de gran parte de la sociedad española hacia la juventud demuestra que, como masa social, todavía necesitamos una buena dosis de conciencia política y sentido de dignidad colectiva.
¿Qué valor simbólico puede tener de aquí en adelante la toma de la sede del partido conservador británico? Está por ver, pero lo que sí es seguro es que esa acción es símbolo y muestra de que los ingleses tienen una mayor conciencia del límite hasta el que están dispuestos a aguantar. Si tienen que enseñar las uñas, lo harán, como los franceses y los griegos. ¿Y los españoles?


lunes, 15 de noviembre de 2010

Llaves

Almudena Grandes

EL PAÍS 15/11/2010

España es el país de las llaves perdidas. En 1492, los judíos abandonaron Sefarad llevándose las llaves de sus casas, que siguen colgadas hoy en las paredes de hogares de medio mundo. Los moriscos multiplicaron después el número de llaves de Al Andalus, símbolos de amor, y de nostalgia, que no volverían a encajar nunca en cerradura alguna. En los años setenta del siglo pasado, regresaron otras muchas llaves, preciosas e inútiles, en manos de los hijos, los nietos de los republicanos que se las llevaron consigo al exilio. Entonces, los saharauis, abandonados por un Estado que tenía la obligación de defenderlos, cerraron sus casas.

Ellos también han conservado las llaves en su largo y tristísimo exilio argelino. Hasta si no hubieran aprendido a recitar a Lope y a Quevedo en la escuela, si aquí no recordáramos perfectamente a los procuradores por el Sáhara Occidental que se sentaban en las Cortes de Franco, ellas bastarían para establecer la tradición a la que pertenecen. El Derecho Internacional, esa goma elástica que se contrae y se dilata al capricho de los poderosos, ampararía incluso que, como ciudadanos de una colonia cuyo destino no se ha resuelto aún de acuerdo con las recomendaciones de la ONU, los saharauis pudieran seguir considerándose españoles.

En los campamentos de Tinduf, esas llaves nos llaman por nuestro nombre, y nos cubren de vergüenza. Más allá de la injusticia, de la intolerable agresividad marroquí, de sus políticas de segregación y de los intereses económicos que puedan estar en juego, pesa el sonrojo, la abrumadora carga de una culpabilidad objetiva que la diplomacia española pretende resolver mirando amablemente hacia otro lado. Cada vez que veo la sonrisa congelada de la ministra de Exteriores, me pregunto cómo puede seguir teniendo la cara en su sitio, y todavía no he encontrado ninguna respuesta.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Entrevista a Juan Carlos Monedero.

En la siguiente entrevista el profesor de ciencia política Juan Carlos Monedero trata temas como la importancia y el valor de la palabra para generar realidad, idea básica sobre la que escribió su libro "El gobierno de las palabras". Partiendo de este tema, la entrevista discurre por asuntos varios hasta terminar en la explicación que Monedero da al proceso revolucionario que desde 1999 vive Venezuela bajo la batuta de Hugo Chávez. Concretamente, Juan Carlos comenta medidas de tipo social en base a las cuales se trata de ir poniendo en práctica algo que todavía no tiene un índice programático claro, como es el Socialismo del siglo XXI, en un proceso que aúna teorización y pragmatismo, elaboración de un programa y transformación social simultáneamente.




jueves, 11 de noviembre de 2010

Ya está bien de hablar del Papa.

Buceando por internet hace unos días me encontré un videoblog de una chica catalana, que se ha dado a conocer como Sara G, en el cual publica periódicamente sus opiniones sobre temas diversos. Aprovechando la reciente visita papal, y para dar por cerrado de momento ese capítulo de actualidad política española con una sonrisa en la boca, cuelgo aquí el último capítulo del mencionado Vlog.

Pd. Dado el éxito del post del fin de semana pasado sobre la visita del Papa, me tendré que plantear si debería dedicar una sección exclusiva del blog a hablar de religión, o al menos del representante de Dios en la Tierra; hay que ver qué tirón tiene el jodío...


martes, 9 de noviembre de 2010

Aplicación: haz el test y sorpréndete.

En este enlace encontraréis una aplicación online consistente en un test muy breve (2 min) de actualidad y política general. La gracia está en que al final del test se te indica cuál o cuáles partidos políticos coinciden más contigo en función de tus respuestas, y no suele corresponderse con lo que pensabas antes del test. La aplicación está ambientada en la campaña electoral catalana que comenzará en los próximos días.

domingo, 7 de noviembre de 2010

En busca de un relato ganador.


En los últimos tiempos parece claro que la derecha española está tratando de reencontrar un relato ganador. Ante el paso adelante que escenificó el gobierno con la reestructuración de gabinete de hace unas semanas, el Partido Popular se ha visto obligado a abandonar su actitud de "laissez faire" en virtud de la cual parecía situarse a la espera de que el cadáver de su rival pasara por delante de sus narices en las elecciones de 2012. Quizás con más lentitud de la deseada por los suyos, pero acuciados por la necesidad de reaccionar de algún modo, desde la derecha mediática han recurrido al relato que más éxito había tenido en la legislatura anterior: la crítica de la política antiterrorista del gobierno.

La falta de un relato por parte del partido popular, y concretamente de su líder Mariano Rajoy, es flagrante a día de hoy. Durante los últimos 2 años, la actividad del Partido Popular se ha limitado a dejar hacer al gobierno, convencidos de que la crisis haría el trabajo sucio por ellos y los llevaría al poder sin apenas despeinarse. Sin embargo, el golpe de efecto del presidente Zapatero hace apenas 3 semanas los ha obligado a despertarse de su letargo. Prueba de ello es el hecho de que, según los primeros sondeos posteriores al cambio en el ejecutivo (hoy domingo hay una noticia que recoge esto en EL PAÍS), el PSOE habría recortado hasta en 5 puntos la diferencia que le distanciaba en intención de voto con respecto al PP. Así las cosas, y demostrando una vez más que la creatividad y originalidad no es capital de la derecha, y mucho menos del Partido Popular, lo que han hecho los conservadores ha sido mirar hacia atrás y buscar en el baúl de los recuerdos aquél último estilete con el que lograron aunar esfuerzos para atacar al gobierno con éxito. Y han encontrado la lucha contra el terrorismo. Nos puede gustar más o menos - a mí personalmente me parece vergonzoso y no deja de apenarme el hecho de que la derecha en España tenga tan escaso sentido de Estado y base sus éxitos electorales en el ataque sistemático, en la lucha a todo o nada, en lugar de en la búsqueda del convencimiento por la propuesta de un modelo coherente y sólido que vaya más allá de una nebulosa de valores típicamente conservadores (rigidez, "solvencia" económica, fuerza, seguridad, nación española) sin especificar en cosas concretas un programa de actuación -como señalaba Ignacio Escolar esta semana, o bien el PP no tiene programa o, al estilo del Premier británico David Cameron, prefiere ocultarlo hasta llegar al poder porque de hacerlo público no gustaría a nadie.

Así están las cosas: en primer lugar tenemos un gobierno que ha actuado tarde, pero ha actuado. Bien o mal el tiempo lo dirá, pero de momento la campaña mediática lleva 2 semanas remando a su favor, lo que demuestra que el aparato de partido del PSOE sigue siendo uno de los más potentes y eficaces de Europa. Otra cosa es que desde el punto de vista de la ciencia política nos parezca más o menos vergonzoso que con un mero cambio de peones y un discurso basado en la consigna simplista de que "este gobierno tiene que explicarse mejor" se pretenda ocultar el hecho de que este gobierno se ha equivocado y debe cambiar de rumbo haciendo caso a su base social progresista y de izquierdas. Para implementar políticas de derechas ya tenemos otros partidos que lo harán, seguro, mejor (véase en este mismo blog el artículo de Isaac Rosa Políticas de derecha: no acepte imitaciones).

En segundo lugar tenemos una oposición que goza hoy día de cierta ventaja electoral, pero que para su desgracia ésta obedece más a carencias del actual gobierno que a una propuesta propia. Por eso ahora, cuando parece que el gobierno trata de retomar el timón, se ven obligados a mover ficha y no saben hacia dónde. Por eso su primer impulso y el de toda la derecha mediática ha sido la de mirar hacia el pasado, a su último relato de éxito: la supuesta debilidad del gobierno socialista frente a los terroristas. El primer ejemplo práctico de ello ha sido la manifestación de la asociación Voces contra el Terrorismo que ha tenido lugar este fin de semana en Madrid, que por suerte ha tenido poco éxito. Y es que no vale utilizar siempre la misma herramienta por mucho que haya funcionado en el pasado; cada relato tiene su recorrido, y en este caso el arma del antiterrorismo parece más quemada que otra cosa.

En el teatrillo en que se ha convertido nuestro sistema político (y la mayoría de las democracias representativas occidentales), parece evidente que la fuerza de un relato político, en el que se asienta necesariamente cualquier candidato, se mide en base a las emociones que genere, más allá de los argumentos objetivos que propugne. No hay más que mirar los discursos políticos más exitosos del último siglo para darse cuenta de que los más recordados son aquellos que se graban en la memoria a base de emociones (los discursos de Hitler eran la escenificación pura de una emoción, la de la humillación alemana tras la Primera Guerra Mundial). Por eso el PP no tiene a día de hoy fuerza suficiente para imponerse al PSOE si éste pone en marcha su maquinaria para fabricar emociones positivas (acordémonos del spot de la alegría, de 2008 -para la ciencia política, resulta vergonzante que una elección se decida por elementos así, pero desde el punto de vista de la comunicación y del márketing político, se trató de una gran herramienta en la que se conjugaron emociones positivas -la alegría-, la música y diversos mensajes, simples pero efectivos, para movilizar al electorado socialista). Bien mirado, no le queda otra al PSOE, puesto que el índice de movilización del electorado socialista es muchísimo más variable que el de los conservadores (en los últimos 20 años, el primero oscila entre los 7'5 millones de votos y los 11'3, frente a una oscilación de 10 a 10'7 en el electorado popular en el mismo periodo).

Se mira hacia atrás, pero se sueña hacia adelante, y en ese sentido parece claro que la batalla parece inclinarse a favor del PSOE cuando se trata de crear un relato movilizador. No está claro que Zapatero vaya a ser el candidato socialista en las próximas elecciones (desde aquí se apuesta a que no será así), pero sí está claro que el PSOE, a día de hoy, tiene un potencial muchísimo mayor para generar expectativas de voto en comparación con el PP. De ese potencial para movilizar a su propio electorado, tan decepcionado pasada la primera mitad de la legislatura, dependerá su triunfo o su derrota en las elecciones legislativas de 2012. Para ello necesitará elaborar un relato triunfador que permita reunir más de 10 millones y medio de votos, como aquél que llevó a Zapatero a la Moncloa en 2004. Será una tarea complicada, pero cuenta al menos con un ejecutivo remozado en su faceta comunicadora. El PP ya sabemos que no tiene tanta prisa, pues tiene su porcentaje de votos prácticamente asegurado. El combate comienza ahora, el primer asalto el 28 de noviembre en Cataluña. Veremos quién se hace con el relato ganador.